Letra "A"


 

   El mejor maestro es aquel que trata de realizar en sí mismo lo que trata de realizar en los demás. (Demóstenes)


 

Actitud: sin duda alguna, la escuela y el trabajo de aprendizaje se hallan comprometidos en la configuración de un marco de actitudes de los sujetos que posibiliten y/o faciliten su desarrollo hacia la madurez personal, hacia la mejora intelectual y la adaptación social.
   Con frecuencia se debate el tema de si la escuela o el docente está legitimado para actuar frente a las actitudes de los estudiantes. Es una cuestión teórica y baladí. No se puede secuenciar el proceso de aprendizaje sin intervenir directa o indirectamente sobre las actitudes para consolidarlas o modificarlas (actitud hacia la materia que se estudia, hacia el propio estudio, hacia los compañeros, hacia las cuestiones sociales que vayan surgiendo del debate sobre los temas tratados, hacia el propio estudiante).
   Debe tenerse en cuenta que una actitud está constituida por tres componentes:
-  El componente cognitivo (lo que el sujeto sabe o cree acerca del objeto de la actitud; esos conocimientos van siempre teñidos de juicios de valor);
-  El componente emotivo (se refiere a los sentimientos y emociones que despierta en nosotros el ob
jeto de la actitud, pueden ser placenteros o no, de inseguridad, rechazo, atracción, etc.);
-  El componente reactivo o conductual (en el que se incluye toda inclinación a actuar de una manera determinada con respecto al objeto al que se refiere la actitud).
Sobre estos tres aspectos habrá que actuar si se quiere generar, o consolidar, o bien modificar una actitud; esto es, no basta con referencias orales (con reprimendas, solicitudes, etc.) o con cualquier otro intento de actuar directamente sobre la actitud. Ejemplo, no basta con decir: “niños, no me gusta vuestra actitud hacia los nativos y quiero que os mostréis más comprensivos con ellos”. Por el contrario, el trabajo sobre esa actitud implicará conocer mejor el mundo nativo, saber qué produce su marginación y nuestra postura ante ellos, analizar nuestros sentimientos y las conductas normales, etc.
 Sólo así se va penetrando en las actitudes y estas pueden ser “aprendidas”, o “reaprendidas”. Pues, la actitud es el ser tal profesional, o el ser hombre a carta cabal.

Actitud científica: es una cualidad importante que todo estudiante debe desarrollar; se manifiesta y está caracterizada por el acto de estudio. De ahí que experimente la necesidad de cultivarla a través de:
 a. El desarrollo del sentido crítico que supere los prejuicios, mediante el estudio tenaz y constante.
 b. El ejercicio de la creatividad que supera la rutina;
 c. El trabajo en equipo;
 d. Las actuaciones objetivas que analizan los hechos y fenómenos como son:
- Rechazar las posiciones conformistas e inactivas;
- Reconocer que nuestra realidad natural y social es cambiante;
- Despojarse de prejuicios;
- Analizar cada vez con mayor profundidad;
- Regirse principios de causalidad;
- Verificar los nuevos descubrimientos revisando las conclusiones,
- Interrogarse, analizar y reflexionar;
- Amar y practicar el diálogo;
- No rechazar lo viejo ser tal, ni aceptar lo nuevo por serlo así, sino analizar y examinar sus valencias;
- Asumir las responsabilidades sin transferirlas ni negarlas.

Actividad de aprendizaje (Conducción de): la conducción de una actividad de aprendizaje expresa el proceso autónomo y continuo en el que todo lo que se aprende está sometido a constante revisión. Consecuentemente, la conducción es la secuencia realizada del Diseño de una Actividad de Aprendizaje encausada por el docente y ejecutada por el estudiante en forma individual y grupal.
   Por tanto, en la conducción, el docente debe propiciar que:
a. El estudiante sea activo y responsable de su propio aprendizaje; por lo que debe: desarrollar estándares de excelencia y evaluar las metas que ha logrado; conocer sus propias fuerzas y debilidades; y, saber cómo manejarlas productiva y constructivamente.
b. El estudiante maneje estrategias y muestre que: sabe cómo aprender, desarrolla y refina constantemente sus estilos de aprendizaje para resolver problemas; construye modelos mentales efectivos del conocimiento a pesar de que la información sea compleja o cambiante; realiza conexiones a diferentes niveles.
c. El estudiante reciba energía del aprendizaje: obtiene emoción y gusto por aprender; descubre su propia motivación y logra una pasión para solucionar problemas; comprende y busca progresar siempre en su pensamiento y en sus actividades.
d. El estudiante colabore activamente: valorando a los demás y trabajando con ellos; descubriendo su capacidad para identificar  la fortaleza de los demás; valorando la diversidad y las múltiples perspectivas.
En la conducción de la actividad de aprendizaje, el docente debe estar atento a cada uno de los movimientos, actividades y actitudes de los participantes en el trabajo, tanto en forma individual como grupal. Por ello, el docente debe tener muy en cuenta, y a lo largo de la conducción, los siguientes criterios:
a. Sobre el tema: manejo teórico que le permita establecer la relación de capacidades y actitudes para lograr la competencia curricular.
b. En torno a las estrategias de trabajo:
1) Destreza para mantener el interés y la motivación.
2) Creatividad para elaborar material educativo e instrumentos de evaluación.
3) Establecer una relación empática.
4) Tener capacidad para proponer cambios.
5) Recurrir a dinámicas de animación.
6) Diversificar los instrumentos que permitan evaluar capacidades y actitudes.
7) Preparar actividades para que el estudiante desarrolle sus potencialidades.
8) Adecuar el diseño de la actividad de aprendizaje a la realidad del grupo.
9) Propiciar que las actividades sean vivenciales.
10) Tratar de ser original al presentar ejemplos o casos.
11) Tener habilidad en el uso de técnicas y procedimientos.
12) Señalar pautas claras que garanticen el seguimiento del grupo.
13) Reconocer los avances individuales y grupales.
14) Respetar el ritmo de aprendizaje de cada estudiante.
15) Dar instrucciones claras y precisas para cada actividad.
16) Estar atento a cada miembro de grupo.
17) Controlar y dosificar el tiempo .
Los criterios enunciados permiten manifestar que el docente que ha diseñado su actividad de aprendizaje con la mayor creatividad, estará en condiciones de:
a. Plantear indicaciones claras y precisas sobre el trabajo.
b. Incorporar adecuadamente los saberes previos de los estudiantes.
c. Proponer interrogantes que provoquen la búsqueda de respuestas.
d. Aceptar y promover la diversidad de estrategias para lograr los aprendizajes.
e. Demostrar flexibilidad ante situaciones no previstas.
f. Incentivar la reflexión de los estudiantes sobre sus procesos de aprendizaje.
g. Evaluar permanente el proceso y los resultados.
h. Apoyar a los estudiantes en el momento preciso.
i. Promover el trabajo individual y grupal.
j. Demostrar dominio conceptual del curso en sus intervenciones.
k. Utilizar materiales y recursos relacionados a las capacidades y actitudes que se trabajan.
l. Propiciar la aplicación de lo aprendido a  nuevas situaciones.
m. Dosificar  adecuadamente el tiempo.
n. Mostrar simpatía y amistad hacia los alumnos.
o. Promover relaciones democráticas.
p. Estimular la crítica y autocrítica entre los estudiantes.
q. Manifestar ecuanimidad frente a situaciones conflictivas.
r. Alentar a los estudiantes para que logren sus aprendizajes.

Actividad de aprendizaje (Diseño de):  diseñar una actividad de aprendizaje presupone manejar, con conocimiento y habilidad, saberes conceptuales, saberes procedimentales y saberes actitudinales a fin de poder alcanzar la o las competencias que el currículo del curso establece.
   De ahí que la actividad de aprendizaje se enmarca dentro de la programación general del curso, la misma que conlleva: 1 ) los datos generales, 2) la programación de la actividad que, a su vez, incluye la justificación, la selección de capacidades y actitudes que han de ser descubiertas mediante un tema; y 3) el tema que, en su desarrollo, debe incluir: a) las fases de la actividad de aprendizaje: Motivación (exploración y problematización); la descripción de las actividades; los indicadores de evaluación, los instrumentos de la evaluación y el cronograma.
    Por tanto, los criterios a tenerse en cuenta al diseñar una A..A., son: 1) Conocer las competencias: capacidades y actitudes a desarrollar; 2) planear una secuencia lógica que considere: las fases de Aprendizaje: Motivación, Construcción, transferencia y Evaluación; las estrategias procesales según las inteligencias múltiples;  y el diseñar, elaborar y producir medios y materiales, identificando el producto que han de producir los estudiantes; 3) Promover el trabajo individual y grupal a través de: las dinámicas que apunten al logro de alguna inteligencia; seleccionando las técnicas activas; adoptando estrategias convincentes que conduzcan a una reconstrucción del proceso y que integren la evaluación como parte del proceso, mediante el uso de la respectiva bibliografía; 4) describir claramente las consignas; 5)  trabajar sobre la base de la experiencia y conocimientos del estudiante.
   El diseño de una actividad de aprendizaje será ágil y fácilmente manejable si:
1) Se hallan todas las fases de la actividad de aprendizaje.
2) Las fases están relacionadas de comienzo a fin.
3) Las actividades programadas guardan relación con las capacidades y actitudes.
4) Las capacidades y actitudes están vinculadas con las competencias insertas en el currículo.
5) Las actividades están relacionadas con el contexto sociocultural.
6) El diseño es de fácil manejo y por cualquier persona.
7) Se ha previsto los instrumentos de evaluación a emplearse.
8) Hay una fácil implementación y evaluación.
9) Permite modificaciones y reajustes.
10) Contiene propuestas innovadoras.
11) Incluye cronograma de actividades.
12) Las actividades propuestas son significativas.
13) Los recursos se relacionan con metodología activa.
14) Los recursos previstos se adecuan al tipo de estudiante.
15) Las estrategias son significativas.

DISEÑO DE ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE

COMPETENCIA: tiene una postura personal, flexible, reflexiva, crítica y fundamentada sobre las diferentes posiciones filosóficas acerca del conocimiento, el lenguaje, la realidad, la verdad y la religión.

CAPACIDAD: Formula sus propias argumentaciones, de manera breve y consistente, a favor y en contra, de las diferentes posiciones sobre el problema del conocimiento en la filosofía.

NML:  A partir de una posición filosófica propuesta, sobre las formas del conocimiento, el alumno expondrá los planteamientos fundamentales de cada una de ellas y construirá, de manera personal y original,  dos argumentos breves y lógicamente consistentes, uno a favor  y otro en contra de cada una.
            A partir de un ejemplo en el que se manifieste una forma de conocimiento, el alumno expondrá una de las soluciones posibles construyendo, de manera personal y original, un argumento consistente que sustente una forma de conocimiento.

ACTITUD Y COMPORTAMIENTOS:

1. Es reflexivo y autoreflexivo en la búsqueda de explicaciones coherentes y consistentes.
-  Es capaz de explicar la importancia de la autorreflexión en nuestra vida diaria.
-  Demuestra una actitud cuestionadora y toma distancia de los diferentes problemas
2. Es crítico frente a los problemas filosóficos que investiga y analiza.
-  Demuestra Interés en los diferentes problemas que se le presentan en su vida académica y personal
-  Demuestra una actitud crítica ante las creencias y presupuestos trabajados en clase.
3. Respeta y tolera las posiciones, explicaciones y argumentaciones de sus compañeros
-  Muestra respeto ante las opiniones de sus compañeros caracterizadas por ausencia de contenidos
-  Prefiere tomar una posición luego de haber escuchado las otras.

CONTENIDO: Formas de conocimiento
                         Conocimiento empírico
                         Conocimiento conceptual
 

 

FASES

DESCRIPCIÓN

D

A

ESTRATEGIAS

MATERIALES

EVALUACIÓN

 

NIVELES MÍNIMOS

INSTRUMENTOS

MOTIVACIÓN

Se aplica un instrumento de reconocimiento de los saberes previos para observar las diferentes actitudes que los alumnos adoptarían frente a una situación concreta.
 
 

La intención es retomar dichos planteamientos a fin de propiciar una situación de incertidumbre frente a los nuevos conocimientos que se verán luego. Se trabaja en equipos de 5 personas.

Se tomará nota de los resultados.

X
 
 
 
 
 
 

X

X
 
 
 
 
 
 

X

Trabajo individual y lectura de los casos propuestos
 
 
 
 

Análisis y confrontación de las respuestas individuales para formular respuestas de equipo, que luego serán confrontadas con los nuevos conocimientos.

Ficha Nº 1, Ficha Nº 2 (respuesta individual)
 
 
 
 

Ficha Nº 3 (respuesta grupal), tarjetas de notas, plumones.

Construye, de manera personal y original, dos formas de conocimiento, de manera consistente y lógica, enunciando lo menos dos elementos.

A partir de un ejemplo, expone una de las soluciones posibles construyendo, de manera personal y original, un argumento consistente que sustente una de las formas de conocimiento.

Hojas de respuesta y observación de actitudes
 
 

Observación de actitudes y hojas de respuesta (ficha 1, 2 y 3)

0.20
 
 
 
 

0.10

ACTITUD: Reflexivo, Crítico, respetuoso.

CONSTRUCCIÓN

Los participantes trabajan primero individualmente las lecturas y actividades propuestas, y luego las discuten en grupos. Cada grupo consolida las actividades que correspondan a su respectivo texto:

Documento 1: "Las formas de conocimiento" 

Documento 2: "El conocimiento como dominio de la realidad".

Seguidamente, exponen las conclusiones con ayuda de papelotes para esclarecer las ideas principales.

 

X

Trabajo individual, grupal y plenario. Construcción del nuevo conocimiento.

Texto bibliográfico, papelotes, hojas de papel bond, tarjetas de notas, plumones

Formula y argumenta una postura personal y crítica sobre las formas de conocimiento.

Consolidado de respuestas de los grupos, Fichas de auto, coevaluación y de observación (Fichas 4, 5 y 6).

Textos 1, 2 y 3

0.40

TRANSFERENCIA

Indicación de actividades a realizar:

1. A partir de la lectura del texto de K. Popper, discute el significado e importancia del contenido ubicando las formas de conocimiento.

2. Elabora una lista de elementos que podría tener un conocimiento de fachada (que enmascare la confusión entre conocimiento filosófico y científico y reduzca todo a lo empírico), y una lista de elementos que identifiquen cada forma de conocimiento.

X

X

Trabajo en grupo

Ficha 4 y 5 (informe escrito de los grupos) 

Formula y argumenta críticamente sobre las formas del conocimiento y su aplicación en cada una de las ciencias.

Fichas 5 y 6

0.20


 

Actividades: un ejercicio de educación para la construcción y creatividad exige tener como principio que: educar los sentidos es aprender a pensar, acerca del mundo, de una manera más amplia y más creativa; es tener una percepción nueva más ajustada. Por ello el docente debe desarrollar las actividades escolares como:
a. Un animador que no interviene más que para estimular, y no para guiar; así el educador encargará a los 20 niños recoger el máximo posible de informaciones auditivas, olfativas, gustativas, táctiles y visuales, mientras pasean el parque de la ciudad y las calles cercanas.
b. Al regreso, se reparten los estudiantes en cuatro grupos:
- El primero debe distinguir los ruidos “naturales” de los ruidos producidos por el hombre y las máquinas.
- El segundo dará cuenta de las sensaciones táctiles
- El tercero determinará las líneas, los colores y los ritmos
- El cuarto relatará los gustos y los colores
    La revisión de los datos se efectúa sobre los mismos lugares que han recorrido. Los niños toman notas, hacen dibujos, grabaciones o fotos instantáneas.
c. Nuevamente de regreso, los niños comparan todas las informaciones recogidas durante la primera salida y, después, durante la segunda. Se comprueba que la especificidad de las “misiones” ha acentuado la recogida de datos.
Mas tarde, se reagrupan todas las informaciones y se clasifican según su carácter expresivo: se agrupan las líneas, los sonidos y las materias, según que provoquen alegría, disgusto, frío, violencia, etc.
Luego los niños comparan sus propias sensaciones con las de los demás y tratan de hallar asociaciones como: tipos de colores, gustos, sonidos, etc., analogías entre los sonidos y los colores, etc.
d. Después de esta cuarta fase, se trata de transformar las experiencias sensoriales imaginando, inventando metáforas y explorando nuevas posibilidades de expresión imaginativa. El animador pide a los niños que establezcan nuevos nexos, no habituales en sus experiencias, que acepten ideas comparativas y que describan los sonidos, los colores, los ritmos, etc., sin nombrarlos.
La utilización del pensamiento inductivo y metafórico lleva a los niños a descubrir nexos nuevos y significativos entre los pensamientos, los sentimientos y las asociaciones complejas. Entonces, los niños se dan cuenta de que la transmisión de su información implica una transformación; y de que la metáfora es uno de los modos de transmisión o de comunicación.
e. A continuación, se procede a la evaluación de las respuestas y de la precisión de las relaciones metafóricas. Esta es la fase donde el espíritu crítico ha de preceder a la revisión, a las modificaciones y a las mejoras.
El docente, actuando como facilitador y  animador debe suscitar el espíritu crítico sin emitir su juicio personal; ha de animar, pero no reprochar.
f. Durante el curso de esta última fase, los niños, aisladamente o en grupo, traducen sus investigaciones bajo formas imaginadas diversificadas, esencialmente figurativas (pintura, dibujo) o en relieve (esculturas); mientras que los medios verbales o de expresión corporal han sido ya explotados en la cuarta fase. (tomado de M. Lambert en La créativité : utopie ou réalité social ?

Acto voluntario: el esfuerzo es el impulso vigoroso y definitivo que hace posible que el hombre convierta en realidad sus proyectos. Ello nos hace ver que el acto voluntario conlleva:
a. La concepción o representación del objetivo deseable que pretendemos alcanzar.
b. La deliberación de si es o no razonable y conveniente el acto proyectado, es decir, sopesar los pro y los contra.
c. La decisión o resolución firme y definitiva de ejecutar el proyecto que se desea y estima como razonable.
d. La ejecución del acto proyectado, es decir, pasar a la acción, realizar aquello que decidimos hacer.
“Donde no existe la esperanza, dice Jonson, no puede existir el esfuerzo”.  Pues los motivos y razones, más que empujarnos  de forma directa a actuar, más que fuerzas impulsoras, son luces que nos hacen  ver más claramente la conveniencia de pasar a la acción. Pero las razones conscientes, los motivos, dependen por completo de esa energía interna del esfuerzo de cada individuo, dueño de sus propios actos, que activa con irrevocable determinación la espoleta del “querer” y “ejecutar” sin más preámbulos, aquello que la razón nos ha propuesto como conveniente o necesario.

Alumno: el eje alrededor del cual deben girar todas las actividades escolares ha de ser, indiscutiblemente, el alumno (específicamente el estudiante) y no los maestros, las aulas, los métodos, los programas, los textos, etc.
   El alumno o discípulo o mejor, el estudiante, es en sentido genérico quien frecuenta una escuela. En sentido más específico es quien sigue la doctrina de un maestro; o también “discípulos” son los adeptos, los iniciados de una asociación o de una secta: así  se habla de los discípulos de Pitágoras, Mahoma. Pero nosotros queremos hacer caer en la cuenta que tomamos el  término “alumno” entendido como actuante en los talleres de arte de siglos  del renacimiento; esto es, aquel que desea y necesita aprender, que sería el sentido de Comenio al declarar que “se debe enseñar todo a todos”, o aquel participante en las escuelas activas nacidas a partir de Juan Jacobo Rousseau. De ahí que nosotros empleemos preferentemente el término “estudiante”, y sólo en algunos vocablos la palabra “alumno”.

Amistad: según Gardner, la “confianza mutua en una amistad hace que esta relación sirva por excelencia como tubo de escape para los problemas que vive el alumno. Estos pueden ser problemas de motivación o problemas de hogar. Sólo el poder hablar de ello en confianza puede ser todo un alivio. Un(a) amigo(a) que está presente en el salón y que también ayude en el aprendizaje del curso, puede dar a una relación de amistad doble rendimiento.
   Además, las amistades representan el lugar de ejercicio por excelencia para probar los nuevos criterios y habilidades sociales.” (Aprendiendo juntos, 1995)

Análisis: es una operación intelectual que implica la observación; contribuye a poner en evidencia las tensiones más manifiestas, pero también las tensiones ocultas que han de ser decodificadas; contribuye a eliminar los datos no pertinentes al problema propuesto, a limitar las interacciones y luego a ordenarlas, al menos temporalmente.  El análisis contribuye a poner en evidencia las tensiones más manifiestas, pero también las tensiones ocultas que han de ser decodificadas. Contribuye,  también, a eliminar los datos pertinentes al problema propuesto, a delimitar las interacciones y luego a ordenarlas, al menos temporalmente. Según Osborn consiste “en separar las partes que exigen ideas y las que piden, simplemente, un juicio” .
   El análisis conduce a quebrar el problema, a fin de abordarlo desde un ángulo diferente. El análisis, y gracias a una gran movilidad mental, se realiza un vaivén entre lo simple y lo complejo (la unidad y el conjunto de unidades heterogéneas), entre lo concreto (el objeto palpable) y lo abstracto (las ideas, los conceptos). Tiene en cuenta todos los datos del problema, sin limitarse a una visión de especialista, es decir, abre ampliamente su campo de conciencia, viendo las cosas con “ojos nuevos”.

Apoyo social: P Roeders manifiesta que el “apoyo social proviene de la presencia de personas con las que uno puede contar en caso de necesitar ayuda, estímulo, atención y cuidado. Un sistema de apoyo social consta de personas quienes resuelven tareas y buscan alcanzar objetivos en conjunto y proveen al otro de los medios necesarios (medios materiales, información, habilidades, conejos, etc.) para que aprendan a manejar y vencer situaciones que causan estrés movilizando las propias reservas psíquicas. Un sistema de apoyo social contiene relaciones de amistad y otras relaciones sociales que favorecen confianza mutua. Otros aspectos importantes de tal sistema son la disponibilidad de(l) otro(s) cada vez que sea necesario y la satisfacción que se experimenta por el apoyo prestado y obtenido.

Aprender a aprender: la habilidad para aprender nuevas tareas más rápidamente, como resultado del transfer acumulado de experiencias de aprendizaje, se llama “aprender a aprender”. Los monos de Harlow, entrenados en la realización de diversas tareas de aprendizaje, llegaban a ser progresivamente más eficaces en el aprendizaje a medida que resolvían diversos bloques de problemas. Los animales aprendían que si el incentivo estaba en la primera elección hecha, la debían repetir; de lo contrario, tenían que hacer otra elección. Este nivel de ejecución indica la aparición de una “disposición” o sed de aprendizaje en la situación problema.
    En el aprendizaje humano, y sobre todo escolar, resulta de máximo interés este principio de aprender a aprender como consecuencia de las nuevas corrientes psicopedagógicas que han puesto de relieve el carácter activo de los estudiantes y la naturaleza constructiva del conocimiento humano. De esta forma, es más provechoso organizar las situaciones escolares de tal manera que los estudiantes adquieran técnicas, instrumentos y estrategias que les permitan aprender por sí mismos, es decir, aprender a aprender, antes que adquirir meros contenidos curriculares.
   El aprendizaje instrumental o procedimental refuerza uno de los objetivos fundamentales de la Educación de Personas Adultas: aprender a aprender. Enseñar lo que pueda servir para seguir aprendiendo fuera de los marcos o de los programas formativos. Dada la imposibilidad de aprender todos los conocimientos, hay que priorizar el desarrollo de las capacidades y habilidades que permitan un aprendizaje continuo a partir de unos determinados conocimientos. Ejemplo: aprender a seleccionar y utilizar críticamente la información es un factor fundamental. No podemos olvidar que los conocimientos son un instrumento de trabajo imprescindible para el desarrollo en la actual sociedad de la información.
   El punto de partida del aprendizaje ha de estar en las habilidades de las personas adultas. No presuponer que no saben por el hecho de que no lo saben de una determinada manera (la nuestra).
   La educación ha de partir de una concepción globalizadora e interdisciplinar del conocimiento. La interdisciplinariedad supone una relación estrecha entre las diversas áreas del conocimiento facilitando así la comprensión de la realidad, a través de las aportaciones de los participantes.

Aprendizaje: es el proceso psíquico e intelectivo mediante el cual se aprehende una cosa, propiedad o fenómeno; se realiza mediante la relación y confrontación con el mundo que nos rodea; pues estamos en permanente aprendizaje dado que vamos descubriendo, interpretando o modificando la realidad que nos circunda.
   El aprendizaje, como resultado de la búsqueda continua de la verdad, es la responsabilidad más comprometedora que tiene el hombre en estos momentos. Pues con mucha razón G. Michel (1981) afirma: "Las actuales circunstancias del proceso educativo, que se realiza en condiciones que limitan y obstaculizan la comunicación entre educadores y educandos, hacen indispensable que el aprender se conciba no como la recepción pasiva de un conjunto de conocimientos, más o menos memorizados, repetidos y digeridos otros, sino como una búsqueda personal, demasiado laboriosa, que nace en la propia responsabilidad, dentro de cada individuo. Tal búsqueda se podrá considerar concluida, únicamente cuando se haya encontrado lo que se pretende”.
   Para P. Roeders, “el aprendizaje y la enseñanza en la escuela no solamente se centran en la adquisición de conocimientos y habilidades específicas de una materia, sino también en el desarrollo de la personalidad (como creatividad, autoconfianza, autoestima), y las habilidades sociales de los alumnos” (Aprendiendo juntos, 1995).
   El aprendizaje realizado en colaboración propicia que los estudiantes desarrollen más confianza propia, desechen prejuicios sociales, desarrollen una actitud más positiva hacia la escuela y hacia ellos mismos, y estrechen más los lazos de amistad. Pues las relaciones de amistad tienen un efecto positivo sobre los avances del aprendizaje, así como sobre la reducción de la cantidad de problemas. Ello significa que estimular explícitamente la formación de amistades y trabajar con ellas en grupos de aprendizaje, presenta soluciones más prontas a los problemas que experimentan los estudiantes.
    Con todo, y sin desvalorizar el papel que cumple la acción cooperativa, Gardner y muchos otros pensadores atribuyen papel importante al estudiante en el proceso de aprendizaje; pues el aprendizaje es un proceso que se lleva a cabo siempre a través de las actividades propias que el estudiante realiza en interacciones con los objetos sobre los cuales se adquieren conocimientos, en interacciones con otras personas y donde la materia  de aprendizaje se encuentra en el punto central, o medio de la propia reflexión activa.
   “Este proceso básicamente está referido al cambio cualitativo de los conocimientos previos que el alumno posee y se hace posible la implicación activa y comprensiva del que aprende. Se aprende sólo si se establece relaciones sustantivas, se asigna nuevos significados al objeto de conocimiento. Cuanto más relaciones encuentre entre lo que sabe y el nuevo aprendizaje, más “significativo” será éste y más fácilmente podrá asimilarlo a su estructura cognoscitiva...” (Documento de la Comisión Central del Bachillerato, 1999)

Aprendizaje activo: Es un aprendizaje liberador, pues propicia la participación de todos; se fundamente en la concepción de una realidad cambiante; estimula la creatividad, criticidad, cooperación y compromiso.
   El aprendizaje activo busca que el estudiante no se considere ni sea considerado como un hombre-cosa, sino, como persona que transforma el mundo en que vive. Promueve la humanización de todos los hombres al realizarse en la constante relación y problematización del hombre frente al mundo.
    P. Roeders afirma que “en relación a los diferentes canales a través de los cuales aprendemos, se presenta otro fenómeno, es decir aquel donde la información se retiene mejor cuando esta llega a nosotros a través de varios canales. Aprendemos más de una película con texto hablado que de las imágenes o del texto solo. Aprendemos mejor si no solamente leemos sobre el contenido de una pirámide, sino también si podemos manipularla en su forma de pirámide”. (Aprendiendo juntos, 1995)
   El trabajo activo en equipo desarrollado por los estudiantes es una fase principal en el proceso. Para ello, es de importancia esencial que a lo largo del aprendizaje reine una atmósfera relajada y tranquila dentro el salón de trabajo.

Aprendizaje activo (características del): El aprendizaje activo conlleva las siguientes características:
a. Individualidad: el aprendizaje es personal y, consecuentemente, fruto del esfuerzo individual, pues nadie aprende por otro.
b. Unidad: la persona bio-sico-social del estudiante es dinamizada en su totalidad, es decir, no aprende el brazo o el tórax, aprende el ser unitario que responde a las diferentes situaciones ante las cuales está.
c. Funcionalidad: en la medida que responde a las necesidades e intereses del estudiante.
d. Intencionalidad: responde a una intención directriz preestablecida, a un propósito deliberado que está presente desde el inicio del aprendizaje.
e. Dinamicidad: es eminentemente activo; se aprende haciendo; pues debe adaptarse y readaptarse a las circunstancias a fin de alcanzar los objetivos trazados. “Aprender, afirma Mc. Geoch, es modificar una pauta de respuesta en virtud de la experiencia”.

Aprendizaje comunicativo: El aprendizaje comunicativo permite desarrollar el proceso de aprendizaje basado en la interacción entre iguales. Hace más énfasis en el proceso de adquisición del conocimiento que en los resultados del aprendizaje. Establece la necesidad de llegar a consensos para progresar en el conocimiento. El disenso, lejos de convertirse en una resistencia que bloquea el aprendizaje, provoca un conflicto, la resolución del cual supone una importante fuente de motivación.
  Entender la educación, no como un proceso sino como un camino preestablecido y en cierto sentido externo a la persona, para llegar a una meta determinada (un título, unos conocimientos concretos) implica la negación de la creación y, en el sentido más profundo, implica una educación centrada más en los aprendizajes individuales de conocimientos y habilidades que en los procesos y los cambios vitales y personales.
   Con frecuencia "lo que se enseña con más éxito a los alumnos es a estar escolarizados", es decir a ser alumnos o, generalizando más a sentirse y reconocerse miembros de la institución educativa. Profundizando en el aprendizaje comunicativo se podrá evitar que la inserción en un ámbito educativo (con frecuencia pseudoinfantil) provoque sumisión frente al saber, la persona que sabe, y también una presencia sempiterna en el centro, ...
   El aprendizaje comunicativo rompe la estructura clásica de las relaciones propia de las concepciones educativas tradicionales. No se da una relación vertical y entre un sujeto poseedor del conocimiento (profesor) y el objeto receptor (alumno) sino un diálogo intersubjetivo. esto hay que insistir en la ayuda mutua: todos aprendemos y enseñamos a partir de lo que cada uno aporta como bagaje cultural. La ciencia se hace a través de la comunicación multidireccional entre personas.

Aprendizaje constructivo: dentro del enfoque constructivista,  el aprendizaje no sólo debe descansar sobre la transmisión de ideas y conocimientos, sino, especialmente, en el aprendizaje que cada estudiante va construyendo de forma activa  y conforme a sus interacciones significativas. Para realizar este proceso de aprendizaje el estudiante debe:
a. Actuar sobre el objeto o fenómeno, introduciendo transformaciones;
b. Reconocer que todos los datos y hechos científicos se originan o son creados por estas interacciones (sujeto-objeto) que son ininterrumpidas;
c. Valorar el planteamiento piagetano, según el cual la construcción de conocimiento se realiza a través de la interacción del sujeto (experiencia sensorial y razonamiento) y el objeto.
    P. Roeders manifiesta que estudios últimos sobre trabajo cooperativo vienen “descubriendo  varios asuntos:
1. Discusiones durante el aprendizaje cooperativo estimulan el descubrimiento y el desarrollo de habilidades cognitivas más que procesos individuales de razonamiento que se realizan en otras formas de aprendizaje.
2. Una participación activa en grupos de aprendizaje cooperativo conduce inevitablemente a una confrontación con otras opiniones, ideas e informaciones. Si se trata esta situación de una manera correcta, estas contraposiciones pueden rendir más rápidamente un mejor resultado de aprendizaje y una mejor comprensión de la materia de estudio.
3. Discutir activamente los argumentos de cada uno al resolver las tareas en conjunto resulta ser el mayor aporte al resultado final del aprendizaje que las diferentes formas de interacción pueden brindar. Una condición para ello es que esto se lleve a cabo de una manera placentera.
4.  El trabajo en pequeños grupos de composición heterogénea resulta el más efectivo en cuanto a la adquisición de conocimientos nuevos. La heterogeneidad, en este caso,  siempre se refiere al conocimiento y comprensión con respecto a la tarea de aprendizaje. La heterogeneidad no debe ser excesiva por dos razones. En primer lugar, existe una gran posibilidad de que se omitan ciertos pasos necesarios en el proceso de razonamiento y desarrollo si la diferencia es demasiado grande entre los alumnos. En segundo lugar, la relación entre alumnos con igual nivel de conocimiento y habilidades no difiere esencialmente de la relación marcadamente diferenciada entre un docente adulto y un alumno.
5. En grupos de composición homogénea en cuanto a conocimiento y habilidades, pueden surgir las soluciones más originales  y creativas a temas y problemas. Los grupos homogéneos, sin embargo, también corren el riesgo de tomar decisión unánime en camino equivocado (Guldemond, 1994). Si no deseamos que ocurra, se puede usar esta composición de grupo para las formas de aprendizaje descubridor.
6. La discusión entre alumnos durante el aprendizaje cooperativo resulta en una mayor incidencia de repetición de información, argumentos, explicaciones, etc. Tales repeticiones son necesarias para almacenar efectivamente la información en la memoria y tenerla lista y almacenada también a largo plazo.” (Aprendiendo juntos, 1995)
   La concepción constructivista del aprendizaje explica de qué manera la persona construye sus propios significados a través de una reconstrucción activa y progresiva de interacción con su medio sociocultural y con las personas que lo integran. El "alumno" no es un mero receptor pasivo ni la escuela una institución exclusivamente reproductora, ajena a los diferentes contextos socioculturales.

Aprendizaje (Estrategias de): la necesidad de nuevas estrategias de aprendizaje que hicieran posible el desplazamiento de las concepciones espontáneas y los conocimientos científicos, ha dado lugar a propuestas que (al margen de algunas diferencias, particularmente terminológicas) coinciden básicamente en concebir el aprendizaje de las ciencias como una construcción de conocimientos, que parte necesariamente de un conocimiento previo. Se puede hablar así de la emergencia de un modelo constructivista de aprendizaje de las ciencias (Novak, 1988) que integra las investigaciones recientes sobre didáctica de las ciencias (Hewson, 1981; Posner et al, 1982; Gil 1983; Osborne y Wittrock, 1983; Resnick, 1983; Driver, 1986 y 1988; Hodson, 1988...) con muchas otras contribuciones precedentes (Bachelard, Kelly, Piaget, Vigotsky, ...). Driver (1986) resume así las principales características de la visión constructivista:
? Lo que hay en el cerebro del que va a aprender tiene importancia.
? Encontrar sentido supone establecer relaciones: los conocimientos que pueden conservarse permanentemente en la memoria no son hechos aislados, sino aquellos muy estructurados y que se relacionan de múltiples formas.
? Quien aprende construye activamente significados.
? Los estudiantes son responsables de su propio aprendizaje.
    A partir de las ideas de Toulmin (1977) sobre filosofía de la ciencia, Posner et al identifican cuatro condiciones para que tenga lugar el cambio conceptual:
   1. Es preciso que se produzca insatisfacción con los conceptos existentes;
   2. Ha de existir una concepción mínimamente inteligible que debe llegar a ser plausible, aunque inicialmente contradiga las ideas previas del alumno; y
   3. Ha de ser potencialmente fructífera, dando explicación a las anomalías encontradas y abriendo nuevas áreas de investigación.
   Una cuidadosa consideración de las características básicas del trabajo científico a la luz de las orientaciones epistemológicas actuales, nos permite alcanzar la conclusión de Gil (1983): "Se dibuja así con toda claridad el paralelismo entre los paradigmas teóricos y su desarrollo -incluidos los periodos de crisis o cambios de paradigmas - y los esquemas conceptuales de los alumnos y su desarrollo, incluidas las reestructuraciones profundas, los cambios conceptuales".
   “Estas estrategias estarán frecuentes en el desarrollo de los diferentes cursos del área. Por ello se plantea una estrategia de aprendizaje en el que se aprecia una secuencia metodológica que comprende momentos interrelacionados y estrategias metodológicas que harían posible la vivencia de situaciones de aprendizaje más adecuadas y ricas en posibilidades.
   Se considera, además, el rol del docente y la organización de los alumnos.
 
 

SECUENCIA METODOLÓGICA

ESTRATEGIAS METODOLÓGICAS

1. Motivación: Condición previa del aprendizaje. Proceso permanente donde se despierta el interés y se mantiene todo el proceso hasta lograr el aprendizaje.

Para recuperar los saberes previos:

    • Representación de hechos reales (video, T.V)
    • Descripciones
    • Preguntas (cuestionarios)
    • Trabajo en grupo
    • Uso de técnicas como el metaplan
    • Diálogos entre docentes y alumnos
    • Ejemplos, mapas, etc

2. Momento principal: En el que se produce el conflicto a partir de los conocimientos previos, y se logra la construcción del aprendizaje.

Para producir conocimiento:

    • Preguntas con secuencia lógica: ¿qué se ha planteado, cómo, qué? Si está equivocado ¿Cómo debería ser?
    • Soluciones de problemas
    • Análisis de casos
    • Técnicas como los esquemas, mapas conceptuales, uso de textos seleccionados

3. Aplicación: Se utiliza el aprendizaje en situaciones parecidas, comprueba el nuevo saber.

Para asegurar la calidad de su aplicación:

    • Elaboración de resúmenes
    • Esquemas
    • Mapas conceptuales


 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

 

. Evaluación:

    • Qué evaluar, ¿qué conocimientos previos, el proceso o una parte?

Cuándo: ¿al inicio? ¿durante el proceso, al final?

    • ¿En base a qué criterios (aprende o no)
    • Uso de instrumentos.

(Documento de la comisión Central del Bachillerato, 1999)
 
 

Aprendizaje (factores del): El aprendizaje consiste en adquirir nuevas formas para hacer las cosas o para satisfacer los deseos. El término aprendizaje es mucho más amplio que el vocablo condicionamiento, pues abarca desde el simple proceso del reflejo condicionado hasta la más compleja solución de problemas. En cambio, el condicionamiento se refiere sólo a una forma de aprendizaje, la que está basada en alguna de las modalidades de condicionamiento: clásico o instrumental.
     “El aprendizaje es un proceso bien definido cuando se realiza de acuerdo con un número de principios y reglas. De ahí que se consideran seis factores que facilitan el aprendizaje:
1) Motivación: Quiere decir tener el deseo de hacer algo. Tienes motivación: a) si sabes exactamente lo que esperas obtener de tu estudio; b) si realmente te interesa lograrlo.
     Para tener motivación al preparar una lección debes tener  presente:
      Primero: determina con claridad en tu propia mente, lo que debes conseguir durante este período de trabajo, es decir, define "los objetivos" de trabajo. Segundo: contesta la pregunta ¿cómo me ha de ayudar en mi vida futura este material? Recuerda que el material no se incluye en el plan escolar de estudios sólo para llenar espacio o tiempo. La respuesta estará presente si tú la buscas. Relaciona siempre el material que estás estudiando con el trabajo que esperas realizar más tarde en tu vida.
2) Concentración: Representa el enfoque total de tu atención, la potencia absoluta de tu mente sobre el material que estás tratando de aprender. Para concentrarte efectivamente en tu trabajo debes estar preparado para hacer ese trabajo. Debes estar motivado y haber desarrollado cierta clase de interés o de curiosidad respecto al material. El interés se presenta como una consecuencia del conocimiento. Si empiezas a aprender algo sobre un asunto, irás desarrollando cierto interés sobre él conforme aumenta tu conocimiento. Procura aislarte de los elementos físicos que puedan atraer tu atención.
3) Actitud: Debe ser como la de un deportista que en el campo tiene que correr, girar, saltar, etc. La educación depende completamente de que tomes parte activa en los procesos de aprendizaje. El aprendizaje es directamente proporcional a la intensidad de la reacción que ofrezcas ante él y depende del vigor con que pongas tu mente a pensar y a trabajar efectivamente en las ideas que vas a aprender. Una forma de estimular la acción mental es tomar notas en la clase o en el momento de estar leyendo. Tomar notas es uno de los procedimientos ideales para conservar tu mente alerta y ocupada respecto a lo que tus ojos o tus oídos están percibiendo. El aprendizaje no se realizará si no hay una reacción mental de alguna clase hacia lo que se escucha o se lee.
4) Organización: Debes conocer la organización de todo el material, la forma en que todo se reúne para formar una estructura completa. Si puedes comprender la idea básica de lo que se trata y los puntos principales que expone el autor o maestro, podrás seguir cada una de las ideas individuales y colocar cada una de las "piezas" de la información con mayor facilidad e inteligencia. Si conoces el todo, puedes decidir fácilmente en dónde encaja cada una de las partes que proporciona el maestro o el autor.
   Este procedimiento se conoce como método "del todo a la parte". Primero adquiere el concepto general de lo que vas a aprender y después de los detalles por medio de un estudio más concentrado. Los detalles adquieren significado cuando descubres la relación entre ellos y el tema como un todo. Por ello, debes permanecer constantemente atento cuando leas o escuches, para relacionar los detalles que el autor o el maestro te han proporcionado con la idea que previamente te habías formado de todo el tema.
 5) Comprensión: Es realmente la verdadera finalidad hacia la que conducen los cuatro factores anteriores. La actitud es necesaria porque la comprensión es la consecuencia del análisis y de la síntesis de los hechos e ideas. La organización es necesaria, pues uno debe percibir la relación que existe entre las partes de la información y los principios, antes que pueda comprenderse su significado e importancia. Motivación, actitud, organización y concentración pueden compararse con las cuatro patas de una mesa, en la cual la comprensión viene a ser la cubierta.
    La comprensión equivale al entendimiento, pues su propósito es penetrar en el significado, sacar deducciones, admitir las ventajas o razones para aprender, adquirir el sentido de algo. La comprensión consiste en asimilar, en adquirir el principio que se está explicando, en descubrir los conceptos básicos, en organizar la información y las ideas para que se transformen en conocimiento, en lugar de tener tan sólo una mezcla confusa de hechos, carente de todo método.
  6) Repetición: Para recordar una cosa, debemos repetirla. La materia estudiada quince minutos al día durante cuatro días, o aún quince minutos a la semana, durante cuatro semanas, probablemente se recuerde mucho mejor que la estudiada una hora y que nunca más vuelve a revisarse. Puedes "repasar" determinado material veinticinco veces sin aprenderlo. Para que la repetición sea provechosa debes aplicar los principios de motivación, concentración, actitud, organización y comprensión. Sólo poniendo en práctica estos principios, la repetición te permitirá aprender. La forma más eficaz de repaso consiste en recordar el material leído sobre un tema y en consultar el libro de texto o tus notas únicamente para confirmar el orden del material o para comprobar y complementar lo entendido”. (R. Abarca en El trabajo Intelectual: una metodología)

Aprendizaje individual y social: El aprendizaje parte de uno y así da sentido a la vida interna, pues forma el carácter y robustece la voluntad. Pero esta individualidad está exigiendo la puesta en práctica de la sociabilidad. El hombre solo no podría existir ni menos desarrollarse, consecuentemente, todo trabajo grupal dinámico es aporte para el desarrollo propio y  el de los demás.
    Para hacer vida democrática y comunitaria, fundada en el diálogo y la participación, es necesario:
a. Alimentar y ejercer el esfuerzo común y la colaboración.
b. Precisar y definir objetivos comunes realizables.
c. Tolerar y aceptarnos mutuamente.
d. Desestimar la competencia individualista.
e. Intercambiar informaciones, experiencias, etc.
f. Posibilitar que cada uno ejecute la parte que debe realizar.
g. Propiciar que cada uno asuma sus responsabilidades.
h. Estar prontos a someternos a la disciplina común.

 

Aprendizaje piagetano: al abordar el aprendizaje, Piaget distingue dos vocablos “aprendizaje” y “desarrollo”. Según él, el desarrollo tiene que ver con los mecanismos generales de la acción y el pensamiento y en su sentido más amplio pertenece a la inteligencia. A su vez, el aprendizaje está relacionado con la adquisición de destrezas específicas así como también con la recepción de información específica.
   Consecuentemente, el desarrollo general de la inteligencia es la base para cualquier aprendizaje. El aprendizaje se da cuando el niño dispone de los mecanismos generales que le permiten asimilar la información contenida en un acto de aprendizaje; lo cual no excluye que el niño realice aprendizajes determinados, pero carentes de significación si él no posee la capacidad general que los relacione de manera significativa.
   Kamii hace percatarnos que Piaget rechazó el modelo E – O – R (Estímulo – Organismo – Respuesta) “porque éste asume que el organismo percibe y recibe los estímulos desde el exterior en una forma pasiva”, consecuentemente, éste no estimula el organismo, ya que debe ser el organismo el que actúe sobre el estímulo. Tal modelo es un esquema teórico que pretende considerar el comportamiento humano a través de los tres elementos básicos: estímulo, organismo y respuesta.
   Frente a los planteamientos del estímulo defendidos por Skinner, Popper sostendrá que debemos dejar a las palomas y a los  animales con quienes  se realiza el estímulo, no estando el hombre en tal lugar.

Aprendizaje significativo: Sidney Jourard dice:“El hombre aprende cuando lucha para alcanzar las metas y proyectos que significan algo para él”. El psicólogo norteamericano David Ausubel de orientación cognitiva, propuso (lo que se conoce como aprendizaje significativo) cuatro clases de aprendizaje distribuidas en dos continuos:
    a.   1) recepción          -     3) descubrimiento
    b.   2) repetitivo          -     4) significativo
    Ausubel considera que básicamente se aprende por recepción, pues el maestro transmite los conocimientos ya acabados. Este no es malo; pero debe propiciarse que sea significativo buscando que el estudiante descubra el sentido de lo que aprende.
   Manifiesta que comúnmente se ha confundido las dos dimensiones, pues se pensaba que el aprendizaje por recepción era siempre repetitivo. Su esfuerzo está en demostrar que el papel del maestro está en que el aprendizaje por recepción (las lecciones y tareas que se enseña directamente en el aula) sea significativo y tenga sentido.
   Por tanto, para que haya aprendizaje significativo, se requiere que los contenidos estén relacionados de un modo sustantivo con los conocimientos previos que trae el estudiante. Por ello recomienda que se eliminen los aprendizajes memorísticos.
   En las escuelas donde los alumnos no están acostumbrados a sentir la responsabilidad de su propio aprendizaje, debe orientarse a cumplir ese propósito en tanto compromete a la persona en su totalidad: su mente, sus sentimientos, su espíritu. Por eso, el significado del aprendizaje se genera en el interior de la persona y se construye tomando en cuenta su experiencia global. El estudiante encuentra relación personal con el objetivo a desarrollar, con los contenidos y demás elementos componentes del aprendizaje.
  El aprendizaje significativo es un proceso de construcción de conocimiento (conceptual, procedimental y actitudinal) que se da en el sujeto en interacción con el medio. Un aprendizaje significativo es siempre perfectible y sobre todo funcional, útil para seguir aprendiendo y aplicarlo en la solución de problemas de la vida cotidiana. El niño y el adulto aprende mejor de lo que le es personalmente importante y significativo, es decir, en el desarrollo de actividades y en la investigación y resolución de problemas que a él  le son relevantes en función de su personalidad, nivel de desarrollo psicológico y emocional, sus gustos, necesidades, etc. El aprendizaje significativo busca desarrollar las potencias del estudiante, que le posibilite un interactuar eficaz y eficiente en su medio natural y social.
      El aprendizaje significativo vincula y organiza los aprendizajes nuevos en función de los conocimientos previos que ya posee la persona. Aprender alguna cosa -un concepto, una estrategia, un valor - requiere dotar de significado el contenido en cuestión. La persona construye sus propios significados de manera significativa a partir de algo que ya existe en el mundo objetivamente.
   Por esta razón, hay que conocer el bagaje cultural, los conocimientos previos y cómo los ha adquirido (educación formal, no formal, informal, etc.) para que la persona construya nuevos significados. Hay que establecer vínculos substantivos entre los nuevos significados, los contenidos a aprender y lo que ya se sabe.

El centro ha de ser capaz de implicar al adulto en la comunicación y la solución de sus propios planteamientos educativos, tanto los inmediatos como los que se proyectan a medio y largo plazo. No se puede primar ni lo inmediato ni lo global básico. El equilibrio es lo que ha de dar sentido a una verdadera educación. La estructura formativa del centro habrá de facilitar esta implicación en/con los objetivos, la evaluación, la metodología.
  Con la voz de los participantes, el conocimiento y la interacción con el medio serán más fáciles y dinámicos. Pero la microdinámica del centro y de la población que atendemos no puede hacer olvidar las realidades globales (educativas, sociales, culturales, ...) en que nos movemos. Es decir, habría que evitar que en la selección de objetivos, de contenidos, de conocimientos, etc. nos centremos excesivamente en las problemáticas inmediatas.
   La funcionalidad de los aprendizajes significativos facilita su aplicación en la resolución de problemas en contextos diferentes a los de su realización y asegura la motivación y la implicación de los participantes en el proceso formativo, evitando de esta manera el aprendizaje mecánico y repetitivo y en muchos casos que la persona adulta abandone el proceso de formación.

Aprendizaje (Actividad significativa del): toda actividad debe tener sentido para el estudiante a fin de que se involucre y movilice sus capacidades cognitivas, activas y motoras. Pues, la actividad significativa es el conjunto de experiencias estimulantes organizadas coherentemente que busca  en el estudiante un aprendizaje significativo. Debe presentarse dentro de un contexto, ligada a los acontecimientos de la vida cotidiana de los estudiantes, sus intereses, deseos, fantasías y juegos. Se debe promover un gran diálogo sobre los saberes que los estudiantes traen , y el que ofrece la escuela.
  El aprendizaje debe ser funcional, relacionado con el saber hacer, con el transformar la realidad, para poder desempeñarse y manejar situaciones. Ello debe responder a un enfoque integrador, globalizado y propiciar que los estudiantes relacionen y conecten aspectos de la realidad entorno al tema que tratan.
   Las actividades significativas pueden y deben integrar o relacionar:
- Procesos: descubrir, comparar, agrupar, nombrar, representar, expresar, plantear alternativas y soluciones, responder originalmente, valorar, colaborar, decidir, etc.
- Contenidos: Naturaleza, geografía, ecología, historia, lenguaje, matemáticas, economía, arte, etc.
- Aspectos: Cognitivos, afectivos, motores y valorativos.

Apuntes: "El hecho de tomar apuntes, afirma R. G. Hernández, estimula, dirige y canaliza el aprendizaje, pues al hacerlo se estará logrando una mejor concentración, se tendrá una atención activa y al mismo tiempo intervendrán varios sentidos, con lo cual resulta un mejor aprendizaje" (El éxito en tus estudios, 1996)
   La cuestión de los apuntes o notas es de gran trascendencia en la vida intelectual. Nuestra memoria es débil y fácilmente se nos olvidan las cosas leídas y oídas; es menester apuntar para poder recordar.
   Las condiciones para tomar notas con cierta eficacia son:
        a. Anotar las ideas y no las palabras
        b. Analizar lo que se escucha.
        c. Preguntar todo lo que se considere pertinente
        d. Relacionar siempre las ideas nuevas con otras.
        e. Hacer resúmenes breves, ordenados y funcionales
   Debemos tener muy claro que tomar apuntes no es un fin en si mismo, sino un medio auxiliar de estudio. El estudiante no debe ser esclavo de los cuadernos de apuntes, sino que, por el contrario, los apuntes deben ser servir para mejor estudiar
  Los apuntes deben estar organizados y caracterizarse por:
- La presentación ordenada y jerarquizada de las ideas.
- La unidad de títulos y subtítulos.
- Expresiones claras, precisas, concretas y sin ambigüedades.
- Ser escuetas y sin laconismo.
- Globalizantes sin ser copia fiel del original.

Autoaprendizaje: es un proceso de estudio en el cual el protagonista es el mismo estudiante, en la medida en que se convierte en actor de su propio desarrollo, poniendo en acción, racionalmente, sus recursos y potencialidades. Es aprender en forma autónoma e independiente, sin requerir la presencia de un profesor. El autoaprendizaje implica la autoliberación.
   Según José Martí, “el mejor sistema de educación es el que se prepara para aprender por sí mismo”. El autoaprendizaje puede realizarse en grupo o en forma individual, rechazando el enclaustramiento convencional en las aulas. El autoaprendizaje conlleva:
1) Planificar lo que debemos estudiar ejecutando todo con la mayor exactitud.
2) Estudiar con dedicación a fin de poder aplicar los nuevos conocimientos.
3) Conocer y aplicar las técnicas de estudio que nos den mejores resultados.
4) Precisar las ideas principales, tomando apuntes, planteándose interrogantes y formulando las respuestas precisas, elaborando ejemplos, resúmenes acordes con las realidades y actuando con conciencia crítica.
5) Autoevaluarse frecuentemente a fin de superar los errores y fortificar los logros.

Atención (Modelos de): D. E. Broadbent presenta un modelo de tres estructuras básicas: un almacén de memoria inmediata de gran capacidad, un filtro y una memoria a largo plazo. Se supone que la información  procedente de los órganos de los sentidos llega hasta el almacén de memoria inmediata. Desde este almacén, la información puede pasar a través de un filtro selectivo, para ser luego almacenada de forma más permanente o quizá para una elaboración posterior. Este filtro es el mecanismo que llamamos atención y no tiene otro propósito que proteger la capacidad limitada del canal de procesamiento.
   Hay que tener en cuenta que el filtro no rechaza la información de forma aleatoria, sino sobre la base de claves físicas tales como la localización espacial, la voz, la intensidad, etc. De acuerdo con las ideas de Broadbent, de este modelo se deriva la existencia de dos grandes sistemas. La información que no pasa el filtro se mantiene en un sistema perceptual, el llamado sistema S. La información en el sistema S  se deteriora rápidamente y tiene una duración de unos segundos. La información que pasa el filtro selectivo entra en el sistema P, donde queda almacenada largos períodos de tiempo.
   El sistema P (la estructura cognitiva) tiene una capacidad de procesamiento limitada y puede procesar mucho menos de lo que entra al organismo las rutas sensoriales. De ahí la necesidad de la atención. Se puede entender tanto la atención como una puerta que da entrada a una parte de la información y excluye al resto de ella. Constituye así una especie de filtro de carácter defensivo, pues se recibe más información a través de los canales sensoriales de la que el canal de capacidad limitada puede manejar. Es decir, el procesamiento inicial paralelo de la información es seguido de un procesamiento serial para evitar una sobrecarga del sistema de procesamiento.


 

 

   Se trata de la imagen global que el sujeto tiene de sí mismo como persona, y abarca ideas, opiniones, evaluaciones y creencias. Ahora bien, el espejo donde uno ve esas ideas o creencias de sí mismo lo forman las evaluaciones que otros hacen de él, especialmente los padres, los profesores y los iguales. De ahí la importancia que tiene el proceso de socialización para el autoconcepto.
    En términos generales, los sujetos con autoconcepto elevado tienden a ser social y físicamente activos y obtienen buenos resultados académicos y sociales. Físicamente presentan pocas alteraciones psicológicas, como fatiga, dolores de cabeza o insomnio. Son realistas con relación al conocimiento de sus aptitudes, que concuerdan generalmente con los resultados de los test. Comparados con los sujetos de bajo autoconcepto, son más expresivos y creativos que éstos, tienen más éxito en las relaciones sociales y suelen participar en los debates y discusiones públicas.

Autoconcepto: es un constructo surgido del análisis operacional de la antigua cuestión filosófica: ¿Quién soy yo?. Platón inicia el estudio del sí mismo entendido como alma. Aristóteles muestra una descripción sistemática de la naturaleza del yo. Agustín de Hipona hace el primer intento de introspección de un yo personal. En la Edad Media, la noción de autoconcepto permaneció en manos de pocos pensadores.
   René Descartes introduce su frase “pienso, luego existo”, colocando su “sí mismo” como base para poder hablar de sí mismo. Thomas Hobbes y John Locke daban más énfasis a la experiencia sensorial. Para el conductismo son “los tipos de apreciaciones verbales que hace  una persona respecto a sí misma”.
   Los defensores de la psicología cognitiva, Kelly, Sarbin, Epstein y Coopersmith consideran al sí mismo como una estructura cognitiva o conjunto de estructuras que organizan, modifican e integran funciones de la persona.
   Siguiendo a Carl  Rogers podemos decir que es el conjunto de juicios y actitudes de un individuo respecto de su modo de actuar, habilidades y aptitudes; pues en esta noción de autoconcepto o “autoestima”, según otros,  basó su psicoterapia, en cuya formación ejerce gran influencia la actitud de los padres.

 

  Los componentes fundamentales del proceso son, tanto las conductas de los sujetos y como la forma en que el individuo percibe la respuesta de los demás a esa conducta. En función de cómo cada uno percibimos que los demás responden a nuestras conductas y a nosotros mismos constituimos nuestro autoconcepto el cual, a la vez, determina en gran parte nuestras conductas y así se cierra el circuito convirtiéndose en un círculo dinámico de influjo permanente. (Citado Miguel A Zabalza en Diseño y Desarrollo curricular, 1995

Autoconciencia: no es otra cosa que llevar a la práctica la aptitud, exclusivamente humana, de reflexionar sobre los propios procesos de pensamiento, de distanciarnos de nuestros estados de ánimo, de nuestros sentimientos, y tener una visión propia de nosotros mismos y no exclusivamente de las percepciones y juicios de valor de los demás.
   Sin la autoconciencia no podríamos evaluar ni aprender de las experiencias de los otros ni de las propias experiencias, como tampoco nos sería posible destruir viejos hábitos negativos, ni crear nuevos hábitos positivos.
   Ser autoconsciente es verme a mí mismo, como un observador más: qué es lo que hago y qué lo hago, y ejercer la libertad, el poder de decisión interno de elegir mis propias opciones. Víctor Frnakl manifiesta: “la última de las libertades humanas: poder elegir la actitud de uno en cualquier ocasión, poder elegir la manera de ser de cada uno”
   Las personas autoconscientes centran sus esfuerzos en sus propios esquemas, en sus propios paradigmas, ejercitando su acción, trabajando sobre objetivos controlables. Las personas autoconscientes que han llegado a hacerse cargo de sí mismas, llevan consigo su propio microclima de autocontrol y equilibrio. Apenas se sienten afectadas los condicionantes, las circunstancias, el ambiente reinante, porque su consistencia, su paz interior, su fuerza impulsiva procede de auténticos valores, sentidos, pensados, elegidos y aceptados en lo más profundo de su mismidad con absoluta libertad.
   Ciertamente, las circunstancias favorables o adversas, los estímulos, los condicionantes nos afectan a todos. Lo que sucede es que todo aquel que ha llegado a ser “dueño de su destino, capitán de su alma” (como dice Henley), ante cualquier circunstancia o estímulo del signo que sea, presenta actitudes,  respuestas de coherencia y equilibrio psicológico, basadas en auténticos valores, en una poderosa coherencia interna.

Autoconocimiento: según Firederich Dorsch, es “la orientación del conocimiento al propio yo. Se trata de estudiar el sí mismo como representación configurada y duradera en la experiencia del individuo en sus peculiaridades (ser, conducta, predisposiciones, capacidades, actitudes, motivaciones). Esta representación posee su propia historia de desarrollo y es única en cada individuo” (Diccionario de psicología).
   En la antigüedad griega se exigió el autoconocimiento como base y presupuesto para el despliegue y configuración de la propia personalidad, según se desprende, por ejemplo, de la inscripción del templo de Apolo en Delfos: gnothi seauton (“conócete a ti mismo”). El autoconocimiento, la conciencia del sí mismo, descansa, una parte, en la autoobservación y, otra, en experiencias decantadas por la confrontación del hombre con los problemas en su medio ambiente y la comunicación interhumana.
   El esfuerzo constante por el autoconocimiento como exigencia profesional es subrayado por Langeveld, Spranger y Kerschensteiner para los pedagogos. Según H. Hector, el autoconocimiento no debe estar ligado a ningún sistema teórico y ha de comenzar con el examen  de la propia trayectoria vital, analizando las situaciones externas y las circunstancias psíquicas del desarrollo personal, y posibilitando así un juicio crítico de las particularidades de la propia condición psíquica actual.

Autocrítica: hay momentos en que todo parece fracasar: malas noticias, esperanzas fallidas, patrón de iniciativas, fracasos, etc. Aunque estos aspectos desagradables y frustrantes parezcan manifestarse simultáneamente, sin embargo, no todos son de la misma naturaleza. En orden a determinar el campo de posibilidades de nuestra intervención, no son lo mismo los azares de la existencia, contra los que no habría nada que hacer, que los efectos debidos a nuestras propias acciones.
   Por tanto, al examinar los caminos recorridos se puede hacer un análisis crítico que permita puntualizar los puntos defectuosos que están en el origen de nuestro fracaso: has confiado en una persona, y ésta te ha decepcionado: la responsabilidad también es tuya, porque no has sabido valorar bien a esta persona o porque has querido correr ese riesgo (todo riesgo lleva consigo la posibilidad de fracaso)...
   Has sufrido un leve accidente de automóvil: es fácil que tengas tu parte de responsabilidad, aunque jurídicamente no te la hayan imputado; ¿conducías con la necesaria precaución? Dicho de otra manera: la actitud positiva consiste en percibir lúcidamente una situación, sin echar, sistemáticamente, la culpa a otros.

Autodidactismo: la pedagogía contemporánea, al insistir en la idea de que el estudiante es el “centro” y el principal actor del aprendizaje, ha dado paso al “principio de Autodidaxia” (de autos = mismo y didasco = enseño), o “autodidactismo”, de donde se ha desprendido como lógica consecuencia, el lema o consigna: “aprender a aprender”.
   Este autodidactismo, que implica la actitud activa entendida, según Claparede, como “concepción funcional de la educación”, no debe entenderse como negación de la heteroeducación, como exclusión total de influjos externos, o como posibilidad absoluta de instruirse y formarse solo, sino, más bien, como “actitud intencional de perfeccionarse”, como decisión personal de responsabilizarse de su propio aprendizaje.

Autodisciplina: se da cuando los auxiliares y supervisores de la organización escolar dejan de funcionar tomando su lugar los alumnos o grupos de estudiantes que garantizan el cumplimiento del reglamento que han aceptado por sí mismos, o, incluso, lo han elaborado con el consentimiento de la autoridad. M. Flandrin manifiesta que cuando preguntaba a sus alumnos qué pensaban de la autodisciplina, no comprobó entusiasmo ni reivindicación. Es demasiado pesado, parecían decirle: es más fácil obedecer, y también más agradable desobedecer.

Autoevaluación: la autoevaluación como procedimiento y objetivo de la Educación de Personas Adultas favorece la crítica, la reflexión y la autonomía de la persona adulta. De todas maneras, el iniciar a los estudiantes de los primeros grados y de la básica en el proceso de autoevaluación, es muy importante, dado que irán adquiriendo mayor estima, descubriendo la seguridad en sí mismos y valorando cada acto que realicen. Un proceso educativo, sin autoevaluación, queda manco, es decir, incompleto; pues sólo en la autoevaluación se alcanza el verdadero cambio que debe generar la educación.

Autonomía: la actitud de independencia del sujeto creativo está frecuentemente ligada a un comportamiento autónomo cuando se trata de toma de decisiones, de criterios y, sobre todo, de afirmación de sí mismo. La autonomía del individuo se afirma sobre el plano de la existencia, de la organización y de la acción. El comportamiento autónomo (del griego autos, Sí mismo” y nomos, “ley”)  se desprende de una forma autónoma de pensar que significa, según Edgar Morin, “reflejar su creencia y su ignorancia, su confianza y su desconfianza” (Para salir del siglo XX, 1982). Ser autónomo es tener la posibilidad de disponer de sus propias leyes, de bastarse a sí mismo.

Autonomía (Construcción de la): la noción de autonomía no ha de concebirse en oposición con la idea de independencia. La autonomía se define por relación a una referencia exterior y no sí misma, es el resultado de una adquisición a partir de numerosas dependencias. Aunque éstas vengan en forma de obligaciones o reglas inherentes a la vida social en donde tienen lugar las experiencias, los desafíos, los escollos y las provocaciones, estas dependencias en ningún caso deben revestir un carácter agobiante o inhibidor. La autonomía relativa de la persona, lo mismo que el desarrollo de la personalidad no son posibles más que en las relaciones con los demás y en el conjunto de las estructuras sociales que están en el origen de la formación del individuo.
   La construcción de la autonomía se efectúa desde la más tierna infancia. Es en el momento de la identificación del yo, de la conciencia de un yo diferente de los otros, cuando debe respetarse el aprendizaje y el desarrollo de los procesos de autonomía. Esto no quita que el individuo adulto pueda conquistar cierta forma de autonomía al paso y a medida de su evolución, de sus cometidos y de las circunstancias vividas. El aprendizaje debe contribuir a esta adquisición haciendo que la persona descubra sus propias potencialidades, ayudándole a intensificarlas y poniéndole en situación de desarrollarse interiormente de una manera creativa.
   La autonomía y la libertad de acción no pueden ejercerse en el vacío, sino que brotan de la confrontación y de la práctica de la acción y de la comunicación.  Pues en la persona se nota una toma de conciencia y una representación de sí mismo que le permiten construir, reaccionar ante las múltiples presiones y descubrir sus propias aspiraciones. Así el individuo accede a la conciencia de sus necesidades o aspiraciones y de sus actitudes a lo largo de su vida; participa “activamente, dice José Manuel Rodríguez, en la formación de su espíritu, en el desarrollo de su yo y en su propio mundo de realizaciones. La conciencia se convierte en un importante elemento de defensa contra las manipulaciones que provienen del exterior” (Le conditionment di cerveau et la liberté de l’esprit, 1972)

Auto-organización: En el principio de auto-organización, dice Roeders, se pueden distinguir dos fenómenos dinámicos: autorrenovación y autotrascendencia. Autorrenovación es la tendencia que tiene un sistema para renovar continuamente sus componentes (ejemplo ciertas células corporales) y de conservar a la vez su estructura total. Un sistema tiende a mantenerse como estructura total, pero tan pronto como sienta la amenaza de ser perturbado, las fuerzas internas intentarán restaurar la estructura. La conducta de los componentes del sistema está, en principio,  limitada a la razón, es decir, limitada a estas acciones para que no perturben el sistema.

Autotrascendencia es la habilidad que tiene un sistema para llegar mediante el aprendizaje, el desarrollo y la evolución más allá de los propios límites físicos y mentales. Este fenómeno, construir una nueva estructura a partir de estructuras existentes y admitidas (asimiladas) en ella, es la conducta creativa por excelencia de un organismo humano, la cual tenemos que estimular en la enseñanza y en la educación. En la mayoría de los casos, un (sub)sistema recién es capaz de realizar acciones creativas cuando no percibe o percibe muy ligeramente la limitación del sistema de orden más alto. En otras palabras; alguien se vuelve creativo sólo cuando no se siente limitado por algún sistema y justamente sobrepasa los límites del mismo tomando caminos no usuales.

   La autorrenovación y la autotrascendencia son comparables con los conceptos de asimilación y de acomodación respectivamente, como utiliza Piaget (1926, 1970) y otros autores dentro del enfoque constructivista, en la descripción de los mecanismos en el desarrollo mental de niños y adolescentes”. (Aprendiendo juntos, 1995)

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