Letra "B"


Bachillerato: “el Bachillerato se propone reforzar las competencias básicas adquiridas en la educación precedente y formar, en el área específica de Desarrollo Laboral, ciertas competencias genéricas para el empleo y capacidades que serán útiles a los estudiantes para más de una ocupación específica. Las capacidades de tomar iniciativas, de seguir un razonamiento lógico para la toma de decisiones, de aprender por sí mismos y de trabajar en equipo serán afianzadas en el estudiante del bachillerato. Si a estas capacidades les agregamos el refuerzo de actitudes de confianza en sí mismo y de colaboración con los demás compañeros – de estudio primero y de trabajo después – tendremos el perfil a lograr” (Documento de Trabajo del Bachillerato del Ministerio de Educación)
    El Bachillerato peruano incluye cuatro áreas:
? Ciencia y tecnología
? Desarrollo humano
? Comunicación
? Economía y gestión empresarial

Bachillerato (Principios orientadores del): “el objetivo final de la educación de nuestro tiempo es que cada persona sea capaz de vivir y aportar exitosamente en la sociedad. En un mundo como el nuestro, en el que el volumen de información disponible para las personas es cada vez mayor y más cambiante y en el que la vida cotidiana y laboral nos exige constantemente aprender y adquirir nuevas habilidades, la educación formal tiene una nueva misión: proveernos de recursos y herramientas de aprendizaje y, sobre todo, desarrollar la capacidad estratégica de saber cuándo y cómo usarlos.
    Lograr tal objetivo exige de la educación formal el desarrollo, en primer lugar, de la creatividad de los alumnos. Entendida ésta como habilidad para llegar más allá de los propios límites. Y, en segundo lugar, de la responsabilidad propia: frente a sí mismo y su realización personal, para no provocar problemas en la sociedad, para esforzarse por solucionar los problemas existentes y para ayudar y apoyar a las otras personas.
   En esta perspectiva podemos definir el aprendizaje, en general, como un proceso de permanente adaptación y recreación de un medio altamente cambiante, resultado de las interacciones entre cada persona y sus contextos. Y, desde cada persona: como el proceso de desarrollo de su personalidad; es decir, de adquisición de habilidades sociales, valores y actitudes, y de conocimientos, en el proceso de aprender procedimientos y adquirir habilidades y destrezas especiales, cognitivas o motoras.
   Atendiendo a esas definiciones básicas, sostenemos que los objetivos del Bachillerato peruano sólo serán alcanzados en la medida en que cada  alumno:
1. Alcance los aprendizajes que el currículo propone como mínimos e indispensables.
2. Elabore sus propios conocimientos, mediante una actividad intelectual y afectiva intensa.
3. Comprenda cómo aprende y cuáles son los procesos de aprendizaje que le servirán para seguir aprendiendo.
4. Desarrolle su creatividad y vaya siendo capaz de usar sus conocimientos y aprender autónomamente aquello que quiere según las circunstancias.
5. Adquiera habilidades para la comunicación, el análisis de procesos, la abstracción, así como para la cooperación y el trabajo en equipo.
6. Tenga permanentemente la opción de elegir, probar y asumir decisiones de manera más autónoma que en los niveles educativos anteriores. Así como mayor libertad y responsabilidad
7. Identifique problemas, analice procesos, descubra soluciones y encuentre o cree productos y servicios que satisfagan las demandas, propias y de su medio.
Para que tales aprendizajes sean posibles, es indispensable que en cada Bachillerato exista una atmósfera general de cooperación, de interrelaciones, entre alumnos, entre profesores y entre alumnos y profesores, que configuren una convivencia de calidad, de mutua aceptación, de respeto, de tolerancia, de solidaridad, de justicia y de paz.
Así mismo las estrategias de aprendizaje por las que se opte en todos los cursos deben:
1. Asegurar que cada alumno desarrolle las capacidades, las habilidades y el manejo de las herramientas que harán posibles sus aprendizajes continuos y autónomos.
2. Priorizar las necesidades, motivaciones, capacidades, habilidades, valores y actitudes de cada alumno sobre los contenidos de aprendizaje. Como única manera de garantizar aprendizajes efectivos.
3. Reconocer y tomar como punto de partida, de todo nuevo aprendizaje, las experiencias y conocimientos previos de los alumnos.
Todo lo cual supone que los profesores del Bachillerato:
1. Serán facilitadotes y orientadores del proceso personal y grupal de aprendizaje
2. Se constituirán en ejemplo y modelo de las actitudes que deben ser alcanzadas por los alumnos.
3. Estarán dispuestos a atender los procesos particulares de los alumnos y las diferencias individuales.
4. Brindarán ayuda, darán pautas, pondrán ejemplos, harán preguntas orientadoras y, en ocasiones, explicarán conceptos y/o procedimientos.
5. Diseñarán situaciones de aprendizaje en las que los alumnos serán activos constructores de conocimientos significativos y que harán posible el desarrollo de su autonomía frente al aprendizaje.
6. Contribuirán a desarrollar la identidad y la toma de decisiones de sus alumnos
7. Adaptarán, en diálogo con los alumnos, la propuesta curricular que presenta el Ministerio, haciendo modificaciones a los cursos según las necesidades y demandas de su localidad.
    En el sentido anterior, consideramos que las tareas fundamentales de los profesores serán:
1. Analizar las características personales y culturas de sus alumnos; los rasgos distintivos de sus estilos y procesos de aprendizaje; sus propias competencias docentes; así como las interacciones sociales que se desarrollan en el aula y fuera de ella.
2. Organizar y crear en el aula una atmósfera no tensionante y carente de conflictos interpersonales; materiales adecuados y variados; diversificar y diferenciar el currículo y las estrategias; diversificar los métodos activos; así como un trabajo grupal intenso.
3. Facilitar la motivación y el entusiasmo por el aprendizaje; el desarrollo de competencias cognitivas de sus alumnos; el desarrollo de competencias sociales y de valores  y actitudes como la autoestima, la creatividad, el respeto, la tolerancia, la solidaridad, etc.; el desarrollo de la responsabilidad propia de cada alumno
4. lograr la adquisición efectiva del aprendizaje; la cooperación interpersonal; el trabajo en equipos; aulas democráticas; el desarrollo institucional; el desarrollo de la comunidad; así como el desarrollo del país.
    Los rasgos principales de la metodología que los profesores empleen:
1. Será vivencial, pues priorizará el contacto directo del alumno con aquello que se quiere conocer.
2. Buscará que el alumno vaya afirmándose, ganando confianza en sus capacidades, expresándose y trabajando con libertad.
3. Desarrollará la creatividad y la participación constante del alumno
4. Hará posible que el alumno se sienta productor de algo que puede ofrecer a los demás
5. Los procesos serán más una tarea de cooperación social, que tareas solitarias
6. Conseguirá que los aprendizajes sean estimulantes, activos y significativos
7. Partirá de la experiencia directa, permitiendo la relación entre el alumno y la realidad
8. Recogerá hechos del contexto para que sean analizados, interpretados y transformados
9. Planteará retos, que tengan su origen en problemas reales, y promuevan la búsqueda de soluciones
10. Permitirá el desarrollo de procesos de gestión del conocimiento y el desarrollo de las habilidades intelectuales de los alumnos
11. Permitirá a los alumnos descubrir la utilidad práctica que cada conocimiento encierra para su vida, actual y futura
12. Considerará siempre una etapa destinada al análisis de los procesos cognitivos y actitudinales internos
13. Priorizará el trabajo en equipo, en tanto éste hace posible la participación responsable, el desarrollo y la práctica de valores y actitudes, la práctica de deberes y derechos, así como el respeto a las opiniones y los diferentes puntos de vista.
14. Fomentará la construcción de conocimientos:
1) Promoviendo problemas o tareas abiertas, antes que ejercicios cerrados; preguntas, antes que respuestas
2) Promoviendo la activación y toma de conciencia de los conocimientos y procesos cognitivos
3) Desarrollando la responsabilidad del alumno sobre sus propios aprendizajes
4) Promoviendo la diversidad y la evaluación divergente antes que la homogeneidad y la uniformidad”. (Documento de la Comisión Central del Ministerio de Educación, 1999)



Letra "C"


Calidad del conocimiento: el conocimiento requiere de actividad tanto física como mental. La actividad es asimilativa cuando el conocimiento previo ayuda, por ejemplo, cuando me exigen solucionar un problema.
   La calidad del conocimiento está en relación directa a lo elaborado y estructurado del conocimiento previo del sujeto.
   El  conocimiento puede ser limitado o amplio. Básicamente el primero se refiere a hechos y es fragmentario; por ejemplo, la memorización de una flor. El segundo es más importante porque se refiere a marcos de referencia amplios que permiten comprender mejor las informaciones particulares, como: el concepto de flor puede ser mejor entendido en el marco de referencia que incluya el concepto como vegetal, planta, semilla, fruto, etc. Entonces, los aprendizajes proveen conocimientos limitados o amplios; y la tarea del profesor, dentro del enfoque constructivista, es orientar a las personas hacia conocimientos y aprendizajes amplios.

Calidad de vida: la vida cotidiana nos obliga a resolver toda una serie de problemas materiales que, por mínimos que sean, inciden sobre la calidad de vida. Algunos pueden resolverse casi sin esfuerzo; porque son relativamente triviales y sencillos. Pero otros requieren respuestas que exigen aptitudes creativas. El esfuerzo puede que sea duro, pero la solución es siempre una fuente de satisfacción. En efecto, aunque todas las soluciones de los problemas no sean creativas, todo acto creativo sí que constituye la respuesta a un problema. Por ello:
a. Evita acudir, sistemáticamente, a un especialista (solución fácil, a veces onerosa) cuando el problema puedes resolverlo por ti mismo.
b. Estudia el contexto del problema para descubrir la anomalía; reflexiona antes de precipitarte a la acción.
c. Cambia, asocia, combina (el bricolaje es una actividad creativa)
d. Imagina medios para suplir la ausencia de herramientas o materiales.
e. Saca partido de las felices casualidades.
f. Inventa estrategias adaptadas a las circunstancias.
g. No dudes en enfocar el problema bajo otro punto de vista.
h. No te desanimes; alterna el esfuerzo de búsqueda con el descanso, siempre que el problema exija una larga concentración.

Cambio: “los cambios producidos en este proceso (de aprendizaje) deberán ser duraderos y estables. No se trata de un acumulado o por sustitución de aprendizajes, sino de integrar, luego de una práctica reflexiva, los nuevos conocimientos en una nueva estructura“ (Comisión Central de Bachillerato, 1999)

Capacidades: en el Bachillerato peruano se las entiende “como destrezas y habilidades que se evalúan a través de los niveles mínimos de logro establecidos”. Los conjuntos de capacidades, de un área determinada del conocimiento, vienen a constituir, con los saberes conceptuales y los saberes actitudinales la o las competencias que el estudiante debe ir adquiriendo en el proceso de su formación. La posesión de una capacidad manifiesta que se sabe hacer algo de determinado modo. El ejercicio y la `práctica de las capacidades contribuye a fortificar la voluntad y elevar el espíritu.

Coeducación: la coeducación es promotora de vivencias incesantes y forjadoras de actitudes y valores perdurables en la formación de la personalidad del estudiante. Se fundamenta en los avances de la ciencia; pues a través de la pedagogía activa, particularmente la dinámica de grupos, se van creando sentimientos, hábitos, costumbres que librean de las cargas psicopedagógicas que pueden inhibir el proceso normal del educando.
   La coeducación es liberadora de métodos, sistemas y procedimientos, tanto sociales como pedagógicos, pues, según Pablo Freire: “nadie libera a nadie, ni nadie se libera solo; los hombres se liberan en comunidad” (Pedagogía del oprimido). Debemos reconocer que la coeducación promueve y genera conciencia de trabajo en grupos; forja ideales, cultura y sentimiento de nobleza y afectividad grupal; acrecienta el desarrollo de las facultades intelectuales y morales.

Coevaluación: evaluación que un estudiante realiza del trabajo ejecutado por su compañero, sea a nivel individual, pero particularmente en grupo. La coevaluación es un elemento muy importante en el proceso de la formación de cada persona, pues ayuda a descubrir los valores ajenos, apreciarlos y valorarlos dentro de los alcances de un trabajo conjunto y solidario; además de estimular la responsabilidad que cada uno debe cultivar segundo a segundo.

Cognición evolutiva en Piaget: la obra de Jean Piaget (1896-1980) constituye uno de los grandes monumentos de la psicología actual.  Especialmente llama la atención su intensa labor investigadora, el volumen y difusión de sus publicaciones y la copiosa bibliografía que ha originado en todo el mundo al tratar de comprobar sus originales intuiciones y descubrimientos. Con todo, no deja de tener sus lagunas.
    A diferencia de Sigmund Freud (1856-1939), que utiliza el método de asociación libre, y de los teóricos del aprendizaje social, que prefieren los métodos experimentales, Piaget se inclina por el método clínico (la entrevista), que permite investigar y analizar con finura los resultados obtenidos. Por lo general, presenta a los niños una tarea a realizar y después les hace preguntas acerca de esa misma tarea. En función de las respuestas obtenidas, organiza la siguiente pregunta, y así sucesivamente.  Este sistema permite una interpretación cualitativa y subjetiva de los resultados a la luz de postulados previos y de su inserción en un sistema global de pensamiento.
   Piaget se interesó por el desarrollo cognitivo cuando estaba trabajando en París en la standarización de los test de razonamiento. Allí se sintió atraído no por los aspectos normativos y psicométricos de los test, sino por los procesos por los cuales los niños llegaban a sus respuestas, sobre todo a las incorrectas.
    El interés de Piaget se centra de forma especial en los cambios que tienen lugar, durante el desarrollo, en la percepción y comprensión del mundo. El niño no es que conozca menos que el adulto, sino que su percepción y comprensión del mundo es cualitativamente diferente de la que tienen los niños mayores y adultos.
   Para Piaget todo parece depender  de la inteligencia, hasta el punto de que la misma personalidad del sujeto parece depender de la capacidad intelectual del individuo para organizar la experiencia. La terminología que utiliza Piaget tiene connotaciones biológicas y fisiológicas que revelan su interés esos sectores de la ciencia humana, pero que las hacen difícilmente asimilables por carecer de tradición psicológica.
   Partiendo de la epistemología, estudia el pensamiento matemático, físico, biológico, psicológico, y sociológico, que, aunque tienen elementos propios, pueden integrarse y enriquecerse mutuamente. Considera la pedagogía como una aplicación práctica de la epistemología y pretende crear una pedagogía científica con la aportación, al campo de la educación, de los progresos obtenidos en la psicología infantil y genética. Los estadios evolutivos del desarrollo cognitivo según Piaget se presentan así:
- Desde el nacimiento hasta los 2 años: Sensoriomotor. El infante hace su experiencia del mundo por medio de los sentidos y de las acciones.
- De 2 a 6 años: Preoperacional. El niño representa las cosas con palabras e imágenes, pero no puede razonar de modo lógico.
- De 7 a 12 años: Operacional concreto. El niño piensa con lógica acerca de los acontecimientos concretos.
- De los 13 a 20 años: Operacional formal. El jovencito adquiere la capacidad de razonar de modo abstracto.
   Es de reconocer que los aportes de Piaget aperturaron varios tipos de investigaciones. Tal es así que podemos decir, con mucho fundamento, que hemos encontrado niveles de razonamiento en los infantes de 2 años, lo cual, desde ya, supera la propuesta piagetana.

Competencias: “definimos la competencia, de manera general, como un “saber hacer  ? sobre algo ? con determinadas actitudes”. Con esta definición se alude, en primer lugar, al carácter eminentemente práctico de cada competencia. Para saber si alguien es competente es indispensable observarlo actuando; es decir, no se es competente cuando sólo se sabe cómo se debe hacer, sino cuando se hace efectivamente y de la manera adecuada. En segundo lugar, la definición hace referencia a “algo” sobre el que se sabe hacer, que es el contenido de la competencia. En último lugar, para poder afirmar de alguien que es competente no basta saber que hace ese “algo”, sino que importa mucho la manera o la actitud con la que actúa. Nuevamente hacemos referencia a los aprendizajes que hacen a alguien competente: sabe quién es, sabe hacer, emprender y hacerlo con otros y, finalmente, cómo hizo para saberlo.
   Toda competencia se adquiere y desarrolla, finalmente, porque se poseen previamente otras que hacen posible su desarrollo. En este sentido es importante distinguir entre competencias finales y competencias intermedias.
    El egresado del Bachillerato habrá desarrollado un conjunto de competencias finales para el nivel, que son intermedias con relación a “la competencia para la vida”, la gran meta de la educación peruana. Alcanzar estas competencias finales del Bachillerato, que configurarán el perfil de salida del egresado, supondrá para los egresados haber desarrollado y adquirido otras que son intermedias con relación a dicho perfil.
    Las competencias finales e intermedias del egresado están agrupadas y organizadas en unidades de competencias afines, que denominamos áreas de desarrollo. Cada área apunta a una competencia final, cuyo logro supone que el alumno ha desarrollado conjuntos menores de competencias intermedias, a través de cursos de desarrollo, que son, como su nombre lo indica, caminos o sendas que deberá recorrer para alcanzarlas.
    Las competencias finales que logrará el egresado del Bachillerato son:
1. Propone alternativas para el cuidado y desarrollo de la salud y el medio ambiente, demostrando habilidad para formalizar matemáticamente los procesos naturales, sociales y tecnológicos que afectan al hombre y a su entorno; para interpretar, resolver, construir problemas y explicaciones relativos a ellos; con una actitud de permanente indagación, compromiso y critica.
2. Actúa como ciudadano que posee un autoconcepto positivo, reflexivo e integrado, que respeta y aprecia las diferencias y diversidades, estando comprometido con el desarrollo del Perú y con el devenir futuro de los seres humanos; y que es capaz de formular juicios críticos, fundamentados y coherentes, sobre sí mismo y sobre la convivencia social, política, cultural, moral y económica de las personas en el país y  en el mundo contemporáneo.
3. Se comunica eficazmente, con distintas personas y en diferentes ámbitos, en castellano, en una lengua extranjera, a través de otros medios y códigos lingüísticos, demostrando hábito de lectura, interés por diversos tipos de texto, capacidad para comprender información técnica y científica, habilidad para producir mensajes gramaticalmente bien estructurados, con una lógica sintáctica y propiedad léxica, manteniendo una actitud reflexiva y crítica sobre todo mensaje al que puede acceder o producir, así como de respeto y tolerancia frente a los diferentes puntos de vista.
4. Es capaz de diseñar proyectos de empresas productivas y/o de servicios; demostrando una comprensión crítica de los procesos macro y micro económicos, de los criterios de productividad, calidad e innovación tecnológica, así como un actitud responsable y creativa, frente a su propio futuro y el de su país, además de solidaria y comprometida con el desarrollo de su región y del Perú.
5. Es capaz de elegir autónomamente opciones profesionales; demostrando conocimiento adecuado de sus principales características y aspiraciones personales, de las actividades, materiales, herramientas e instrumentos que distinguen el quehacer de los técnicos y profesionales de distintos campos de las ciencias y la tecnología, y también conciencia del valor y de la necesidad de su aporte constructivo y creativo respecto de su comunidad y su país.” (Ministerio de educación, Documento de trabajo, 1998)

Competencias y ejes curriculares: “con respecto a la concepción de competencias, resulta interesante y útil plantear tres niveles de conocimiento:
a. el cómo conozco
b. el qué conozco
c. la actitud o actitudes que adopto al conocer
   El diseño del plan de estudios del Bachillerato hace posible que el desarrollo de las competencias esté presente a lo largo de todo el proceso de aprendizaje: “las competencias finales e intermedias del egresado están agrupadas y organizadas en unidades de competencias afines, que denominamos áreas de desarrollo. Cada área apunta a una competencia final, cuyo logro supone que el alumno ha desarrollado conjuntos menores de competencias intermedias a través de los cursos que vendrían a ser los caminos o sendas que deberá recorrer el estudiante para alcanzarlas”.
Para asegurar que las competencias se articulen con las capacidades, contenidos y actitudes de los cursos, se plantean tres ejes fundamentales que cruzan todo el sistema educativo y se van ajustando a los niveles de desarrollo y maduración del educando. Estos ejes curriculares son:
1. Promoción de la identidad personal, social y cultural.
2. Desarrollo de la conciencia democrática y ciudadana.
3. Construcción de una cultura creadora y productiva.
La metodología tendría que garantizar una articulación entre ejes, competencias, cursos, capacidades y actitudes dentro de un contexto de aprendizaje activo. En el área de comunicación las competencias comunes se refieren básicamente al procesamiento y transmisión de la información. Se hace hincapié en el respeto por las opiniones ajenas y en la valoración de la calidad y claridad de las producciones, tanto recibidas como emitidas, así como en la postura crítica que debe desarrollar el alumno frente a la información que recibe”. (Comisión Central de Bachillerato, 1999)

Concepciones enfrentadas: en algunas circunstancias, la idea no puede adquirir su forma definitiva más que dentro de un trabajo en equipo que recurra a métodos, técnicas, conocimientos y competencias pluridimensionales. De ahí las dos concepciones enfrentadas:

Condicionamientos: las diferentes circunstancias de la existencia conducen nuestro pensamiento por caminos muy diferentes y provocan comportamientos diversificados. Pero, fuera de las situaciones privilegiadas, nuestras conductas mentales y físicas obedecen, generalmente, a condicionamientos que responden a estímulos exteriores y a impulsos interiores. El “conócete a ti mismo” socrático se convierte en un objetivo para todo el que quiera verse libre de las trabas de la inhibición, de los bloqueos y de los automatismos mentales.
   Por ello, interrogarse sobre lo que nos hace obrar y sobre cómo se desarrolla nuestro pensamiento es intentar responder a las preguntas: ¿Cuál es el objetivo de mi vida? ¿Qué es lo que trato de conseguir? ¿Hacia dónde se dirigen mis esfuerzos?, etc. Las respuestas resultan ser muy originales y algunas veces complejas. Pues, si cada uno posee un potencial, debe actualizarlo estando atento a sus procesos mentales, a sus tendencias afectivas, a sus cualidades físicas.
   El poner en tela de juicio nuestros juicios habituales (erróneos) o nuestras afirmaciones apresuradas, nos obliga a una nueva reflexión para cada situación: ¿Cuáles son mis criterios y mis referencias? ¿Qué influencias he podido padecer?, ¿Estoy esforzándome hasta el final?
 
 
Los modos de percepciones y sus incidencias en la personalidad
 
Dependiente del medio
Independiente del medio
Punto de vista cognitivo
  • deja los estímulos en su estado inicial
  • aprehensión global de lo real
  • impone a los estímulos una estructura que les falta 
  • capacidad de análisis.
Punto de vista social
  • sensible a los referentes sociales dominantes que tienen en cuenta a la hora de definir sus sentimientos y actitudes
  • atento a lo que piensan y sienten los demás
  • prefiere estar físicamente cercano a los demás
  • es animoso, tiene tacto, previsor, sociable, amable
  • capacidad de entenderse con el otro
  • se ve a sí mismo como parte de un todo
  • orientación impersonal
  • se declara insensible al influjo social
  • frío, distante
  • no es consciente de su valor como estímulo social
  • individualista
  • se ve a sí mismo como unidad aislada
  • consciente de sus necesidades y sentimientos que los ve distintos de los demás
Elección de profesión
  • en un área de fuerte implicación social, caracterizada por su contenido humano
  • interesado por las cuestiones abstractas y teóricas 

Condicionamientos (Liberarse de los): si realizamos una reflexión profunda, aflorarán cierto número de condicionamientos personales que están en el origen de “pre-sentimientos”, de “pre-juicios”, de “pre-conceptos”, de “pre-supuestos”, etc., que son otros tantos filtros que obstruyen y falsean la percepción de la realidad y la toma de conciencia de nuestras aptitudes. Por tanto, es preciso que:
a. Hagamos el esfuerzo de:
? aceptar las salidas de tono y las impertinencias que alteran nuestros hábitos mentales,
? obrar sin miedo, sin vacilaciones, con más naturalidad, de ser más emprendedores, en fin, de dominar nuestros temores e inquietudes cuando razonamos;
? atrevernos a hacernos preguntas, aunque éstas parezcan ridículas;
? aprender a dar libre curso a nuestra imaginación, a una forma de razonamiento que podría parecer ilógica a los demás;
? confiar en nuestra intuición, en nuestras experiencias, en nuestras ideas vagas;
? evaluar las causas de nuestros fracasos y considerar a estos últimos como trampolines hacia nuevas tentativas o experiencias.
b. Admitamos el hecho de que:
? las cualidades atribuidas a una cosa o a otra, son primero y fundamentalmente engendradas por nuestro sistema nervioso. Es admitir que nuestro juicio, muchas veces, es erróneo: no basta con ver o entender para juzgar. No basta con ver la hierba verde para saber lo que significa la palabra verde (principio de no contradicción);
? no es posible conocer totalmente a una persona, una cosa, una realidad. Mirar una manzana nos da algunos datos sobre su forma, su color y su materia; el dividirla la mitad nos permite más informaciones; el observarla con una lupa nos indica más cosas, etc. (principio del no-todo);
? es imposible aislar los elementos de sus relaciones estructurales y de su contexto, si se quiere captarlos en su realidad presente; de ahí la necesidad de abolir las circunstancias pasadas en las que se situaba el objeto o el acontecimiento, y de tomar conciencia del mismo en vivo para establecer un juicio más clarividente;
? la ilusión encierra al espíritu no crítico dentro de falsas premisas, de falsas deducciones y de falsas conclusiones.

Confianza en sí mismo: quien no acepta su intuición, sus reacciones, sus ideas vagas aún no estructuradas y no se escucha a sí mismo, es aquel que no confía en sus propias experiencias y duda de sí mismo. Ello trae como consecuencia el rechazo de su identidad que se define como el sentimiento de su ser permanente en cuanto identidad distinta de todos los demás individuos. Hay muchos que subestiman su fuerza, niegan sus capacidades y su poder de acción y se convierten en recipientes pasivos que aguardan a ser llenados.
    Este tipo de personas está sometido a los acontecimientos que les sobrevienen, reaccionan de una manera irreflexiva, instintiva, automática, en lugar de actuar sobre ellos, tratar de dominarlos y buscar soluciones operativas y adaptadas.
   Por el contrario, en la persona creativa, la duda puede ser la consecuencia de sucesivos fracasos. En situaciones particularmente difíciles, el aliento de su entorno puede estimular su combatividad. Pero sobre todo, lo que le ayudará a dominar su duda será la profunda confianza en sí y la perseverancia.
   Quien no tiene seguridad o confianza en sí mismo, vacila al tomar iniciativas que teme que no llegarán a su término temor a los obstáculos y a los fracasos, pues se cree incapaz de asumir. El temor de no cumplir sus compromisos, el temor de equivocarse y de ser comparado a los demás, de parecer estúpido o incapaz, le impelen a protegerse contra toda decepción eventual y contra todas las confrontaciones que se vislumbran delicadas.
   Quien tiene confianza en sí supera el miedo de emprender, de confrontar sus puntos  de vista, y tiene la esperanza de revelar sus propios valores y la afirmación progresiva de la existencia de sus potencialidades. La toma de conciencia y la representación de sí mismo que de ahí se derivan le permiten construir y reaccionar ante las múltiples presiones, y evaluar sus propias aptitudes y sus aspiraciones.

Conflicto: generalmente se manifiesta cuando la persona se enfrenta a una situación de malestar o a un problema que debe resolver. La misma noción de problema o de situación conflictiva implica que existe alguna dificultad, frustración y/o disonancia. Por tanto, tomar conciencia de esa situación o de un problema lleva consigo su formulación, su análisis y su posicionamiento dentro de un contexto más amplio.
   Esta toma de conciencia reclama una actitud de resolución, es decir, un acto voluntario que movilice la afectividad, la intuición, la imaginación, el razonamiento y la lógica. Pero debe tenerse en cuenta que en la mayoría de casos, la solución aportada no pasará de provisional o de ser origen de nuevos problemas. Si no se toma tiempo para estudiar todas las soluciones posibles, o si se tiene tendencia a desdramatizar o a minimizar el problema, su respuesta será ineficaz. Si el juicio es demasiado precipitado, o pasa alto los diversos aspectos o se limita al campo perceptivo sin acudir a informaciones complementarias, la solución será parcial o errónea.
   Por ello, los nuevos enfoque pedagógicos buscan propiciar el conflicto entre los conocimientos previos y los nuevos conocimientos a fin de lograr un conocimiento sólido y estructural sustentado en los conocimientos previos que pueden fundamentar los conocimientos construidos.

Conflicto cognitivo: es el trance por el cual atraviesa el estudiante cuando, reconocidos y ubicados sus saberes previos o su experiencia vivida, se encuentra, en el proceso de aprendizaje, con otro conocimiento nuevo y cuya argumentación,  demostración y/o experimentación le induce a aceptarlo y sustentarlo sobre alguno de sus conocimientos previos que pueda constituirse en estructura de los nuevos conocimientos.

Conformismo: entre los mecanismos de defensa, el respeto al conformismo limita los planteamientos que provocan inseguridad y trae consigo comportamientos más o menos dictados. Estos planteamientos corresponden a interrogaciones aptas para poner en tela de juicio las evidencias, los datos incluidos en una conformidad, los conceptos dominantes y las ideas preconcebidas. Estas últimas características las muestra la persona creativa que reconsidera las circunstancias de la vida con una visión nueva, desprovista de prejuicios.
    Pero el conformista necesita certidumbres y criterios establecidos para poder situarse. Por tanto, su percepción está “reprimida”, no está abierta a todas las eventualidades. Sus esquemas de pensamiento están inspirados en los de los miembros de su entorno. Consecuentemente, su juicio, tributario del juicio ajeno, se halla truncado, falto de clarividencia y, frecuentemente, se muestra intolerante ante todo lo que no encaja en los modelos ya adoptados como “verdades”.
   M. Crozier afirma que “cuanto mejor se comprendan las circunstancias que pueden contribuir a desarrollar la creatividad, tanto más deberá crecer la tolerancia hacia las peculiaridades individuales y tanto más disminuirá el conformismo” (La societé bloquée, 1971).
   Consecuentemente, reaccionar contra el conformismo consiste en esforzarse para escuchar las insinuaciones que puedan “herir” sus propias convicciones, para poder reconocer la realidad. Para vencer el propio conformismo hay que tratar de permanecer imparcial y estimular, a la vez, el espíritu crítico. Poco a poco,  hay que aprender a aceptar  las expresiones “espontáneas”  de la propia  imaginación, sin amordazarlas, tratar de descubrir su aspecto lúdico, su fantasía, buscando reconsiderar progresivamente los enfoques demasiado rigoristas, repetitivos o encasillados.

Conócete a ti mismo: conocerse es también construirse. Sócrates, al reconocer la frase del oráculo: “conócete a ti mismo”, percibía que el conocimiento puede considerarse como la posibilidad de realizar distinciones cada vez más sutiles. Y así, el conocimiento de sí mismo consiste en profundizar en las causas que nos hacen obrar: es discernir los propios mecanismos mentales de los automatismos adquiridos, las motivaciones reales de las costumbres y los condicionamientos. Es descubrir las propias aptitudes y comprender sus comportamientos, a fin de dominar sus pulsiones y acentuar sus potencialidades.
   La producción creativa y creadora es un instrumento de conocimiento de sí: materializar sus ideas y su pensamiento en una producción identificable equivale a hacer consciente lo que hasta ahora no era completamente consciente.

Conocimiento científico: es el que está basado en hechos y conceptos que pasaron muchas pruebas y, por lo tanto, es merecedor de confianza. El conocimiento científico se va actuando a través de los avances que la investigación  presenta. Por ello es necesario que el docente encause al estudiante a fin de que éste descubra y entienda que la ciencia empírica funciona con hechos y experiencias, en lugar de hablar sólo sobre ella. De ahí que sea necesario la participación activa del estudiante para que a través de su habilidad pueda contribuir al descubrimiento y solución de problemas
   Significa que el docente debe estimular al estudiante de tal manera que:
- Adquiera el concepto de que el conocimiento científico proviene de la interpretación de los datos de los resultados de los experimentos.
- Entienda que las interpretaciones se hacen en base a conceptos y suposiciones que se modifican a medida que los conocimientos se incrementan.
- Comprenda que a pesar de que el conocimiento cambia y avanza, esos cambios se deben a razones fundamentadas en investigaciones realizadas. Lo cual significa que los conocimientos presentes pueden modificarse según el avance de la investigación en determinados campos de la ciencia.

Ciencia: Richard Braithwaite (1900- ) sostiene que "el concepto fundamental de la ciencia es el de la ley científica y la finalidad fundamental de una ciencia es el establecimiento de leyes. Para comprender de qué modo obra una ciencia y de qué modo suministra explicaciones de los hechos que investiga, es necesario comprender la naturaleza de las leyes científicas y el modo de establecerlas" (Scientific Explanation, 1953). Según él, la ciencia está constituida por un sistema jerárquico de hipótesis unidas deductivamente, en el que las generalizaciones o hipótesis a nivel más bajo se explican o deducen de las que ocupan el nivel más alto, como "átomos", "electrones" y "procesos mentales inconscientes", son conceptos "teóricos", los cuales no describen las propiedades de las cosas directamente observables, sino que se unen a los hechos mediante complejas relaciones lógicas.

Conocimientos previos: son todos aquellos saberes que el estudiante adquiere fuera del aula escolar. La mayoría de los estudios, realizados en campos muy diversos, aunque muy particularmente en mecánica (McDermott 1984), coinciden básicamente en la caracterización de los conocimientos previos que parecen dotados de cierta coherencia interna (de aquí que autores como Driver hablen de "esquemas conceptuales" y no de simples preconcepciones aisladas), son comunes a estudiantes de diferentes medios y edades, presentan cierta semejanza con concepciones que estuvieron vigentes a lo largo de la historia del pensamiento y son persistentes, es decir, no se modifican fácilmente mediante la enseñanza habitual, incluso reiterada.

Conocimientos previos y aprendizajes nuevos: A fin de promover el mejor aprendizaje, el maestro debe preocuparse porque el estudiante enraíce los nuevos conocimientos sobre los mejores conocimientos previos. Por ello el docente debe evaluar la capacidad que el estudiante tiene para:
- Abordar nuevos aprendizajes, satisfaciendo sus propias expectativas.
- Descubrir la ubicación que debe ocupar en situaciones sociales, dialogando, participando en debates, reuniones, realizando ejercicios de simulación, elaboración de planes o trabajos de investigación, etc.
- Ejecutar actividades como toma de apuntes, resúmenes, gráficos, esquemas, mapas conceptuales, informes, etc.
- Integrar el conocimiento nuevo con el o los conocimientos previos que posee.
- Estar en posibilidad de manejar y utilizar la transferencia de los aprendizajes.
- Diseñar y elaborar las nuevas combinaciones entre aquellas ideas que posibiliten formular nuevas interrogantes e hipótesis.
- Elaborar afirmaciones que definan y determinen una situación, que establezcan principios y reglas aplicables de conformidad con las diversas circunstancias o experiencias.
- Detectar y solucionar los problemas, incluso lo que pudieran estar velados.
- Establecer relaciones, con otros estudiantes, basadas en actividades de confrontación de ideas y trabajo en grupo con el propósito de desarrollar sus habilidades para expresarse, escuchar, argumentar, negociar, recabar opiniones y solicitar o brindar ayuda a otros.

Construcción de conocimientos y medio ambiente: aspecto al que la enseñanza de las ciencias ha prestado escasa atención, hasta muy recientemente, es el relativo a la influencia del clima del aula y del centro en el aprendizaje. Sin embargo, en una revisión de la investigación realizada en las últimas décadas en el campo de la didáctica de las ciencias, Welch (1985) incluye el clima escolar y el clima del aula entre las siete líneas de investigación que aparecen en la literatura como más prometedoras por su posible incidencia positiva en el aprendizaje de las ciencias.
   La importancia de estos factores ambientales aparece claramente y con características específicas desde la orientación constructivista que vamos exponiendo y que concibe el aprendizaje de las ciencias como una actividad próxima a la investigación realizada "científicos novatos" en campos que su formador/director de investigaciones domina. En ese caso, resulta sin duda determinante, entre otros:
* la existencia de equipos con expertos capaces de formar a nuevas generaciones de investigadores, ayudándoles a abordar problemas de interés, realizando un seguimiento interesado de su actividad, proporcionándoles retroalimentación adecuada y facilitando su autonomía creciente;
* la capacidad del experto para transmitir a los novatos expectativas positivas y comunicarles su propia fascinación por la tarea;
* las facilidades de intercambio entre equipos diferentes;
* la existencia de un clima social que potencie y valore la investigación, etc, etc.
   Todos estos factores determinan un clima más o menos favorable para el desarrollo de la investigación científica y cabe preguntarse si jugarán un papel igualmente determinante en un aprendizaje de las ciencias concebido como investigación. Conviene tal vez situar esta cuestión en una perspectiva más amplia y plantearse cuales pueden ser los factores que ejercen una influencia determinante en el aprendizaje de las ciencias y explican el éxito o fracaso de los estudiantes.
   Cuando se plantea al profesorado de ciencias una cuestión como la anterior, los tres factores que son señalados con porcentajes más elevados son la influencia del medio sociocultural en que vive el estudiante, su mayor o menor capacidad intelectual y su actitud hacia el aprendizaje de las ciencias; las referencias a la influencia de la propia escuela, en cambio, son muy escasas. Estudios diversos muestran que, en efecto, el profesorado atribuye espontáneamente el éxito o el fracaso escolar a factores externos a la escuela, particularmente, al ambiente familiar y a la capacidad intelectual y actitud negativa de los alumnos (consideradas como algo fijo, predeterminado). Naturalmente hay hechos que apoyan aparentemente estas conclusiones: ¿acaso un profesor no explica igual a todos los alumnos y, en cambio, unos aprenden y otros no?. Hay que rendirse a la "evidencia" (se dice) y reconocer que muchos estudiantes, ya sea debido a una escasa inteligencia, ya sea a causa del medio sociocultural (que ejerce una influencia determinante durante los primeros años de vida) tendrán serias dificultades de aprendizaje. Las ciencias y las matemáticas, además, son materias particularmente complejas que no están al alcance de todo el mundo.

Constructivismo: La publicación de algunos estudios rigurosos como la tesis de Laurence Viennot (1976) atrajo la atención sobre el problema de la enseñanza/aprendizaje que cuestionaba la efectividad de la enseñanza allí donde los resultados parecían más positivos. Pues los alumnos no sólo terminaban sus estudios sin saber resolver problemas y sin una imagen correcta del trabajo científico, sino que la inmensa mayoría de ellos ni siquiera había logrado comprender el significado de los conceptos científicos más básicos, a pesar de una enseñanza reiterada. Particularmente relevante era el hecho de que esos errores no constituían simples olvidos o equivocaciones momentáneas, sino que se expresaban como ideas muy seguras y persistentes, afectando de forma similar a estudiantes de distintos países y niveles (incluyendo a un porcentaje significativo de profesores).

Constructivismo (Clases de): se considera diferentes clases de constructivismo:
a. El ontológico,  entendido como una teoría que sostiene que el mundo es una construcción mental de los individuos. Tal forma de constructivismo, se dice que es inconsistente y eminentemente idealista. Pero debemos acentuar que lo propiamente ontológico del constructivismo está en la razón de ser del hombre, ser racional, inteligente y trascendente; pues, aunque queramos negar tal racionalidad mediante una supuesta “racionalidad científica”, por lo menos, implícitamente, reconocemos que somos seres con una espiritualidad manifiesta.
b. El constructivismo matemático, conceptuado como la teoría que reconoce las reglas matemáticas como construcciones realizadas por la mente humana. Se dice que es consistente; pero, sobre qué base?. La única y exclusiva es la racionalidad y espiritualidad del hombre que está en posibilidad de trabajar con conceptos matemáticos  eminentemente abstractos.
c. El conceptualista, considerado como el fundamento de los conceptos, las ideas y los pensamientos entendidos como construcciones hechas por las personas. Ello nos lleva a preguntarnos: ¿hay algún otro animal, no humano que haya formulado conceptos en el lapso de 2,700 años de conocimiento histórico que poseemos?
d. El psicológico, entendido como la teoría que sustenta que los conocimientos se generan a través de construcciones internas del individuo.
    Tales formas de constructivismo, manifiestan lo que Jorge Capella y Guillermo Sánchez denominan “constructivismos” siguiendo los trabajos de Coll y de Orellana (Aprendizaje y constructivismo, 1999).
    Además, estamos de acuerdo con  J.I. POZO, cuando afirma que “no es oro todo lo que reluce ni se construye (igual) todo lo que se aprende”: contra el reduccionismo constructivista. O cuando Mª J. Rodrigo se pregunta: ¿Es compatible el constructivismo piagetiano con el del procesamiento de la información?

Constructivismo y desarrollo humano: con mayor o menor acento y a lo largo de la historia, la educación ha sido considerada como el motor  del desarrollo (entendido globalmente) y la propulsora de la adquisición de capacidades de equilibrio personal, de inserción social, de relación interpersonal, etc.
   La concepción constructivista del aprendizaje parte de un consenso aceptado en relación al carácter activo del aprendizaje, lo que lleva a reconocer que el aprendizaje es fruto de una constante construcción personal, y la participación de otros agentes culturales que son piezas imprescindibles; pues sin tales recursos la construcción personal sería bastante difícil.
   Leos Vigotsky (1896-1934) en su obra “desarrollo de los procesos psicológicos superiores” (1979) considera que el desarrollo humano es un desarrollo cultural contextualizado. Por ello, con mucha razón J. J. Bruner sostiene que “decir que una teoría del desarrollo es independiente de la cultura no es una información incorrecta, sino absurda” (Desarrollo cognitivo y educación, 1988)
   Si la educación promueve la actividad mental constructiva del estudiante, estará en posibilidad de promover el desarrollo; pues entonces la educación es responsable de que el estudiante se haga responsable, persona única e irrepetible al interior del grupo.

Constructivismo pedagógico: es una teoría de conocimiento mediante la cual se postula que el estudiante construya sus propios conocimientos y el maestro se constituya en guía, facilitador y orientador propiciando las condiciones necesarias para el desarrollo del aprendizaje.
   En este contexto, el propósito fundamental es que:
a. el niño construya un sentido de autoestima y de estima a los demás,
b. exprese libremente sus emociones y sentimientos,
c. respete a los demás, incrementando la socialización integral.
Este movimiento tiene su inicio ante la pregunta que en el mundo occidental se formula: “¿cómo conoce el niño? El intento por responder a tal interrogante genera una vertiente particular en la psicología que se llamó “Psicología Infantil”, “Psicología evolutiva”, y en Piaget, “Psicología Genética”. Esta disciplina se encargara, entre otras cosas, de estudiar las formas y los modos cómo el niño (en el proceso de su desarrollo) aprende y a lo largo de ese camino construye conocimientos.
   El modelo constructivista emergente se concreta así en torno a tres elementos básicos: los programas de actividades (situaciones problemáticas susceptibles de implicar a los estudiantes en una investigación dirigida), el trabajo en pequeños grupos y los intercambios entre dichos grupos y la comunidad científica (representada por el profesor, textos, etc). Así se configura lo que Wheatley (1991) denomina estrategias de enseñanza basadas en el "constructivismo radical", con propuestas y fundamentaciones en las que coincide básicamente con otros autores (Gil, 1992; Driver y Oldham, 1986). La correcta caracterización de esta nueva y pujante orientación precisa, sin embargo, que se tomen en cuenta otros aspectos, a los que nos referiremos en otros vocablos.
Consecuentemente, según el constructivismo, el conocimiento humano es una construcción mental, generada por la interacción que se da entre el sujeto y el objeto.
    Según el constructivismo pedagógico, el verdadero aprendizaje humano es una construcción de cada estudiante y a través de tal construcción logra modificar su estructura mental y alcanzar un mejor nivel de diversidad, de complejidad y de integración.

Constructivismo pedagógico (Características del): a pesar de las formas polifacéticas constructivistas, podemos ubicar como características de un constructivismo formativo, las siguientes:
a. El conocimiento se sustenta sobre la estructura conceptual de cada estudiante, es decir, se inicia en las ideas y preconceptos que el estudiante posee al momento de abordar un tema en el aula escolar.
b. El cambio conceptual está alimentado por la acción constructiva que el  estudiante realiza con el nuevo conocimiento que repercute en su estructura mental.
c. Las ideas y preconceptos del estudiantes son confrontadas con el nuevo conocimiento que se genera en el trabajo escolar.
d. La aplicación del conocimiento nuevo a situaciones concretas y el establecimiento de relaciones con otros conocimientos de la estructura cognitiva, con el fin de ampliar su transferencia.
 

Constructo: según G. A. Kelly, todo hombre es un científico en la medida que tiene sus propios constructos sobre el mundo y, de acuerdo a estos constructos, elabora sus hipótesis o expectativas, que luego revalida a la luz  de los resultados que se van produciendo. Para Kelly, un constructo es un concepto, una manera de categorizar las semejanzas y diferencias que percibimos en nuestro ambiente, y se expresa en forma bipolar: blanco-negro, hostil-amistoso.
   El punto central de la propuesta de Kelly es que los constructos no son meras etiquetas para nombrar el universo, sino maneras de comprender, tratar y, sobre todo, predecir el universo. Ahora bien, cada predicción puede tener uno de estos resultados: que los constructos se vean confirmados en relación con sus predicciones, que los resultados sean opuestos a los anticipados, o que estén fuera del rango de conveniencia de los constructos.
   A medida que vamos recibiendo información, tendemos a cambiar el constructo o partes del sistema de constructos. Y la modificación puede ser: ligera como cambiar el elemento de un polo de un constructo a otro (una persona que construimos como no amiga se comporta positivamente y empezamos a construirla como amistosa) o mucho más profunda, es decir, modificar subsistemas completos dentro del sistema general de constructos para conseguir una visión más acertada de los elementos en cuestión.

Contradicciones (Aceptación de las): a través del conjunto de comportamiento y en estrecha relación con las aptitudes, se diseñan aspectos contradictorios que se deben a la personalidad compleja del individuo creativo. Estos aspectos se hallan más o menos definidos, según los individuos. Entre esas contradicciones, se advierte una meticulosidad irrefrenable y una preocupación por el orden  que coexisten con el gusto la asimetría, la complejidad, lo inacabado.
   El ser creativo se muestra, a la vez, emotivo, hipersensible y estable, y no se deja influenciar por las opiniones o juicios de los demás. Siendo destructor de las normas establecidas, es fundamentalmente constructor en su actividad creadora.
   Es activo, combativo y audaz en su trabajo de elaboración, pero se convierte en meditativo durante sus períodos de reflexión. A los períodos de duda, que pueden necesitar una ayuda psicológica por  parte de su entorno, suceden períodos de entusiasmo y de certeza. Tan pronto su espíritu vagabundo se deja llevar por percepciones globales, intuitivas, dentro de una inspiración irracional. Y tan pronto, adopta una actitud analítica, lógica, racional, siendo capaz de una gran concentración y de una atención despierta e intensa. No obstante, estas tensiones internas que se enfrentan entre sí pueden estar más o menos presentes en el individuo creativo y dependerán de su grado de creatividad, de su entorno humano y de su carácter que vaya forjando.
   F. Dagognet nos recuerda que “en la aventura de Pasteur, se alían dos virtudes generalmente irreconciliables: un rigor implacable, pero también  la sumisión a un universo que cambia. Un método claro, pero una doctrina heterogénea. Un pensamiento resuelto, pero también dispuesto a retractarse. Brevemente, un espíritu firme y racional, pero que se adentra, poco a poco, en un mundo invisible y lleno de contradicciones. En esta aventura se hallan presentes lo riguroso y lo azaroso” (Méthode et doctrine dans l’oeuvre de Pasteur, 1974)

Creatividad: “La historia nos testifica que la creatividad es una dimensión esencial de la persona humana”. Y si es verdad que la tarea de la educación es promover el desarrollo de la persona en todos sus aspectos, como educadores no podemos pasar alto esta dimensión tan importante para la reconquista de un hombre auténtico que sepa liberarse de los condicionamientos y de las explotaciones a los que le somete la civilización industrial.
   La creatividad, como afirma Bruner, no se puede promover con una enseñanza repetitiva y mnemónica: es necesario acostumbrar al estudiante a situarse problemáticamente frente a la realidad y a poner en acción estrategias concretas de solución.” (R. Abarca en El trabajo intelectual una metodología).
   “La solución de estos problemas, afirma P. Roeders, exige en primer lugar creatividad, es decir, encontrar cada vez nuevas soluciones para nuevos problemas... La responsabilidad de cada individuo es, pues, una responsabilidad social de índole individual ya que ha de ser empleada para (1) no causar problemas innecesarios, (2) esforzarse activamente para solucionar problemas causados por uno mismo y (3) brindar ayuda y apoyo a otros, cuando ellos no pueden continuar solos...
   Creatividad implica manejar el conocimiento con flexibilidad: la noción de que el hombre es capaz de estructurar e integrar el conocimiento de muchos modos, también de maneras nuevas, no usuales, que pueden conducir a soluciones nuevas, únicas.” (Aprendiendo a aprender, 1995).
   El educador debe tener muy presente que se educa sin imponer, pues es necesario propiciar las actitudes favorables al desarrollo de la creatividad del estudiante. Por ello H. Laborit afirma: “darles el gusto de jugar a vivir, de captar, de descubrir el mundo...  Mostrarles los hechos sin deformarlos, sin añadirles un juicio de valor, los hechos desnudos, no revestidos un excesivo manto moralizador; sobre todo, no presentarles la solución temporal adoptada por la sociedad actual, como si esta solución fuera, en sí misma, un hecho indiscutible, cuando puede que no sea más que un camuflaje del problema que se podría resolver más eficazmente de otra manera” (L’agresivité détournée, 1970)
   Donald W. Winnicott afirma que “una creación es un cuadro, una casa, un jardín, un peinado, una sinfonía, una escultura, incluso un plato preparado en casa. Quizá sería mejor decir que todas estas cosas podrían muy bien ser creaciones... La pulsión creativa es indispensable para el artista que ha de realizar una obra de arte, pero también está presente en cada uno de nosotros” . (Realidad y juego, 1982)
   Las diferentes manifestaciones de creatividad conducen al americano I. A. Taylor a jerarquizar la creatividad en cuatro niveles crecientes en cuanto a la abstracción y al carácter de novedad:
a. La creatividad expresiva: independiente de saber y del conocimiento técnico, pues sólo importa la manifestación de la persona y no la calidad del producto: la pintura de un niño o de un adulto aficionado.
b. La creatividad productiva: implica la realización de valores y aptitudes desarrollados y controlados, y revela el dominio sobre el entorno y sobre un instrumento; es imprescindible el saber sin que sea obligatoria la originalidad del producto: la construcción de un mueble utilitario y decorativo adoptado a las exigencias del autor.
c. La creatividad inventiva: caracterizada por la percepción de nuevas relaciones y que emana de la utilización original de la experiencia adquirida: el velamen-abanico concebido el ingeniero G.Valzani (1989); en torno al mástil central fijo de una embarcación, se despliegan cuatro mástiles laterales, lo que asegura una gran flexibilidad en el desarrollo de las velas.
d. Emergencia creativa: permite el descubrimiento de principios fundamentales enteramente nuevos; supone el nivel más elaborado que desemboca en la creación inédita en un mundo visible.
  A través de esta clasificación se distinguen dos niveles de realización:
1) Un nivel de calidad “inferior” donde solamente aparece una expresión o una adaptación de un complejo semántico ya establecido.
2) Un nivel de calidad “superior” donde se ha creado una nueva unidad de significación y un nuevo complejo.

Creativo (Proceso): según algunos autores, la creatividad secuencia las siguientes fases:
 
 
Autores
1ª fase
2ª fase
3ª fase
A. Koestler Fase lógica
  • Formular problemas
  • reagrupar los datos relativos al problema
Fase intuitiva
  • incubación
  • maduración
  • iluminación
Fase crítica

- procedimientos de verificación y de validación de las respuestas

G. Wallas Preparación Incubación

Iluminación

Verificación 
A.F. Osborn Determinación y planeamiento del problema Descubrimiento de las ideas Descubrimiento de las soluciones
E. Kris Formulación del problema De inspiración De elaboración

Evaluación riguro sa y lógica de las ideas

H.E. Grüber
  • Período de preparación
  • Búsqueda activa
  • Perseverancia contra los obstáculos
Descubrimiento de las ideas Evaluación 

Cuadro sinóptico: ciertamente que para comprender mejor un tema es muy recomendable visualizarlo en forma gráfica a fin de precisar las líneas esenciales y lograr una visión general del mismo. Consecuentemente, el cuadrado sinóptico es el medio ideal para ello, porque cada concepto se adapta en relación con los demás, con datos mínimos que son fáciles de captarlos y entenderlos.
  El cuadro sinóptico se elabora considerando la idea general básica y realizando las divisiones y subdivisiones pertinentes.
  Todo cuadro sinóptico se realiza teniendo como base una idea general y haciendo subdivisiones de las ideas de menor importancia, en las que exista una dependencia consecuente; por ello, debe seguirse el procedimiento de subrayado para destacar las ideas fundamentales y las secundarias; así ejemplo:


Cualidades de la persona capaz: A. H. Maslow en su obra “Motivación y personalidad” (1971) enuncia las siguientes cualidades:
a. Percepción eficaz de la realidad y relaciones más eficaces con la misma. Juicio claro de las situaciones que permita cierta calma ante lo desconocido, sin excesiva necesidad de seguridad, precisión, orden.
b. Aceptación de sí mismo y de los demás, del mundo, tolerancia a la frustración. Visión de las cosas tal y como son y no tal y como quisiéramos que fueran.
c. Concentración sobre los problemas: Capacidad de enfrascarse en los problemas objetivos y auténticos, sin preocuparse de sí mismo. Perseverancia. Aptitud para resolver nuevos problemas.
d. Desvinculación: Necesidad de soledad y de independencia. Que los sentimientos de pertenencia y amistad no sean agobiantes ni indirectos ni posesivos.
e. Independencia ante el entorno humano: No sentirse perturbado ni por la adulación ni la crítica.
f. Actitud constante de apreciación: Apertura a las nuevas experiencias, juicio sin aprioris.
g. Compasión hacia el prójimo.
h. Relaciones sociales profundas pero selectivas: Olvidar o prescindir de su propio ego. Llevar las relaciones superficiales civilizadamente y sin fricciones. Respeto hacia cada ser humano: tolerancia étnica y religiosa.
i. Certeza cívica: No confundir los fines con los medios y perseverar firmemente en el logro de los fines que se estiman justos.
j. Sentido del humor sin hostilidad.
k. Espíritu creador.

Curiosidad: P. Vendryes manifiesta que “la curiosidad, esta libido intelectual, es una pulsión imperiosa ... Se mezclan en ella los sentimientos más variados, que podríamos designar con los nombres de entusiasmo, incertidumbre, ambición, orgullo, obstinación, utopía” (Vers la théorie de l’homme, 1973).
   La curiosidad viene impulsada por la necesidad profunda de comprender y de captar el mundo, la persona creativa, insaciable de su búsqueda intelectual, manifiesta un interés particular por lo desconocido y  no lo evidente. Aborda sus preguntas bajo múltiples facetas y trata de explotar cualquier dato, sin rechazar, a priori, aquello que parecería no formar parte de sus centros de interés o no integrarse en su problemática. Acepta todas las sugerencias o ideas abstractas de los demás. Relativamente pone poco interés en los pequeños detalles y en los datos en sí mismos, pero se preocupa más de sus significados. Está al acecho y en la permanente búsqueda escrupulosa de los problemas fundamentales, sea cual sea su ambigüedad y complejidad, y no coloca en un fardo ningún acontecimiento casual.
   El gusto por el riesgo está ligado a la actitud de curiosidad y al atractivo de lo irracional reforzado por la aceptación de su propia subjetividad. El conjunto de las actitudes mentales se traduce en un comportamiento audaz, aventurero, explorador. El individuo creativo se arroga el derecho de desarmar lo que parecía lógico, el derecho de reaccionar de una manera imprevista y fantasiosa; está vuelto hacia el futuro y se acomoda con dificultad a la vida ordinaria. Pero, como su espíritu es abierto, se adapta rápidamente a cualquier situación, y demuestra iniciativa, presencia de espíritu, franqueza directa y un cierto sentido del humor.



Letra "D"


 
Decisión (La verdadera): la verdadera decisión, el acto sopesado y plenamente consciente, aquel que nos alienta a un esfuerzo sin límites hasta el logro del objetivo propuesto, presupone los siguientes pasos:
a. Decidir con absoluta claridad qué es lo que se pretende conseguir y especificarlo por escrito.
b. Comprometerse seriamente  y estar dispuesto a emprender la acción de inmediato, con arreglo a un plan bien diseñado en todos los aspectos claves.
c. Pasar a la acción sin dilaciones, sin pensárselo más.
d. Evaluar periódicamente lo que funciona y lo que no y en qué medida y a qué ritmo nos acercamos al objetivo.
e. Hacer los cambios necesarios y persistir, día a día, sin desaliento, con tesón inquebrantable hasta el final.
Desarrollar la voluntad consiste en contraer hábitos de querer, pero no hay hábitos de querer sin esfuerzo.

Desarrollo humano: es un proceso que comienza con la concepción y continúa una ordenada sucesión de distintas etapas de madurez hasta los últimos instantes de vida. Ello nos permite distinguir que el crecimiento muestra un carácter físico referido al organismo, mientras que el desarrollo se refiere a la adquisición de nuevas funciones psicofísicas.
    El desarrollo y el aprendizaje del infante se realiza incesantemente, haciendo y experimentando. Pues el niño, partiendo de sus intereses y necesidades, autoconstruye y se convierte en protagonista y eje del proceso educativo. Es decir, lo que Rousseau llamaba puerocentrismo; que según Piaget es un proceso más complejo que va articulando los siguientes factores: maduración, experiencias, transmisión y equilibración.
a. Maduración: es un proceso cuyo fin es la madurez, entendida como la aptitud del sujeto para emprender con éxito un aprendizaje específico. Pues sabemos que el niño posee entre 11 y 15 mil millones de células cerebrales listas para funcionar y que requieren de un proceso y de un entrenamiento que les permita establecer círculos y conexiones.
La maduración produce el crecimiento y la complejización del organismo, lo cual pone al sujeto en condiciones de aprendizajes cada vez mayores. Lactar, gatear, saltar, emitir sonidos no articulados y articulados, son conductas que exigen cierto grado de maduración biológica y psicológica.
La madurez para el aprendizaje escolar exige la posibilidad de que el niño posea un nivel de desarrollo físico, psíquico y social que le permita enfrentarse adecuadamente a esa situación y sus correspondientes exigencias.
b. Experiencias: constituyen el conocimiento inmediato y punto de partida, llegada o confrontación en toda meditación que busca verificar las hipótesis. Entonces se llama experimento como conjunto  de conocimientos adquiridos en la práctica mediante las pruebas que suministran los órganos de los sentidos
Para Piaget la experiencia física constituye un factor esencial que no debe ser subestimado, pero que es insuficiente; pues la lógica de los niños sale de las acciones que se ejerce sobre los objetos; por la experiencia saben que un trozo de fierro pesa bastante y que una porción de lana tiene un peso liviano
“El aprendizaje autoiniciado, afirma C. Patterson, se convierte en responsable en el momento en que uno mismo evalúa su aprendizaje” (Bases para una teoría de la enseñanza y Psicología de la educación, 1988); establece las metas y los criterios para determinar hasta qué punto se alcanzó las metas. La autoevaluación tiene que ver con una parte del aprendizaje experiencia, es decir, aprender uno mismo, aprender a aprender.
c. Transmisión: se inicia en una fuente que genera mensajes que son codificados y transmitidos a un canal. Los mensajes recibidos en el otro extremo son descodificados y utilizados según diversos propósitos. La transmisión es el proceso de desarrollo y aprendizaje. Es posible entre el adulto y el niño o entre el medio social y el niño cuando sólo hay asimilación de lo que se intenta inculcar desde fuera.
Como ser social, el hombre es un ser que vive en la cultura y la cultura, pues la cultura es consustancial con la naturaleza humana. Por tanto, la transferencia implica intercambios específicos con otras personas: dialogar con un amigo, discutir con un colega, etc. Toda transmisión social es un aprendizaje social, un ínter aprendizaje.
Si en el aprendizaje a las experiencias sensoriales se le agrega la verbalización de los conocimientos, el aprendizaje y el desarrollo se ven reforzados. Entonces, la transmisión es necesaria y como aprendizaje debe ser dinámico, constructivo y social.
d. Equilibración: si ningún aprendizaje se da en iguales circunstancias, la equilibración es la búsqueda interna de nuevos niveles y reorganizaciones de equilibrio mental, después de cada alteración cognoscitiva provocada desde el exterior o autoprovocada.
La Equilibración posibilita que los tres factores anteriores se equilibren entre ellos. Para Piaget el equilibrio no tiene sentido estático, sino de Equilibración progresiva; posibilita una comprensión: reacción del sujeto a las perturbaciones exteriores. Por ello, el ideal de la educación no es enseñar lo máximo, maximizar los resultados, sino, enseñar a aprender: hacer que cada uno aprenda a desarrollarse aún después de la vida escolar.

Descodificación: esta técnica implica el análisis crítico de una situación existencial codificada, diseñada o fotografiada. A partir de tal descodificación se podrá contar con un abanico de interpretaciones. Las fases de la decodificación son:
a. Enumerar los elementos: precisar el número de mensajes, cuadros, esquemas, etc.
b. Describir: en letras mayúscula la o las ideas principales, entre comillas las secundarias, y así sucesivamente.
c. Interpretar: sea el mensaje que se da en los cuadros, imágenes o fotografías.

Descondicionamiento: Sean cuales sean los métodos preconizados, la idea básica es que todo hombre posee, en grados diferentes, una capacidad de imaginación, más o menos ignorada y más o menos inhibida por bloqueos de orden emocional y cultural. Normalmente, esta capacidad suele estar infraexplotada. Por lo visto, es más cómodo utilizar los pasos ya tradicionalmente aprendidos, sin tener en cuenta los problemas que se van presentando. De aquí, la necesidad del descondicionamiento.


 
Desconfianza: mientras estima que es fundamental la libertad de espíritu, de pensar y de ser, condenando toda forma de represión exterior, la persona creativa manifiesta una hipersensibilidad a la opinión y a los sentimientos del otro. Sin embargo, desprecia el “qué dirán”. Adopta, también, una actitud de desconfianza reforzada por su convicción de no necesitar ni pertenecer a un grupo, ni ser apoyada, ni ser protegida. Esta desconfianza le lleva a limitar los contactos sociales.
   Conciente de ser influenciable en el nivel afectivo, es comprensible que huya de toda ocasión de “contaminación”. Siente un temor tan intenso a ser influenciado por otro, que puede pasar por ser un paranoico. Tenida por poco sociable y poco inclinada a asociarse, se encuentra frecuentemente solitaria en sus actividades creativas. Esta soledad, que ella acepta sin angustia porque benéfica a los procesos creativos, refuerza su determinación de atacar los problemas difíciles cuya solución es aleatoria.
   A esta actitud de desconfianza, que no excluye el hecho de que el individuo creativo sepa ponerse en lugar de los demás, se mezclan los comportamientos de agresividad. De hecho, la desconfianza brota de la energía de luchar contra la inercia de un entorno conformista. Corresponde a un combate decisivo contra los ataques eventuales de las ortodoxias y a la voluntad de romper con la costumbre.
   Pero si el individuo creativo aparece, a veces, servicial y cooperador, es con el fin de buscar o de mantener la armonía del grupo al que se ha visto obligado a afiliarse. Y, si a veces se le tacha de poco cooperador en sus actividades, se las arreglará para simular un comportamiento adaptado a las exigencias y a las normas de la cultura dominante, siempre que crea que esto es necesario.

Desequilibrio: “El aprendizaje como construcción de conocimientos alude a un proceso dinámico y personal de equilibrio inicial, desequilibrio (conflicto cognoscitivo) y reequilibrio posterior (asimilación).
  “Los alumnos al iniciar un proceso de aprendizaje cuentan con una variedad de esquemas de conocimiento o conocimientos previos, adquiridos en el sistema escolar o fuera de ella. Es a partir de esta situación inicial que se produce el desequilibrio, el cual consiste en desestructurar los esquemas del alumno respecto al nuevo contenido de aprendizaje” (Documento de la Comisión Central del Bachillerato, 1999)

Diálogo: es una técnica de estudio realizada entre dos personas que trabajan un determinado mensaje. Por ello el mensaje debe ser de ida y vuelta. Si uno solo hablara sería monólogo. La importancia del diálogo está en su dinámica, pues se acepta y recibe conceptos con la predisposición indeclinable de aprendizaje, comprensión y desarrollo.
   El diálogo debe darse dentro de un clima de confianza y credibilidad que propicie la reflexión y la acción constructiva. Pues el diálogo sin confianza, sin fe, sin búsqueda de nuevas ideas, es simplemente apariencia y ruptura. Además, el diálogo es una necesidad humana. Por ello, sus requisitos son:
a. Pensar crítico
b. Deseo constructivo, mesurado y sencillo
c. Mensaje común y comprensible entre los interlocutores
d. Fe y confianza para hablar, sentir y hacer
e. Constancia del crear y transformar
f. Relación horizontal en todo sentido
g. Sencillez y humildad para buscar la verdad
h. Fortaleza para encarar los problemas
i. Amor a los hombres, a la vida y al mundo.

Discusión:  como técnica de estudio consiste en la interacción de dos o más personas con la finalidad de esclarecer un tema determinado. En sí es una confrontación de ideas. Sus características son:
a. Crear un clima de libertad y confianza para que los participantes manifiesten sus ideas
b. Dar oportunidad de expresarse a todos los participantes
c. Tener los objetivos claros y definidos
d. Formular conclusiones, resumiendo con objetividad las opiniones vertidas
e. Exigir que los participantes no se aparten del tema en debate.
   Tales características exigen que se dé:
a. Un asunto o problema a resolver
b. Cordialidad y predisposición para comunicarse entre sí
c. Interés por el asunto entre los participantes
d. Capacidad en el moderador para conducir la discusión.
    Las recomendaciones exigentes son:
a. Observación y análisis: anotar toda la información posible
b. Diagnóstico: esclarecer e interpretar los datos
c. Propuestas: determinar lo que se debe o puede hacer
d. Decisión: establecer las conclusiones o alternativas de solución.

Discusión controversial: esta estrategia de aprendizaje tiene mucha semejanza con el club del debate, con la diferencia de que se realiza más trabajo en grupo antes de llevarse a cabo la discusión. Además, los participantes no sólo aprenden a solucionar sus problemas, sino también a descubrir en los problemas y dificultades una oportunidad para desarrollarse más.
   Para secuenciar esta estrategia, Roeders nos dice que “los alumnos se dividen en una cantidad de grupos que sea par. En los grupos, los alumnos leen primero individualmente y luego discuten juntos un tema acerca del cual pueda haber diferentes opiniones (ejemplo, la cabeza de ballenas). La mitad de los grupos recibe una parte del texto que enfoca al tema desde un punto de vista determinado (ejemplo, el económico) y la otra mitad un texto que enfoca el tema desde un punto de vista diferente u opuesto (ejemplo, el de la conservación de nuestro medio ambiente). Con ello, cada grupo recibe la instrucción de entender y pensar según el punto de vista del autor y prepararse para una discusión con los otros de tal manera que puedan presentar su punto de vista claramente y con argumentos. A continuación, se realiza una discusión entre los grupos en la cual el tema controversial es discutido desde ambas perspectivas y donde cada grupo tiene la oportunidad de aclarar su propio punto de vista. El docente funciona como moderador. Un poco antes del final estipulado, el moderador/docente maneja la discusión hacia el encuentro de una solución para la controversia...
   Después de terminar la discusión, los miembros de cada grupo escriben conjuntamente un informe y cada alumno anota individualmente cuál de las soluciones prefiere y por qué.
   En lugar de discusiones donde participa todo el salón, es posible también organizar discusiones donde participen grupos más pequeños. Para ello se divide el salón en grupos de cuatro alumnos cada uno, los cuales deben preparar en parejas un punto de vista para la discusión. Luego se realiza la discusión en círculo cerrado dentro del grupo de cuatro alumnos y así todos los grupos trabajan paralelamente. La segunda ronda de la discusión, es decir, después del cambio de punto de vista, se realiza en la privacidad del grupo.
   El trabajo con grupos menores tiene como ventaja que se involucran alumnos más activamente en la discusión y que hay menos ocasión que se abandone el tema o que la discusión se vuelva caótica.” (Aprendiendo juntos, 1995)

Disponibilidad de espíritu: según André Maurois, “para que pueda nacer cualquier cosa nueva, tiene que darse algún acontecimiento. Newton vio cómo caía una manzana; Roentgen anduvo enredado con unas placas fotográficas. Pero estos hombres sabían lo bastante para traducir unos acontecimientos banales en un lenguaje nuevo...”
   Por ello recuerda “nunca dejéis pasar por alto un acontecimiento o un suceso extraordinario; casi siempre, será una falta de alarma, porque puede haber allí una verdad importante” (La vida de sir Alexander Fleming, 1971).
   El espíritu receptivo  y la curiosidad serán tanto más intensos cuanto la persona se halle más abierta a sus propios pensamientos o emociones y sepa aceptar más su propia subjetividad, nacida de su afectividad, estando siempre consciente de sus límites. La afectividad es, en realidad, el dominio de lo desconocido, de lo incontrolable, pero también del descubrimiento. Será, pues, dominio privilegiado de la creatividad y de la relación creativa. Ser libre, estar disponible a su propia creatividad, es estar, igualmente, disponible a la creatividad del otro.

Docente: dentro del enfoque educativo constructivista, el docente debe realizar dos tareas particularmente: la selección y organización de las actividades de aprendizaje y luego del contenido a ser aprendido por el educando. Durante la ejecución de tales tareas hará uso fundamentalmente de lo que se ha dado en llamar el juego socio-dramático, que posibilite lograr una mejor integración grupal, a la vez que, al amparo de su capacidad de observación y registro, ejecute la mejor elección de sus actividades a realizar, con una competente sistematización e implementación.
    La tarea del profesor debe ser la de proponer actividades que coadyuven al niño o adolescente al logro de su autoconfianza e integración al grupo.  A lo largo del proceso, el docente alerta puede identificar qué alumno aún no entiende determinado ítem del tema y ajustar el proceso de aprendizaje en base a estos datos mediante la conformación de equipos, los materiales a ofrecerse y las tareas para el trabajo grupal.
   El papel del docente cambia, cuando éste puede trabajar formas de aprendizaje en grupo. Su papel es encargado; particularmente, a los mismos estudiantes y su función se centra en ser el organizador de un plan; el encargado de propiciar los suficientes materiales y recursos estratégicos y didácticos más adecuados; es quien toma las decisiones sobre el tamaño y composición del grupo, asignando a cada integrante el rol más adecuado a cada uno.
   Particularmente importante es su papel de orientador de los diferentes procesos en el aula promoviendo que cada uno coopere realmente en el trabajo grupal, a fin de propiciar que el trabajo grupal sea el de mejores logros.
   Por ello Gilbert G. Weaver presenta las características del buen docente en el siguiente cuadro

Docente (Rol del): en el proceso de aprendizaje, es:
- “El docente en el proceso de aprendizaje desempeña un rol de mediador, de organizador de situaciones de aprendizaje adecuados y pertinente al logro de las competencias previstas.
- Analiza los procesos de aprendizaje de los alumnos, sus características, sus intereses. Sólo así podrá desarrollar actividades y estrategias pertinentes que involucren al alumno en su aprendizaje.
- Crea y facilita condiciones adecuadas para el aprendizaje: tiene especial cuidado en la forma cómo presenta los contenidos, los materiales; utiliza vocabulario y términos adecuados a las características de los alumnos.
- Principalmente reconoce y valora sus experiencias previas y utiliza estrategias motivadoras para recuperarlas o para favorecer el desequilibrio óptimo evitando un aprendizaje repetitivo o su bloqueo no responder a los intereses y expectativas del grupo o porque están fuera del alcance de las posibilidades de los alumnos.
- Favorece la interacción profesor-alumno. Es innegable que las actividades en grupo de trabajo cooperativo contribuyen a generar situaciones de conflicto socio-conflictivo como resultado de la confrontación de puntos de vista sobre un tema o aspecto de la realidad, permitiendo la construcción de esquemas de conocimiento mucho más variados y profundos. Las técnicas de trabajo en grupo como rompecabezas, proyectos, etc. son recursos que facilitarán estas interacciones.
- Planifica cuidadosamente el proceso enseñanza-aprendizaje, decide qué enseñar, cuándo enseñar, cómo enseñar, qué enseñar, qué y cuándo evaluar” (Comisión Central e Bachillerato, 1999)