Letra "E"


 
Edades del Hombre: E. H. Erikson describe la dinámica del desarrollo humano a través de una serie de fases en continuo crecimiento. Cada una de las fases está pensada en términos de una tarea específica, apropiada a cada estadio, que es de carácter universal y crítico, pero resulta condicionada con el contexto cultural del medio en el que se vive. En cada fase del desarrollo se enfrentan dos fuerzas contrarias y el sujeto se ve obligado a establecer una síntesis conciliadora. De esta manera, el desarrollo humano procede por estadios críticos que colocan al individuo entre el avance y el retroceso.
   Estas son las ocho edades del hombre:
a. Confianza versus desconfianza. Realización de la esperanza. De 0 a 18 meses.
b. Autonomía versus vergüenza. Realización de la voluntad. De los 18 a los 4 años.
c. Iniciativa versus culpabilidad. Realización de la finalidad. De los 4 a los 7 años.
d. Industria versus inferioridad. Realización de la competencia. De los 7 a los 11 años.
e. Identidad versus difusión de la identidad. Realización de la fidelidad. Corresponde a la etapa de la adolescencia.
f. Intimidad versus soledad o aislamiento. Realización del amor. Corresponde a la adultez temprana.
g. Generatividad versus estancamiento. Realización del cuidado. Adultez.
h. Integridad versus desesperación. Realización de la sabiduría. Edad madura. (Identidad, juventud y crisis, 1981)
 
Educación piagetana (Finalidad de la): considerando que la educación no puede reducirse a la transmisión de información o conocimientos, Piaget entiende que la educación debe promover el desarrollo del pensamiento lógico. Y, en esta perspectiva, debe cuidarse el desarrollo pleno del niño promoviendo su estima y el que disponga de oportunidades y experiencias para desarrollar estructuras cognoscitivas.
   Ello significa que las informaciones geográficas, históricas y sociológicas sólo tienen sentido si el niño dispone de la debida comprensión de las relaciones espaciales, temporales, sociales y de causa y efecto.
    Por tanto, fiel a su propósito, plantea como finalidades esenciales de la educación dos aspectos:
a. La meta de la educación es crear hombres capaces de hacer cosas nuevas y no simplemente de repetir lo que han realizado otras generaciones; se busca forjar hombres creadores, inventivos y descubridores.
b. La educación forma mentes capaces de discernir y de verificar, y que no se contenten con aceptar lo que se les pone delante. Ello significa que el estudiante debe estar pronto a afrontar los “slogans”, las opiniones colectivas y las corrientes prefabricadas, a fin de poderlas someter a análisis crítico, distinguiendo una palabra de otra palabra y un argumento de otro argumento.
 
Eficacia (Garantías de): ante el ejemplo de centros escolares que "funcionaban bien", es decir, que tenían una eficacia muy superior para lograr que los alumnos (incluso aquellos de medios socioculturales desfavorecidos) adquirieran las competencias consideradas básicas, surgió la corriente de investigación denominada effective school research con un enfoque muy distinto, consistente en: detectar un número suficientemente elevado de centros que funcionaran bien, estudiar sus características (con la hipótesis de que existirían algunas comunes que explicarían los mejores logros de sus estudiantes) y derivar, a partir de las mismas, acciones innovadoras aplicables a la generalidad de los centros. Los resultados de dicha investigación (que se ha desarrollado a lo largo de las dos últimas décadas) han sido del mayor interés, revelando la existencia de algunos factores de eficacia escolar:
   En primer lugar, nos referiremos a las altas expectativas que los profesores de los centros eficaces poseen y transmiten a sus alumnos. Esta influencia de las expectativas del profesorado puso en evidencia investigaciones muy diversas: podemos recordar, ejemplo, el conocido "efecto pigmalión" (Rosenthal y Jacobson, 1968) consistente en indicar a los profesores los nombres de algunos alumnos especialmente dotados (según los tests de inteligencia), pero en realidad escogidos completamente al azar: dichos alumnos hicieron progresos notables y objetivamente superiores en relación a sus compañeros.
   Un estudio más reciente (Spears 1984) reveló el peso de las expectativas del profesorado en las diferencias de logro entre alumnos y alumnas en asignaturas como la física. Estas diferencias han sido reiteradamente señaladas por la investigación y han dado lugar a una línea de investigación sobre el sexismo en la enseñanza de las ciencias. El estudio de Spears consistió en proponer la corrección de un cierto número de ejercicios a 306 profesores de Enseñanza Media con objeto de que evaluaran toda una serie de aspectos: nivel, precisión científica, aptitud para la ciencia, ... Cada ejercicio fue presentado al 50% de los profesores como realizado por un alumno y al otro 50% como obra de una alumna. Los resultados muestran claramente que los mismos ejercicios eran calificados más altos cuando eran atribuidos a chicos y que los profesores valoraban más positivamente la capacidad de los "varones" para proseguir estudios científicos. Estos resultados llevan lógicamente a preguntarse si las diferencias de logro detectadas por numerosas investigaciones entre chicos y chicas no serán debidas a los juicios y expectativas del profesorado, que refuerzan idénticas presiones del medio social. Y cabe también preguntarse si la escuela no será igualmente responsable, al menos en parte, de las diferencias entre alumnos procedentes de medios socioculturales favorecidos y desfavorecidos.
   En segundo lugar, un ambiente ordenado, de disciplina compartida constituye otro rasgo que caracterizan a las escuelas efectivas. No se trata, como señala Ausubel "de sometimiento explícito a la autoridad ni de hábitos implícitos de obediencia (...) La buena disciplina es, ordinariamente, un producto derivado y natural de lecciones interesantes y de una saludable relación entre maestro y alumno" (Ausubel, 1978). La inclusión de los estudiantes en tareas interesantes, los progresos en dichas tareas y la valoración positiva que ese trabajo recibe, constituyen los requisitos para un ambiente de trabajo ordenado y distendido, más cercano de un centro de investigación que de esas aulas en las que se percibe "una atmósfera de control (...) que el profesor mantiene con grandes y deliberados esfuerzos" (Ausubel 1978) como corresponde a una situación de "trabajos forzados".
   Otra característica relevante es la continua retroalimentación que los profesores proporcionan sobre los progresos en las tareas, siempre desde la óptica de una valoración positiva y colaborativa. Estos factores de eficacia escolar, en torno al clima del aula, pueden interpretarse coherentemente como implicaciones del modelo de aprendizaje de las ciencias como investigación. Algunos factores (ambiente ordenado de trabajo, autodisciplina compartida, etc.) son igualmente válidos en lo referente al clima del centro, pero, como es lógico, este tiene sus exigencias propias que son también resaltadas por la effective school research.
   Destacamos dos factores de eficacia escolar relacionados con el clima del centro: 1) la existencia de un proyecto de centro, el establecimiento de un conjunto limitado de objetivos básicos, bien definidos y alcanzables, sobre los que se concentren los esfuerzos de los miembros de la comunidad escolar. Podría entenderse que ello es necesario en la medida en que la educación secundaria no es exclusivamente científica y resulta inevitable alcanzar consensos sobre los objetivos generales de esa educación que impliquen a todo el profesorado. Sin embargo, hay que insistir en que la vinculación del aprendizaje de las ciencias, al resto de lo que constituye una amplia preparación cultural, es un objetivo de la misma educación científica, que no puede considerarse un compartimento estanco, como reflejan las complejas interacciones ciencia/ técnica/ sociedad.
   2) Evitar los obstáculos que impiden un alto rendimiento, desarrollar una serie de habilidades básicas que permitan alcanzar los objetivos y fijarse con claridad los propios objetivos que deben ser:
a. Claros y concretos, para ello se debe especificar bien: qué, cuándo, cuánto, dónde, con qué medios, qué y para qué se pretende lograr.
b. Pocos, pero muy importantes, valiosos y ambiciosos.
c. Alcanzables y difíciles al mismo tiempo. El hecho que entrañen dificultad incrementa la motivación.
d. Perfectamente compatibles y acordes con los gustos, medios, posibilidades e inquietudes.
e. Especificados por escrito y a la vista para ser recordados: ejemplo, en la primera hoja de la agenda, o en una cartulina sobre la mesa de trabajo.
f. Medibles y a plazos, para que día a día se pueda hacer un estricto seguimiento y control sobre la eficacia mayor o menor de la propia actividad y comprobar que se van cumpliendo los plazos fijados racionalmente y por propia voluntad de antemano.
g. Integrales, coordinados y compatibles, esto es, que cubran todas las áreas de la vida personal, familiar, profesional y social, que sean específicos para cada una de estas áreas, pero en perfecta coordinación y compatibilidad. Ello significa, entre otras cosas, que los objetivos de la vida profesional se establezcan teniendo en cuenta la vida familiar, y no suceda, por ejemplo, que un ejecutivo estupendo sea paradójicamente un pésimo esposo y padre de familia, pues sólo tiene ilusión, dedicación y tiempo para su trabajo y desatiende por completo la vida familiar.

Ejes curriculares: el Documento de trabajo del Bachillerato del Ministerio de Educación concibe que un “eje es sustentador, vertebrador, articulador y, en esa medida, imprescindible.
    El currículo educativo no es una colección desarticulada de competencias, de áreas, de cursos, de capacidades, de contenidos y de actitudes que el sistema educativo debe hacer posible que el alumno desarrolle y alcance. Por el contrario, se sostiene y articula en torno a ejes fundamentales. Estos cruzan todo el sistema educativo y se van ajustando a los niveles de desarrollo y maduración del educando.
   Los ejes curriculares por los que la educación peruana ha optado son los siguientes:
? Promoción de la identidad personal, social y cultural.
? Desarrollo de la conciencia democrática y ciudadana.
? Construcción de una cultura innovadora y productiva.
La identidad personal, social y cultural está configurada por actitudes y valores como autoestima, autoconfianza, asertividad, autonomía y perseverancia, conjugadas con las aspiraciones de la persona. Respecto de cada aspecto, al concluir el Bachillerato, el egresado será capaz de:   Autoconfianza...  Asertividad ... Autonomía y creatividad ... Perseverancia ... Aspiración ...
La formación de la conciencia democrática y ciudadana no es posible sin el desarrollo de los valores y actitudes que constituyen la identidad personal. Pero requiere el desarrollo adicional de valores como el respeto por sí mismo y por los demás, la opinión propia, la cooperación y el compromiso, así como de las habilidades para la comunicación y la producción escrita. Respecto de cada aspecto, al concluir el Bachillerato, el egresado será capaz de:  respeto ... opinión ... Cooperación ... Compromiso ... Comunicación ... Producción escrita ...
La cultura innovadora y productiva tiene que ver con el desarrollo de procesos eficaces, el uso de máquinas y herramientas, el uso y creación de tecnología y una adecuada relación con el medio natural, el mercado y el trabajo. Respecto a cada aspecto, al concluir el Bachillerato, el egresado será capaz de:  Productividad .. Uso de máquinas y herramientas ... Uso y creación de tecnología ... Protección del medio ... Cultura laboral y empresarial ...” (Documento de Trabajo del Bachillerato  del Ministerio de Educación).

Emociones: la emoción tiene su origen en la percepción afectiva y corresponde, según Merleau-Ponty, a “un sondeo que lo real lanza a las profundidades del ser” (Fenomenología de la percepción, 1993).
   Mientras la motivación hace referencia a conductas que tratan  de lograr una meta, la emoción está relacionada con el resultado final, es decir, con la consecución o no de esa meta. Ambas están relacionadas y tienen en la meta un punto de referencia obligado. Por tanto, todos experimentamos ese estado interno de activación que es la motivación como un sentimiento o estado de ánimo, términos que hacen referencia explícita a los procesos emocionales.
   La emoción es uno de los conceptos psicológicos más difíciles de explicar y definir justamente, porque se trata de un fenómeno común de experiencia al que todo el mundo tiene acceso y que reviste características particulares en cada caso o en cada persona. Se puede decir que las emociones hacen referencia a la dimensión afectiva de la conducta y se caracterizan por una experiencia de cambio en forma de agrado o desagrado, placer o displacer. Ello lleva a distinguir dos modalidades diferentes: las emociones propiamente dichas y los sentimientos. (Ver sentimientos)
    Los sentimientos no tienen correlatos orgánicos y suelen ser más suaves y duraderos. Además, los sentimientos tienen menos relación con la vertiente motórica y más con la vertiente intelectual e imaginativa del sujeto. Aunque los sentimientos pueden ser intencionales y mantener una referencia explícita a contenidos experimentales determinados (estar triste por la muerte de un amigo), no todos los sentimientos, ni siempre, implican esa referencia intencional, como ocurre con algunos estados de ánimo cuyo referente específico permanece desconocido. Tal es el caso de la ansiedad flotante.
   Por el contrario, la emoción entraña una perturbación generalizada del organismo con manifestaciones específicas conscientes, conductuales y fisiológicas. Algunos especialistas señalan como elementos característicos esenciales y, por tanto, distintivos del estado emocional, los siguientes: activación física, sensación de bienestar o malestar, conciencia y valoración cognitiva de la experiencia, conducta emocional expresiva y consecuencias ambientales.
   Para Scheler, la diferencia entre emoción y sentimientos es de profundidad y distingue cuatro grados de las emociones que corresponden a la estructura de la existencia humana, y son: 1) emociones sensibles; 2) emociones corpóreas (estados) y sentimientos vitales (funciones); 3) sentimientos psíquicos (sentimientos del yo); 4) sentimientos espirituales (sentimientos de la personalidad).
    Heidegger concentra su atención en la angustia y la considera como la única “emoción propia” del hombre, porque es la única emoción que hace comprender al hombre su misma existencia y, por tanto, su ser en el mundo.
   Se suele distinguir tres grandes dimensiones a lo largo de las cuales se pueden ordenar las emociones: 1) las de tono afectivo, pueden revestir un tono agradable o desagradable. El poder energético, motivador de las emociones, está mediado por el atractivo aparente de las emociones positivas o el rechazo aparente de las emociones negativas. 2) Las emociones pueden variar en torno a la intensidad, que se hace visible en cualquiera de las tres manifestaciones esenciales de la emoción:  la consciente, la conductual o la fisiológica. Pero no existe una correlación exacta entre los tres componentes mencionados. 3) Las emociones pueden variar también respecto a la duración temporal. Algunas emociones son muy breves, casi instantáneas. Otras pueden tener un efecto duradero.
   Por otra parte debemos manifestar que muchas personas sienten el deseo de descubrir, afrontar, dominar los problemas de la vida, otras se sienten incapaces y endilgan la responsabilidad a los demás. Estas últimas se lamentan de su triste suerte, de la que se sienten juguetes; evitan tomar iniciativas y responsabilidades o vuelven a rumiar sus dificultades sin tratar de superarlas. Las primeras saben explotar las emociones positivas, mientras que las segundas se someten a afectos negativos “psicológicamente determinados” que conducen al sarcasmo, la ironía, el escepticismo, la incredulidad o a un espíritu de crítica (no un espíritu crítico) exagerado. Este tiene como efecto despreciar el sentido, disminuir la receptividad e inhibir toda experiencia.

Entorno: el medio físico, socio-cultural y económico, en el que el hombre vive con todos su contextos, viene a constituir el entorno que el hombre debe estar en posibilidad de:
a. Modificar su espacio físico: inventa nuevas disposiciones de muebles, de los objetos.
b. Tratar de modificar las formas, los colores y las cosas en función de su personalidad..
c. Poner, a los lugares atribuidos a cada miembro de la familia, un toque que sintonice con la respectiva personalidad responsable: buscarles nombres originales a los rincones, a los objetos específicos, etc.
d. Tomar tiempo para idear antes de realizar
e. No dejar de realizar las transformaciones.
f. Tratar de buscar soluciones que no sean, precisamente, las propuestas por las revistas especializadas o combinar los modelos que allí encuentre

Epistemología genética: con ella pretende Piaget investigar el conocimiento que el niño tiene sobre el mundo exterior, mejor aún, cómo llega a ese conocimiento. Además, estudia los mecanismos del desarrollo de los conocimientos, así como los cambios evolutivos que se producen al pasar de estados de menor conocimiento a estados de conocimiento más avanzado. En la explicación, Piaget utilizar términos y procesos prestados de la biología, como adaptación, asimilación o acomodación.
    Los seres vivos incorporan en su estructura, a través de determinadas transacciones con el ambiente exterior, nuevos elementos que garantizan  la supervivencia y el desarrollo del organismo. Este es un proceso de adaptación que tiene dos componentes: la asimilación y la acomodación. Mediante la asimilación, los elementos del ambiente son alterados para su incorporación a la estructura, y mediante la acomodación, es el organismo el que se ajusta a las características de los objetos del ambiente. Son dos componentes distintos, pero indisolubles, del mismo proceso de adaptación.
 
   Continuando con la analogía anterior, Piaget interpreta el funcionamiento intelectual como un proceso de adaptación entre el individuo y el ambiente en el que se distinguen también esos mismos dos componentes. La asimilación intelectual significa amoldar un hecho de la realidad a las estructuras intelectuales del sujeto, y la acomodación intelectual supone el ajuste de los órganos receptores del organismo a los hechos de la realidad. Por la asimilación, el niño introduce alguna nueva acción o pensamiento en su estructura mental, y por la acomodación ajusta su estructura mental para aceptar esa nueva acción o proceso de pensamiento.
   La asimilación describe pues la capacidad del organismo para manejar nuevas situaciones mediante el repertorio almacenado de mecanismos; la acomodación describe los procesos de cambio mediante los cuales el organismo puede manejar situaciones que resultan, al principio, demasiado complejas.
    La tesis fundamental de la epistemología de Piaget es pues que el ser humano construye su  ambiente asimilándolo a sus esquemas, al mismo tiempo que acomoda estos esquemas a las exigencias del ambiente.
   Muchas veces la presencia de la acomodación indica que la asimilación ha fallado: supongamos, por ejemplo, que un niño tiene un concepto de perro como “animal de cuatro patas que ladra”, se encuentra con uno que no ladra. Evidentemente, no podrá asimilar este animal al concepto que tiene de perro, debiendo cambiar ese concepto para incluir en él algunos perros que no ladran.

Equilibrio: el análisis de los bloqueos personales pone en evidencia el aspecto negativo de la separación entre la inteligencia, la afectividad y el cuerpo.  La búsqueda de la objetividad, de la lógica y de lo racional condena las expresiones de la sensibilidad y de la emoción. El cuerpo y todo lo que él supone de sensación, gozo y expresión queda relegado a un segundo plano. Hoy por ejemplo, el “adelgazar a cualquier precio” no responde a una búsqueda de equilibrio, sino, más bien, a una moda, con todo su conformismo y su intolerancia. De ahí que sea necesario establecer el equilibrio a través de:
 

 
 

Inteligencia

Apertura hacia el exterior
Pensamiento objetivo, hipotético-deductivo. Acción previsible, reflexiva, controlada, impersonal, lógica.
Afectividad  Pensamiento subjetivo, intuitivo. Conciencia de sus contradicciones. Expresión personal: traducción original de sus emociones. Creación de un lenguaje apropiado a su subjetividad.
Cuerpo Sensaciones. Conciencia de su propio cuerpo. Expresión corporal. Comunicación directa. Placer, descanso. Sensualidad, sexualidad

Todo proceso creativo incluye la alternancia de estos tres recursos que se manifiestan a través de la reflexión, la meditación, la concretización, el esfuerzo y la relajación. La sequedad del razonamiento queda compensada por el ímpetu de la emoción; la concentración intelectual halla su relajación en el gozo corporal, en el placer de los sentidos.

Error: el error es fuente de descubrimientos o de acontecimientos imprevisibles. Si es explotado y controlado, se convierte en creador. Cuando es entendido como resultado de una incompetencia puede resultar culpabilizador y producir la inhibición de la acción. Los errores demasiado repetidos pueden llevar a un desaliento que frene nuevas iniciativas. Estos efectos negativos pueden limitarse gracias a la confianza en sí y a la perseverancia.
   Encones, no es de extrañar que el estudio de los que se denominaron errores conceptuales se convirtiera rápidamente en una potente línea de investigación y que el profesorado concediera a dichos estudios una particular atención, como si conectara con algo que en cierto modo se hubiera ya intuido más o menos confusamente a través de la práctica docente.
   Desde mediados de los años 70 la detección de errores conceptuales relevantes ha dado lugar a una abundante literatura (ver amplias selecciones bibliográficas en Osborne y Wittrock 1983; Carrascosa 1985; Hierrezuelo 1989). Todos los campos de las ciencias han sido analizados: la Mecánica en primer lugar, en donde parece que se dan los errores más persistentes (McDermott 1984; Sebastiá 1984) pero también el Calor (Macedo y Soussan 1985), la Electricidad (Varela 1989), la Optica (De la Rosa et al 1984; Viennot y Kaminsky 1989), la Biología (Jiménez 1987), la Geología (Granda 1988) o la Química (Furió 1986). Una vez puesta en evidencia la extensión y gravedad de los errores conceptuales, la investigación se centró en la comprensión de sus causas y en el diseño de estrategias de enseñanza que permitieran salir al paso de unos resultados tan negativos.
   Estos intentos de explicación de la abundancia y persistencia de errores conceptuales en numerosos dominios de las ciencias han apuntado básicamente a dos causas relacionadas, además, entre sí:
   1) Por una parte se ha barajado la hipótesis (con más o menos matices) de que esos "errores" constituyen más bien ideas espontáneas o preconcepciones que los estudiantes ya tenían previamente al aprendizaje escolar. 2) En segundo lugar, la atención se ha dirigido hacia el tipo de enseñanza habitual, poniendo en duda que la transmisión de conocimientos elaborados haga posible una recepción significativa de los mismos, es decir, haga posible que los estudiantes pasen a tener las ideas que les han transmitido. Nos referiremos, con algún, detalle a los estudios realizados en ambos campos.
   Según Lewis Thomas, “los errores están en la misma base del pensamiento humano, en su raíz. El pensamiento se alimenta de ellos. Si no tuviéramos este sentido innato del error, jamás haríamos nada de provechoso. Nuestro pensamiento no progresa más que operando en permanencia una elección entre muchas posibilidades, descartando las malas y conservando las buenas...
  Para progresar, es preciso obrar sobre el error inicial. La esperanza reside en la facultad de equivocarse, en la tendencia al error. La capacidad de saltar sobre montañas de datos para aterrizar suavemente en el lado malo, representa, sin duda, el don más extraordinario del ser humano” (La méduse et l’escargot, 1980).

Especialista: el especialista demasiado unilateral se halla encerrado en la estrecha zona de sus conocimientos, y, frecuentemente, se conforma con las reglas y convencionalismos adoptados en su dominio; se halla sometido a los automatismos de los razonamientos y de las técnicas.
    El exceso de conocimientos especializados en una sola disciplina corre el riesgo de  cerrar las posibilidades de apertura hacia lo desconocido, lo no verificable (al menos momentáneamente), y canaliza el espíritu únicamente en el pensamiento convergente. De la misma manera, una técnica convertida en habilidad y considerada como un fin en sí es enemiga de los errores y del riesgo. Hoy más que nunca se hace exigente el trabajo interdisciplinar.

Escuchar: como técnica de aprendizaje nos permite distinguir oír y escuchar. El primero es percibir sonidos, que también lo hacen los animales, el segundo denota poner atención a lo que se oye. Para que el escuchar sea provechoso es indispensable una motivación adecuada. Así será la mente quien escuche y pueda captar la estructura del mensaje a fin de comprender y registrar las ideas fundamentales. Para que la técnica sea efectiva es indispensable:
a. Una postura corporal correcta y expectante.
b. Actitud posesiva de la mente para apropiarse de los contenidos a exponerse.
c. Distinguir y jerarquizar las ideas.
d. Observar en el expositor su modo de expresarse, de introducir las ideas clave y de resaltar lo importante.
e. Estar atento a los cambios que sufra la exposición del tema.
f. Objetividad en la percepción del mensaje para captarlo, interpretarlo y juzgarlo exactamente.
g. Estar cerca al expositor para escuchar las palabras del expositor con más fidelidad.

Escuela nueva: si bien el proceso activo se remonta al pedagogo romano Quintiliano, quien sustentara que “se aprende haciendo”, algunos consideran que el principio fundamental del proceso educativo es la llamada Escuela Nueva propiciada por Dewey, Decroly y Claparede, para quienes el niño aprende haciendo y experimentando; y a través de esta actividad se desarrolla, partiendo siempre de sus necesidades e intereses.

Escuela orientadora: Roeders manifiesta que tal denominación fue elaborada por N. Deen (1985; 1986) indicando que “en este concepto sobre la estructura de la educación, la tarea del docente como orientador de procesos individuales de aprendizaje del alumno ocupa un lugar central. El aspecto crucial del concepto en mención es que el docente tenga continuamente vigiladas las necesidades en la formación del alumno – en base al talento, al interés y a los vacíos en conocimientos y habilidades  experimentados por éste durante las interacciones sociales – así como el potencial individual de formación de cada uno de ellos. El material de enseñanza y el camino de la preparación del alumno deben coordinarse con todo esto y, donde sea necesario, adaptarse. Según Deen (1985), sin embargo, un docente es capaz de esto, sólo cuando él mismo funciona en un ambiente orientador. Esto quiere decir que los docentes funcionarían dentro de un equipo orientador el uno del otro en el caso de problemas individuales, necesidades y posibilidades de capacitación directamente relacionadas con la escuela”. (Aprendiendo juntos, 1995)

Escuela y sociedad: como formas de favorecer esta integración entre escuela y sociedad, Penick y Yager citan, entre otras, las siguientes:
? el trabajo de estudiantes junto a investigadores, ingenieros, etc,
? seminarios impartidos por investigadores a los profesores y estudiantes sobre los diferentes problemas que conlleva el desarrollo científico,
? la participación de estudiantes en órganos ciudadanos de gobierno para la toma de decisiones.
   Puede pensarse también en otras formas que, por ejemplo, permitan a los alumnos elaborar "productos" de interés para el público general (exposiciones monográficas, ferias científicas, etc) a través de las cuales la escuela se abra a la sociedad y los estudiantes se impliquen en tareas que van más allá del ejercicio escolar (Freinet 1976).
   Por otra parte, Penick y Yager señalan que las relaciones C/T/S (Ciencia, Tecnología y Sociedad) constituyen una parte central de los cursos altamente valorados. La idea de que la tecnología es algo "demasiado mundano" para la clase está siendo hoy revisada (Martinand 1986) y los diseñadores de programas reconocen que la ciencia, sin sus implicaciones sociales, no significa mucho ni para los estudiantes ni para los ciudadanos. Esta orientación C/T/S presenta la estructura de la ciencia en relación con la sociedad, sin olvidar los aspectos más conflictivos. Así, los estudiantes trabajan algunos problemas con los que tendrán que enfrentarse como adultos (futuros científicos o no) y comienzan a comprender el papel de la ciencia y del desarrollo tecnológico, adquiriendo una formación necesaria para el ciudadano, particularmente en lo que se refiere a una actitud de responsabilidad hacia el porvenir del medio ambiente.
   La importancia de estas interacciones C/T/S ha conducido al diseño de módulos de educación científica (e incluso de currículos enteros) centrados en el tratamiento de problemas específicos de interés social como, por ejemplo, el crecimiento de la población o el consumo energético (Rosenthal, 1989) y se ha recurrido también al tratamiento interdisciplinar de temas como el desarrollo histórico de la ciencia, las responsabilidades sociales de los científicos, etc. En el programa DISS (Discussion of Issues in School Science) se favorece el debate de los estudiantes en torno a aspectos sociales del desarrollo científico después de proyectarles un vídeo apropiado. Solomon (1990) utiliza esta actividad para registrar los debates y estudiar los valores personales de los estudiantes, los conflictos que se generan y los procesos a través de los cuales negocian sus ideas y valores. Ahora bien, como indican Aikenhead y Désautels (1989) o Solbes y Vilches (1989) lo más conveniente es que las interacciones C/T/S sean tratadas en conjunción con los contenidos "normales" de las disciplinas científicas, no renunciando a la construcción de cuerpos coherentes de conocimientos (sin lo cual no tiene sentido hablar de ciencia) ni presentando la construcción de estos conocimientos como algo ajeno a las interacciones C/T/S. Con ello el currículo de ciencias no sólo resulta mucho más valorado por los estudiantes, sino que su visión del trabajo científico se enriquece, superando algunos tópicos deformantes.

Esquema: “El esquema,  la síntesis y el cuadro sinóptico, constituyen una técnica que facilita el estudio. En el esquema se expresa únicamente lo más importante de un tema; es considerado como el esqueleto de un texto. Para formularlo, debe comprenderse muy bien el tema que se va a esquematizar a fin de plasmar las ideas y datos más representativos.
Los pasos que debe seguir la conformación del esquema son:
1° El material ideal para hacer un esquema es una hoja tamaño carta; con la práctica se podrá escribir un esquema en la mitad de la hoja.
2° Debe contener las ideas más importantes del texto.
3° La presentación de las ideas se hará en forma jerárquica y tendrán la debida relación: Las ideas principales estarán al margen izquierdo, y según la jerarquía hacia el margen derecho.
4° El contenido debe estar muy bien distribuido; los blancos deberán predominar sobre lo escrito.
5° Se utilizará diversos tamaños de letras, según títulos y texto.
6° Debe subrayarse las palabras significativas.
7° El texto empleado se escribirá en frases precisas y claras con lenguaje propio.
8° La letra debe ser legible.
9° Se realzará las ideas mediante el asterisco, el guión y el punto.
La confección del esquema debe mostrar las siguientes características:
a. Proporcionalidad. Manifiesta entre el texto y la hoja en que se redacta. El texto debe destacar sobre el papel.
b. Las ideas esenciales deben captarse a primera vista, por lo que deben ser precisas y breves para captarlas de inmediato.
c. El lenguaje y la expresión debe ser propio.
d. El contenido debe expresar las ideas más importantes del texto.
e. La estructura debe mostrar la verdadera relación entre las partes.
f. Debe ser sistemática, arrancando la mayor importancia de la izquierda hacia la derecha.
g. Los enunciados deben responder a las categorías que expone el autor.
h. Los elementos de realce deben ser el asterisco, el guión y el punto.
i. La presentación debe darse en caligrafía y legibilidad excelentes.” (R. Abarca en Trabajo intelectual una metodología, 1997)
 

Estadios evolutivos: Piaget divide el desarrollo cognoscitivo en tres grandes estadios: sensorio-motor, operaciones concretas y operaciones formales.
a. Inteligencia sensorio-motor de 0 a 2 años: se llama así porque el niño adquiere habilidades motóricas en respuesta a los estímulos ambientales, si bien no es aún capaz de representar el mundo internamente. A lo largo de este período el niño construye las subestructuras cognitivas que serán de punto de partida para su posterior desarrollo perceptivo intelectual. Este estadio se subdivide en subestadios según las adquisiciones que va realizando: reflejos, reacciones circulares primarias, secundarias, etc.
b. Inteligencia representativa mediante operaciones concretas: va de los 2 a los 11 años con 3 subestadios:
1) Pensamiento preconceptual o simbólico de 2 a 4 años: se caracteriza por el desarrollo de la habilidad para usar símbolos. El niño comienza a distinguir el significante (símbolos como palabras o imágenes) y el significado (los sucesos, objetos y acciones a los cuales se refiere el significante).
2) Pensamiento intuitivo de 4 a 7 años: está dominado por procesos preceptúales sobre los procesos de pensamiento. Los cambios están relacionados con vocabulario, memoria e imaginación, que revelan nuevas estructuras y habilidades cognoscitivas. El niño piensa en términos de las partes de una situación, pero no puede integrar esas partes dentro de un conjunto satisfactorio al mismo tiempo. Su pensamiento es irreversible (dividido un objeto, pierde la habilidad para pensar en el objeto como un todo) y estático: piensa en los objetos como si tuvieran estados permanentes.
3) Operaciones concretas de 7 a 11 años: el niño puede realizar actos mentales u operaciones en respuesta a los cambios ambientales, puede reproducir en su cabeza lo que antes tenía que hacer a través de sus acciones externas. Las operaciones concretas son acciones interiorizadas. Piaget manifiesta que el niño puede clasificar, ordenar y reconocer la conservación de objetos; manifiesta que el niño a los 7 años tiene una característica muy importante para el desarrollo, pues el niño puede sumar mentalmente los miembros de su clase, los pupitres, etc.
c. Operaciones formales: el adolescente es capaz de realizar razonamientos formales en un nivel abstracto, descubrir la valoración de la verdad o falsedad de las proposiciones abstractas: analizar fenómenos complejos en términos de causa efecto, utilizar el método hipotético-deductivo, imaginar situaciones hipotéticas, deducir consecuencias y diseñar pruebas..
   Se critica a Piaget de vaguedad, imprecisión e inestabilidad en la definición de los conceptos utilizados; e incluso se afirma que manipuló los resultados a favor de interpretaciones preestablecidas. Sin embargo, su trabajo es ingente, imaginativo y estimulante que constituye el punto de partida para numerosas investigaciones.

Estereotipo: el estereotipo es una tendencia general de colocar a una persona en una categoría, sobre la base de alguna característica fácil y rápidamente identificable, para después atribuirle cualidades típicas de esa categoría. De suyo, el estereotipo es bastante parcial y subjetivo y se aplica, sobre todo, a los miembros de un grupo determinado: obreros, militares, estudiantes, profesores.
   El estereotipo no es necesariamente incorrecto. De hecho, participa de muchos de los elementos que tiene el proceso de formación de impresiones. Lo que ocurre es que el estereotipo tiene un grado de generalización que difícilmente se ajusta a ninguna generalidad real. Tiene pues, una generalidad sin fundamento. Ahora bien, como todas las inferencias sobre las personas implican algún grado de generalización de la experiencia pasada, tienen, por lo mismo, algún grado de estereotipia. Por eso, el estereotipo debería interpretarse más como una dimensión de la percepción que como una clase de percepción imprecisa o incorrecta. De hecho, puede haber estereotipos correctos (resultado de inducciones perceptivas rigurosas) que permiten posteriormente una generalización a casos no observados directamente.

Estilos de aprendizaje: El interés por los "estilos de aprendizaje" (EA) se inició, como tendencia psicopedagógica universal a mediados de los años 60, recibiendo considerable atención en los 70 como parte de los nuevos enfoques en las reformas educacionales. El argumento más sobresaliente ha sido que las personas son diferentes o que los estudiantes responden de distintas maneras ante la diversidad o unilateralidad de los métodos instruccionales. Se hace énfasis, al mismo tiempo, a la necesidad de respetar y atender estas diferencias individuales.
  En términos generales, EA es la manera o forma en la que cada individuo percibe (absorbe) y procesa (retiene) información. En cierto grado, constituye una destreza independiente de la descripción física o material del contexto de enseñanza. Dunn (1984) piensa que en muchos casos llega a ser dramáticamente diferente para cada persona, al extremo de que la atención no debe recaer sólo en aspectos o circunstancias del ambiente educacional; se trata de observar cómo hacen los estudiantes en sus intentos por aprender. Existiría según Dunn (1984) una relación directa entre EA y variables neurofisiológicas, respaldada en evidencias de estudios con niños hiperactivos con claras preferencias, durante el aprendizaje, el movimiento, sonidos ambientales, iluminación, ingesta de alimentos durante una clase, considerados como verdaderas señales del sistema nervioso central (SNC). Se argumenta que la estructura tradicional de la enseñanza es contraria a estas señales que los alumnos constantemente están recibiendo. Existe diversidad en los modelos usados para definir y describir los EA. Slavin (1991), por ejemplo, resume en su texto de psicología educacional a diversos autores:
   a) Los EA describen a un estudiante en términos de aquellas condiciones educacionales bajo las cuales el aprendizaje es más efectivo.
   b) Los EA son conductas cognitivas, afectivas y fisiológicas que sirven como indicadores relativamente estables sobre cómo un estudiante percibe, interactúa y responde al aprendizaje.
 c) Citando a Witkin et. Al, Slavin se centra en dos dimensiones: la "dependencia de campo" (DC), que describe a un estudiante aprendiendo mejor en situaciones sociales o interactivas y que conceptualiza contenidos de un modo global (hemisferio global o cerebral derecho) versus "independencia de campo" (IC) que describen a alguien como introspectivo; que prefiere el trabajo independiente y analiza las relaciones de las partes con un todo (hemisferio cerebral izquierdo, analítico).
  d) El concepto de "tiempo cognitivo" de Jordan (1991) o la rapidez/velocidad, precisión de respuestas con que los estudiantes responden a las exigencias del aprendizaje. Así, pueden ser "impulsivos", no piensan las respuestas, diciendo lo primero que se les ocurre, mostrando inseguridad. Por otro lado, están los estudiantes "reflexivos", lentos en responder, pero que piensan en alternativas como que seleccionan e intentan validar sus respuestas antes de emitirlas.
 e) Korhaber y Gardner (1991), para identificar EA, utilizan los términos "nivelación" y "agudeza". En el primero estarían aquellos estudiantes que relacionan contenidos recordando las ideas generales, y en el segundo los que se centran con mayor facilidad en partes de una información, recordando los detalles. Describe una metodología fenomenológica para llegar a lo que Gregorc llama "fuerzas subyacentes" de un estilo superficial en el aprendizaje, encontrando "temas" o estados psicológicos que orientan las decisiones y motivaciones humanas, manifestándose en mecanismos llamados "estilos". Para ello se les pide a los alumnos que examinen sus actitudes y valores básicos en relación al concepto de vida y tiempo; cómo se produce el pensamiento, qué es la verdad, la ética o la moral, etc.
   f) Dunn y Price han diseñado uno de los modelos más complejos y controvertidos que constituyen la base de su "inventario de estilos de aprendizaje". Se postula que las respuestas al sonido, luz, temperatura, contexto, percepción, entre otros, tienen una orientación biológica. Por otra parte, las inclinaciones hacia ciertas preferencias de motivación, persistencia, responsabilidad se desarrollan si las interacciones sociales son positivas o negativas.
   g) Mc Carthy (1987), basándose en la idea del aprendizaje experiencial de Kolb (1985), atribuye diferencias en los EA de las personas, según cómo perciban o procesen información. Describe cuatro grandes EA:
  Aprendiz imaginativo (divergente). Percibe información concreta, reflexiona y la integra con sus experiencias, asignándole un significado y valor. En cuanto a la escuela, ésta le parece fragmentada y sin relación con el mundo real y emocional
  Aprendiz analítico (asimilador). Percibe la información en forma abstracta y mediante la observación reflexiva. La mayor fortaleza de este aprendiz está en el razonamiento inductivo y la habilidad para crear modelos teóricos. No está tan centrado en las personas. Encuentra que la escuela satisface plenamente sus necesidades por el trabajo teórico y memorístico.
  Aprendiz de sentido común (convergente). Confía en la conceptualización y experimentación activa. Integra la teoría con la práctica; la solución de problemas y la toma de decisiones convergen muy bien en la aplicación práctica de las ideas. Rinde bastante bien en las pruebas de inteligencia convencionales, prefiere tratar una tarea o problema técnicamente y no mezcla lo interpersonal o social. La escuela para él es frustrante debido a que siente la necesidad de trabajar fuertemente en problemas reales.
  Aprendiz dinámico (acomodador). Tiene la fortaleza opuesta al asimilador. Enfatiza la experiencia concreta y la experimentación activa. Percibe la información en forma concreta, adapta, es intuitivo, trabaja sobre el ensayo-error. Le agrada tocar cosas, realizar planes que involucren nuevas experiencias. Confía en los demás para la información. La escuela le resulta tediosa, lo abiertamente estructurada y secuencial.
   Para Keefe, los estilos de aprendizaje son los rasgos cognitivos, afectivos y fisiológicos, que sirven como indicadores relativamente estables, de cómo los discentes perciben, interaccionan y responden a sus ambientes de aprendizaje.
   Los estilos de aprendizaje son modos de uso o selección de las estrategias de aprendizaje, manejo de ciertas "secuencias integradas de procedimientos". Ambos, estrategias y estilos son "contenidos educativos" no enseñables en las clásicas materias escolares, implican mucho mas.
  Aun cuando se les ha definido de múltiples maneras, lo esencial en el concepto de estilos de aprendizaje son tres componentes: a) se trata de un modo de procesar la información, b) consiste en una selección dinámica de estrategias de aprendizaje, y c) comprometen la propia percepción del alumno respecto del mismo aprendizaje.
  Por esa razón podemos hablar de distintos estilos de aprendizaje, pues cada alumno adoptará uno y será diferente al de sus compañeros de aula. De esta forma encontramos una serie de características a considerar en nuestra labor docente:
  Los estilos de aprendizaje no son inamovibles, son relativamente estables, es decir, que pueden cambiar. Los alumnos, conforme avanzan en su proceso de aprendizaje, descubren mejores formas o modos de aprender, por lo tanto, van a variar su estilo; además dependerá de las circunstancias, contextos y tiempos de aprendizaje que tengan que enfrentar.
   Podemos resaltar las siguientes ventajas:
  a) Nosotros podremos orientar mejor el aprendizaje de cada educando si conocemos cómo aprenden. Es decir, que la selección de nuestras estrategias didácticas y estilo de enseñanza será más efectiva.
b) La aplicación en el aula de los estilos de aprendizaje es el camino más científico de que disponemos para individualizar la instrucción.
   c) Si nuestra meta educativa es lograr que el estudiante aprenda a aprender, entonces debemos apostar ayudarlo a conocer y mejorar sus propios estilos de aprendizaje.
    Esto le permitiría al estudiante, entre otras cosas, saber:
   1) cómo controlar su propio aprendizaje,
   2) cómo diagnosticar sus puntos fuertes y débiles como estudiante,
   3) cómo describir su estilo o estilos de aprendizaje,
   4) conocer en qué condiciones aprende mejor,
   5) cómo aprender de la experiencia de cada día,
   6) cómo superar las dificultades que se le presentan en su proceso de aprendizaje.
   En estas circunstancias, conocer el estilo de aprendizaje de cada estudiante es una referencia que orienta el qué hacer y concreta unas señales de identidad. Esta situación la han definido muy bien García y Pascual (1994) cuando indican que "los intentos y programas actuales para mejorar el rendimiento de los alumnos desarrollando habilidades y estrategias para el estudio y aprendizaje, han pasado de una preocupación por las técnicas de estudio (toma de apuntes, lectura rápida, subrayado, notas, etc.) a un interés por desarrollar el conocimiento y conciencia del estudiante acerca de sus propias competencias, sus enfoques y estilos de aprendizaje, propiciando enfoques profundos y estratégicos".
    Es una necesidad de los profesores de aula y del profesor tutor, conocer cuál es la forma de aprender de sus estudiantes en las condiciones que plantea realmente la práctica educativa en las aulas. No obstante, resulta complicado ponerse de cuerdo, como así lo ponen de manifiesto las discrepancias en este campo entre distintos autores (Entwistle, 1979; Riggs, 1979; Marton, 1984; Kolb, 1984; Selmes, 1987; Schmeck, 1988; Sternberg, 1990; Monereo, 1996) sobre los elementos y variables que se deben tener en cuenta o que se deben manejar para definir el estilo de aprendizaje. El hecho se complica considerando que la formación psicopedagógica del docente en la Enseñanza Secundaria es escasa, además de que es poco proclive a introducir estas concepciones en su práctica educativa. Subsiste, sin embargo, la exigencia de aumentar el rendimiento académico y la preocupación consiguiente de tener en cuenta algunas variables que puedan incrementarlo, factores que de paso van a definir más o menos exhaustivamente las características de un aprendizaje y así obtener pautas de intervención docente dentro del aula.
   Considerando cuatro categorías: inteligencia, motivación, destrezas o habilidades, hábitos, y salvo algunas sugerencias muy puntuales, que carecen de valor general, los resultados de algunos investigadores puede centrarse en las respuestas que establecen y confirman las siguientes categorías:
   1º Alumno considerado inteligente (con capacidades), tiene destrezas y habilidades en el aprendizaje, está motivado y tiene hábitos de estudio positivos y se sabe organizar.
  2º Alumno considerado inteligente (con capacidades), tiene destrezas y habilidades para aprender, está motivado, pero no posee hábitos de estudio positivos ni se sabe organizar.
  3º Alumno considerado inteligente (con capacidades), tiene destrezas y habilidades, los estilos de aprendizaje y los estilos de enseñanza para aprender, no está motivado y no posee hábitos de estudio positivos ni se sabe organizar.
  4º Alumno considerado con una capacidad normal, muestra destrezas y habilidades en el aprendizaje medio, está motivado y tiene hábitos de estudio positivos y se sabe organizar.
  5º Alumno considerado con una capacidad normal, muestra habilidades y destrezas en el aprendizaje medio, está motivado, pero no tiene hábitos de estudio positivos ni se sabe organizar.
   6º Alumno considerado con una capacidad normal, muestra habilidades y destrezas en el aprendizaje medio, no está motivado y no tiene hábitos de estudio positivos ni se sabe organizar.
  7º Alumno considerado con una capacidad normal, no muestra habilidades ni destrezas para el aprendizaje, pero está motivado y tiene hábitos de estudio positivos y se sabe organizar.
   8º Alumno considerado con poca capacidad, no muestra habilidades ni destrezas para el aprendizaje, está motivado, pero no muestra hábitos de estudio positivos ni se sabe organizar.
  9º Alumno considerado con poca capacidad, no muestra habilidades ni destrezas para el aprendizaje, no está motivado y no tiene hábitos de estudio ni se sabe organizar.
   10º Cualquier alumno que no pertenezca a ninguna de las categorías anteriores.
   Otra forma de visualizar los estilos de aprendizaje nos muestra un continuo que va desde componentes externos (como las preferencias ante diversas situaciones de aprendizaje), pasando por las preferencias estimulativas (como los estilos visual, auditivo, etc.), hasta los estilos "abstracto/concreto" (como los aportados por Kolb); los "estilos de aprendizaje" abarcan bastante, casi con el riesgo de superponerse con la "psicología del aprendizaje" en si. Cómo, entonces, pueden redefinirse los estilos de aprendizaje?
   También cabe examinar el tema de los estilos de aprendizaje, a la luz de conceptos como "aprendizaje adulto", "aprendizaje autodirigido", "aprendizaje a partir de expertos", "entornos de aprendizaje", "aprendizaje mediado por computador", "aprendizaje distribuido", "redes de aprendizaje", "aprendizaje basado en la web", y otros. Algunos de estos conceptos no han sido abordados con amplitud y suficiencia por los investigadores educacionales. Otros, responden a nuevas realidades y tecnologías, como los "comportamientos" que recién aparecen con la expansión de las llamadas "nuevas tecnologías e internet" que muchas personas e instituciones pareciera se resisten a ver.
    Finalmente, dice Gregorc "aquellos estudiantes que sintonizan con el estilo del profesor son extremadamente favorecidos, mientras que los otros son postergados por su individualidad. El poder de la enseñanza basado en estilos de aprendizaje contribuye a re-pensar la educación y a valorar la diversidad, estableciendo objetivos para destacar las preferencias o modos individuales en el aprendizaje".

Estudiar: Es un proceso intencionado y sistematizado para iniciar o profundizar la adquisición de conocimientos, habilidades, valoraciones y actitudes.  Estudiar es activar todas las potencialidades personales; no es caminar toda la circunferencia sin llegar a enterarse del círculo. Estudiar es intuición y aplicación, esfuerzo y perseverancia, trazar rectas y buscar el centro. Consecuentemente, escuchar al profesor en forma pasiva, no es estudiar. Para ser provechoso el estudio, debe ser un aprendizaje deliberado y puede realizarse de manera múltiple: a través de la admiración de una pintura, el análisis de una situación, la interpretación de un mensaje, el dibujo de un mapa, la demostración de un teorema, la discusión grupal,  la experimentación realizada en un laboratorio o en el laboratorio de la sociedad.
   Para estudiar basta una inteligencia normal, cuya capacidad y poder va aumentando según se la va cultivando a través de los diferentes actos: 1) comprensión, 2) asimilación, 3) retención, 4) razonamiento, 5) creación.
   Ello nos conduce a plantearnos, siempre, los siguientes interrogantes: ¿qué estudiar?,¿dónde estudiar?, ¿para qué estudiar?, ¿cuándo estudiar?, ¿cuánto estudiar?

Estudio y conciencia: el estudio alimenta algunos niveles de conciencia, como a) conciencia ingenua, manifiesta en la persona que conoce algo o que pudo obtener un título profesional, y al amparo de tal cartón, se cree saber todo o más que los demás. Es propia de los autosuficientes y omnipotentes, que no pasan de tener una visión simplista de la realidad: ven al mundo de manera falsa. Subestiman el saber de otros; son proclives a ser impositivos y a que sus ideas prevalezcan; optan por actitudes reaccionarias sin aceptar el esclarecimiento.
   b) Conciencia mágica: existente en quienes no se atreven a estudiar, muestran desconfianza y se consideran menos que los demás. Son personas supersticiosas que temen a los hombres, a la naturaleza, a los libros y especialmente los exámenes. Conciben el mundo en forma estática; no sienten la necesidad de conocer las múltiples manifestaciones de la vida. Ponen en duda y desconfían de sus capacidades y muy fácilmente se orientan hacia el fatalismo.
   c) Conciencia crítica: es expresión del hombre problematizador y objetivo; de quien no se cree ni más ni  menos, sino que se esfuerza por descubrir sus aptitudes. La persona crítica sabe valorarse y valorar a los demás; reconoce que las cosas cambian, la ciencia avanza y siente la necesidad de actualizarse y perfeccionarse. ello trata de comprender el mundo físico y social a través de diferentes métodos y técnicas. Anhela ser más y busca conducirse con criterios humanistas porque entiende que todos podemos y debemos llegar a ser más. Consecuentemente, sus actitudes son:
- Interesarse por el estudio; pues, si hay  interés, habrá atención, energía mental, concentración y provecho;
- Estudiar planteándose metas y objetivos;
- Cumplir con lo que se propone, pues la voluntad exige objetivos que le permitan ejercer su poder de realización;
- Sentir entusiasmo y alegría al estudiar, dado que sabe que potencia su interés u esfuerzo;
- Perseverar en el estudio superando los plazos y condiciones previstas;
- Tener confianza en sí mismo para lograr los resultados previstos sin caer en derrotismo ni triunfalismos.

Evaluación: evaluar es determinar las competencias del estudiante, en términos de lo que puede hacer y lograr.  La evaluación resulta ser, más que la medida objetiva y precisa de unos logros, la expresión de unas expectativas en gran medida subjetivas pero con una gran influencia sobre los alumnos.
   La evaluación en el proceso de enseñanza/aprendizaje no es una cuestión que los profesores de ciencias suelan plantearse explícitamente, y cuando ello ocurre es en relación con el papel selectivo del sistema educativo: la evaluación en la enseñanza ordinaria suele ajustarse a la constatación del "aprovechamiento" del estudiante, asignándole una calificación que pretende servir de base objetiva para su promoción.
   Conviene, por tanto, plantearse con la máxima atención (a la luz del cuerpo de conocimientos) esta cuestión clave de las funciones de la evaluación, rompiendo así con las concepciones espontáneas.
   La valoración del proceso de aprendizaje no puede basarse en el esquema tradicional de evaluación a través de exámenes. La evaluación se ha de extender a todos los participantes (educadores y educandos), y a todos los ámbitos organizativos y estructurales del centro.
   Aprender a evaluar y a modificar los esquemas subjetivos de conocimiento es uno de los componentes fundamentales de aprender a aprender y aprender a valorarse. El aprendizaje no se basa únicamente en los aspectos intelectuales. Los aspectos emotivos, empáticos y de comunicación son básicos en el proceso de formación y en el desarrollo personal. Los aprendizajes significativos se establecerán cuando, además de elementos de comunicación y de conocimientos, haya también aspectos de elementos vividos, vivos.
   Por ello, la evaluación del aprendizaje, en su sentido más amplio, debe enmarcarse en los siguientes puntos, pues es:
? Procesal: Se da a lo largo de una fase, un semestre, un curso; como es una actividad continua, que incluye una serie de operaciones en fases sucesivas a lo largo de la formación integral
? Permanente: No puede ser entendida como instancias separadas e inconexas; es decir, no puede darse en distintos momentos ya que dificultaría emitir juicios valederos
? Integral: Atañe a todos los aspectos bío-psico-sociales del estudiante en forma interrelacionada
? Sistemático: Está sujeta a normas y principios que orientan su propósito
? Flexible: Es susceptible de variar de acuerdo a ciertas circunstancias propias del proceso de aprendizaje. No debe ser rígida
Estos aspectos, analizados, también son considerados como las características de la evaluación, en la medida que:
? Revela los resultados: Evidencia si hubo o no logros .
? Manifiesta modificaciones conductuales del aprendizaje: Muestra los efectos causados en la persona y que se traslucen en los cambios de conducta.
   Según las capacidades programadas, la evaluación constata si las  capacidades y actitudes educacionales diseñadas han sido logradas; y proporciona las bases para emitir juicios de valor de carácter cualitativo o para cuantificar los avances del estudiante.
   En realidad, la evaluación, es un proceso que en rigurosidad de términos, arranca desde el planteamiento de los contenidos conceptuales, las capacidades y actitudes de aprendizaje, pues ellos vienen a constituirse en puntos de referencia para tomar Decisiones Educativas, que implica: realizar una serie de acciones como revisar la programación curricular, los contenidos conceptuales, las estrategias metodológicas, los recursos, etc., o también, programar acciones de recuperación, retroalimentación, complementación, cambio de actitud, etc..
   La evaluación debe propender a que el maestro tome las medidas correctivas más pertinentes, no solamente en la calificación y premiación del estudiante, sino y especialmente, que redunden en el desarrollo de su personalidad.
   En el nuevo enfoque, la evaluación incluye a todo el aspecto docente en relación a su actuación y a las actividades de enseñanza desde la planificación hasta la misma evaluación. Por tanto, debe estar consciente que existen diferentes tipos de evaluación y que para cumplir funciones distintas, debe utilizar procedimientos y técnicas de evaluación diferenciadas.
   El nuevo enfoque va más allá de los linderos cuantitativos y rígidos sobre la evaluación del estudiante y plantea la importancia de un enfoque más integral que incluya el aspecto cualitativo, vinculado a lo metacognitivo como forma dentro y fuera del aula.
   Debe incidirse más en la evaluación del proceso, que abarca la misma planificación curricular, pero muy especialmente su aplicación. Esta evaluación hará hincapié  tanto en las tareas del aprendizaje, insistiendo en valorar cómo los educandos aprenden. Este último punto es relevante cuando se valora la adquisición de hábitos de aprendizaje, estructuración, transferencia, etc. Además de la interiorización de los conocimientos.
   Desde los primeros meses de la escolaridad del niño, el profesor debe entrenarlo a inter y autoevaluarse, libre de prejuicios y temores. Cuando el estudiante actúe con sinceridad, sin engañarse ni engañar a nadie, su moral y capacidad de autogobernarse serán excelentes. Consecuentemente, más se interesará por sus aprendizajes que por sus calificaciones, salvo que los errores le obliguen a tomar decisiones diversas.
   En el proceso de construcción, la evaluación debe ampliar sus fuentes de información sobre el desempeño del estudiante, propiciando que ella adquiera trascendencia para reflejar un procedimiento válido que desarrolle procesos de aprendizajes funcionales y significativos.
   La concepción constructivista de la evaluación va más allá de las formas cuantitativas y rígidas y a veces chantajistas; pues plantea considerar la importancia de un enfoque más integral, más cualitativo y que esté vinculado a lo metacognitivo. Así, evaluar es determinar las competencias que va adquiriendo el estudiante en términos de lo que puede hacer y de cuanto puede lograr.
   El profesor debe tener muy presente que toda evaluación, en principio, es parcial, tanto en lo referente a la naturaleza como a la amplitud de las relaciones significativas que va adquiriendo el estudiante. Pues perfectamente puede darse la posibilidad de que los instrumentos empleados para evaluar no alcancen a detectar las relaciones y significados adquiridos por el estudiante. Con todo, la observación directa del maestro es mejor que la nota, dado que el maestro observa, percibe, advierte, busca, recoge información y reflexiona sobre ella.
  Consecuentemente la evaluación debe permitir:
 * Producir y generar mejoras en los diversos dominios del educando (cognitivo, afectivo, social, psicomotor, etc.)
 * Buscar la renovación de procedimientos y prácticas educativas que garanticen un aprendizaje funcional y significativo.
 * Generar actividades en función del desarrollo de habilidades y dominios de aprendizaje.
 * Valorar (en el proceso de la actividad educativa) los productos del estudiante.
   Dentro de los alcances de la construcción que va propiciando el estudiante, los procesos evaluativos se convierten en  la expresión  de tres procesos:
    1) Valorar los aspectos cualitativos del proceso de aprendizaje.
    2) Obtener las evidencias que posibiliten juzgar el logro de los objetivos alcanzados por el estudiante.
 3) Manejar una fuente de información precisa que oriente al maestro y a la organización educativa hacia la toma de decisiones.

Evaluación diferencial: la evaluación diferencial es una consecuencia que se da, pues, considerando que los estilos de aprendizaje de los estudiantes no son iguales en cada uno de los ellos, necesariamente y en forma exigente, la evaluación debe ser diferencial.
   Siendo la evaluación permanente, la comprobación del aprendizaje logrado, al finalizar una actividad de aprendizaje, puede completarse mediante el empleo de los diversos instrumentos de evaluación, que pueden aplicarse para medir, paso a paso, el logro de las capacidades programadas, y así diseñar las estrategias de nivelación necesarias para que cada estudiante (al finalizar el proceso) logre un aprendizaje significativo, cualesquiera sea el estilo de aprendizaje que emplee. A quien o quienes no logren el manejo de las capacidades previstas se les apoyará con actividades de refuerzo y, consecuentemente, con nuevas evaluaciones. La evaluación diferencial exige que cada docente:
? Se comunique con sus estudiantes utilizando diversos medios, tratando de ponerse en las condiciones del estudiante y afirmando que los errores nos ayudan a superarnos, pues toda experiencia debe ser considerada en forma positiva.
? Cumpla su labor con alegría y buen humor, demostrando comprensión y tolerancia.
? Sea capaz de integrar los diversos lenguajes de expresión, evitando las comparaciones.
? Valore todo esfuerzo que realice cada estudiante.
? Tenga una actitud flexible, creativa, coherente y democrática, es decir, que deje de lado cualquier prejuicio a fin de mantener la equidad del grupo.

Evaluación (Eficacia de la): “La eficacia de los procesos de aprendizaje está determinado por haber alcanzado lo que se proponían. Es decir, porque quienes debían aprender, efectivamente lo logren.
    Si tenemos en cuenta que los procesos de aprendizaje pueden ser espontáneos o intencionados, en su diseño, conducción y orientación, es evidente que la evaluación no siempre podrá asegurar su eficacia. Puesto que  la evaluación de procesos de aprendizaje espontáneo, sólo puede hacerse a posteriori, en función de sus resultados. Limitándose sólo a saber cuáles han sido éstos.
   Sólo en procesos de aprendizaje intencionados es posible que la evaluación asegure su eficacia. Y lo hará en la medida en que no sea un hilo al finalizar, sino un sistema que transcurre paralelamente a ellos y que permita obtener, analizar y juzgar información relativa a los procesos mismos y a sus resultados, así como a los sujetos involucrados en ellos y a sus condiciones, para proponer constantemente, antes, durante y después, medidas de apoyo, reajuste y reorientación...
    Es por ello que comprenderlos, diseñarlos, conducirlos y, por supuesto, evaluarlos debe hacerse desde una perspectiva sistémica. Y, este es el caso de los aprendizajes formales que se producen en los centros de aprendizaje o centros educativos. En este tipo de aprendizajes, el que se alcancen los reculados previstos depende, entre muchas causas, de las siguientes que consideramos las más relevantes:
? Los saberes y aprendizajes previos de los alumnos y sus estilos personales de aprendizaje.
? Las actitudes, intereses, motivaciones y estados de ánimo de los alumnos, antes, durante y al concluir el proceso de aprendizaje.
? Conciencia autoreflexiva de los alumnos del valor de sus aprendizajes y de los procesos desarrollados para obtenerlos.
? Los espacios materiales y recursos pedagógicos disponibles y empleados
? El ambiente afectivo y las reacciones interpersonales en el aula. Entre el docente y los alumnos y entre los alumnos  entre sí. Antes, durante y al concluir el proceso de aprendizaje
? Los saberes del profesor acerca de: su función en el proceso de aprendizaje (en el diseño, la orientación, el acompañamiento y la evaluación), las metas que espera alcancen sus alumnos; métodos, estrategias y técnicas pedagógicas; los contenidos de los aprendizajes a desencadenar.
Por ello, la evaluación de estos procesos, debe permitir obtener, registrar y analizar información sobre cada uno de estos aspectos, con el objeto de proponer en cada etapa del proceso medidas y propuestas que aseguren el logro de los resultados previstos. Paralelamente, como fue señalado, desde la perspectiva del alumno, le resulta indispensable saber qué tanto ha avanzado, si su esfuerzo ha permitido o no obtener resultados, descubrir los logros obtenidos, etc.” (Comisión Central del Bachillerato, 1999)

Evaluación (Eficiencia de la): “con relación a su eficiencia, consideramos que la evaluación de los procesos de aprendizaje, debe garantizar que los resultados se obtengan con la menor y más racional inversión de esfuerzo, tiempo, recursos y afectos. Esto es, evidentemente, un aspecto íntimamente ligado al anterior que supone también la obtención, registro, y análisis constante de información, relativos a todo sistema de causas intervinientes en los procesos de aprendizaje, con el objetivo de proponer nuevas y mejores maneras de obtener los mismos resultados, el términos de calidad, con menores costos.” (Comisión Central del Bachillerato, 1999).

Evaluación (Estrategias de): evaluar es determinar las competencias del estudiante, en términos de lo que puede hacer y lograr.
   Como decíamos en el vocablo “evaluación”, debe acentuarse la evaluación del proceso, incluyendo la planificación curricular, pero muy especialmente su aplicación. Esta evaluación debe hacer hincapié  en las tareas de enseñanza y en las de aprendizaje, insistiendo en valorar cómo los educandos aprenden. Este último punto es relevante, pues se trata de valorar la adquisición de hábitos de aprendizaje, estructuración, transferencia, etc.; además de la interiorización de los conocimientos.
  Cuando el estudiante actúe con sinceridad, sin engañarse ni engañar a nadie, su moral y capacidad de autogobernarse serán excelentes. Consecuentemente, más se interesará por su aprendizajes que por sus calificaciones, salvo que los errores le obliguen a tomar decisiones diversas.
   El profesor debe tener presente que toda evaluación, por principio, es parcial, en cuanto a la naturaleza y amplitud de las relaciones entre significados que explora. Siempre cabe la posibilidad de que los estudiantes hayan establecido relaciones tales, que las actividades e instrumentos de evaluación que está utilizando no alcance a detectar.
   Debemos tener presente que la observación directa del maestro es mejor que la nota. El maestro debe observar, percibir, advertir, buscar, recoger información y reflexionar sobre ella. Todo lo anterior sirve para conocer el avance y disposición de los aprendizajes de los estudiantes. Además de la heteroevaluación, es necesario promover la autoevaluación y la coevaluación.
   Investigar la capacidad que tiene el estudiante de utilizar los conocimientos que posee en la realización de nuevos aprendizajes, debe ser una preocupación constante del educador. Adquiere interés, entonces, que el docente evalúe la capacidad que el estudiante manifiesta para:
Abordar nuevos aprendizajes, cumpliendo sus propias expectativas.
Adaptarse a aprender en situaciones sociales, en base a diálogos, participación en debates, reuniones, ejercicios de simulación, elaboración de planes, grupos de investigación, exámenes y pruebas que brinden al estudiante la oportunidad de actuar.
Realizar actividades de toma de apuntes, resúmenes, gráficas, esquemas, mapas conceptuales, informes, etc.
Integrar el conocimiento nuevo con el conocimiento previo.
Manejar la utilidad y transferencia de los aprendizajes-
Establecer semejanzas y diferencias entre elementos, ideas y situaciones.
Elaborar nuevas combinaciones entre ideas que permitan  formular nuevas interrogantes e hipótesis.
Elaborar afirmaciones que definan una situación, establezcan principios y reglas  aplicables de acuerdo con diversas circunstancias o experiencias.
  9.  Solucionar problemas diversos.
10. Mantener relaciones con otros alumnos basados en actividades de confrontación de ideas y trabajo en grupo desarrollando sus habilidades para expresarse, escuchar, argumentar, negociar, reclamar opiniones y solicitar ayuda a otros.
    Según estos procesos, la evaluación nos permitirá:
1. Producir mejoras en diversos dominios del educando (contenidos conceptuales, capacidades y actitudes comportamentales).
2. Renovar procedimientos y prácticas educativas que garanticen un aprendizaje funcional y significativo.
3. Generar actividades en función del desarrollo de habilidades  y dominios de aprendizaje.
4. Valorar, como parte de la actividad educativa, productos en el alumno para mejorar el proceso de aprendizaje.
  En el nuevo enfoque, la evaluación es un proceso dinámico, integral y permanente. La observación de la adquisición de competencias se da en el proceso mismo de las actividades y en los resultados. Abarca todos los aspectos de la personalidad del educando y, por tanto, de su aprendizaje. Se da en todo el proceso de su aprendizaje, permitiendo el análisis y seguimiento de su desarrollo y aprendizaje. En este contexto, la evaluación es un medio y no un fin; permite orientar y reorientar la acción educativa en favor del desarrollo del estudiante y no sólo para aprobarlo o desaprobarlo.

Evaluación integral: La concepción actual sobre los procedimientos evaluativos, acorde con una propuesta constructivista, tiene carácter integral. Se convierte así en la expresión de tres procesos:
1. De valorización de los aspectos cualitativos del proceso de aprendizaje.
2. De obtención de evidencias que permitan juzgar el logro de los objetivos de aprendizaje en los educandos.
3. De manejo de una fuente de información precisa que permita al maestro y a la organización educativa la toma de decisiones.
   La evaluación del aprendizaje se centra  en los procesos que llevan al estudiante a elaborar sus respuestas. Así, el constructivismo asume los errores de los estudiantes sin sancionarlos, pues, ellos son fuente de nuevas elaboraciones y sucesivos aprendizajes. En este sentido, el error le permite al maestro entender cómo el estudiante está razonando, cómo ve el mundo y que se necesita trabajar con él para llevarlo desde ese estado de conocimiento, a otro que sea más complejo y de mayor grado de elaboración.
   Igualmente, en el estudiante, la evaluación se aboca a encontrar el resultado de la significatividad de que cada ser humano asigna a su contenido construido. La evaluación bajo la óptica constructivista procede a detectar  el grado de significatividad del aprendizaje realizado, utilizando para ello actividades y tareas susceptibles de ser abordadas o resueltas a partir de diferentes grados de significación de cada contenido empleado en su desarrollo o resolución.
   Además de multifuncional, la evaluación es un proceso integrador a partir de la determinación inicial y logro posterior de objetivos primordiales en el estudiante. Sugiere el desarrollo de experiencias de aprendizaje seleccionadas a consecuencia de una acción pedagógica planificada y constructiva, con la aplicación de procedimientos evaluativos y análisis de resultados para delinear nuevas construcciones en el educando.
   Con mucha razón José Antonio Encinas sustentaba que:
1. Cada estudiante tiene su manera propia de razonar, su propia gimnasia intelectual, cuyo proceso y dirección escapan a cualquier método de enseñanza.
2. No se trata de evaluar la cantidad de conocimientos acumulados, sino la capacidad adquisitiva, la utilidad obtenida y la aplicación de esos conocimientos en la vida diaria.
3. Cuando la enseñanza ha ingresado a un período donde la cantidad está subordinada a la calidad de conocimientos el examen deja de ser necesario. Por eso, el examen es un absurdo en la escuela primaria, un error en la secundaria e inútil en la universidad.

Evaluación (Instrumentos de):  se ha indicado que la evaluación debe ser integral; pero por razones didácticas, los aprendizajes a evaluarse pueden orientarse según tres tipos de conocer: conceptual, procedimental y actitudinal.
1. PARA MEDIR LO CONCEPTUAL, los instrumentos pueden ser de dos tipos: a. Pruebas de desarrollo y b. Pruebas objetivas.
a. Instrumentos de desarrollo:
    Son aquellos que están constituidos por preguntas en que se permite al estudiante seleccionar, organizar y presentar la respuesta en forma de ensayo.  Este tipo de pruebas puede ser de dos clases:
- Las pruebas de respuesta corta o restringida; es decir, que la naturaleza, extensión y organización de la respuesta está limitada.
 

EJEMPLOS
1. Señale dos ventajas de la actitud filosófica
2. Defina la mitología

- Las pruebas de ensayo o de respuesta libre, en las que el estudiante es libre de formular su respuesta.

EJEMPLOS
1.  Explique las diferencias entre acciones teóricas, prácticas y productivas
2. Indique cuál es la explicación positivista del conocimiento
 

El tipo de pruebas de desarrollo se emplea cuando se evalúan conductas cognitivas de alto nivel. Generalmente, los conocimientos que se pretende evaluar, se ubican en alguna de estas categorías: ANÁLISIS, SÍNTESIS, EVALUACIÓN.
Criterios para calificar: Para calificar las pruebas de desarrollo debe seguirse dos procedimientos básicos:
a) Leer las respuestas dadas a la primera pregunta por todos los estudiantes y luego hacer lo mismo con las otras preguntas.
b) Calificar las respuestas de acuerdo al grado en que se aproximan a un criterio preestablecido.
Criterios para elaborar pruebas de desarrollo:
1) Se utilizan para evaluar aspectos complejos de aprendizaje.
2) Las preguntas deben estar relacionadas lo más directamente posible con los aprendizajes a evaluar.
3) Debe redactarse la pregunta en forma clara y definida.
4) No debe haber posibilidad de escoger las preguntas, a menos que el aprendizaje así lo requiera.
5) El tiempo debe ser suficiente para el desarrollo de la prueba.
b. pruebas objetivas:
Utilizan diversidad de formas o tipos de preguntas. Las más frecuentes tienen los siguientes tipos:
1) Selección múltiple
2) Apareamiento
3) Completamiento
4) Verdadero-Falso
1) selección múltiple: Está integrado por dos elementos:
a) El encabezamiento o núcleo puede elaborarse en forma de:
- Enunciado
- Pregunta
- Frases incompletas
El encabezamiento debe ser siempre más extenso que las alternativas.
b) Las alternativas representan las opciones entre las cuales se tiene que seleccionar la respuesta correcta. Las opciones deben ser “atrayentes” que propicien seleccionarla por conocimiento y por no azar.
 

EJEMPLOS
1. La filosofía puede ser definida como:
A. El arte de saber
B. La ciencia metódica
C. La primera ciencia
D. Ninguna de ellas
2. El conocimiento sensorial:
I. es común a plantas y hombres
II. se da entre los hombres
III. es manifestación de los animales
¿Cuál de las alternativas es la correcta?
A. I y III
B. I, II y III
C. II y III
D. II
3. La definición de hombre “animal racional” fue dada por:
a. Immanuel Kant
b. Jorge Hegel
c. Bertrand Russell
d. Boecio
 

Reglas para su elaboración: La selección múltiple requiere mucha práctica y consume bastante tiempo; pero ayudará mucho las siguientes normas:
 
 
EN GENERAL
SOBRE EL ENCABEZAMIENTO
SOBRE LAS ALTERNATIVAS
  1. Cada pregunta debe avaluar un logro importan te del aprendi zaje.
  2. Cada pregunta es independien te de las otras.
  3. La dificultad de la pregunta debe ser controlada 
  1. Debe formularse en lenguaje simple y claro.
  2. Debe haber sólo un encabezamiento.
  3. Debe ser más largo que las alternativas.
  4. Debe ser enunciado en forma positiva.
  5. Debe enfatizarse los enunciados negativos.
  1. La respuesta debe ser la alternativa correcta.
  2. Gramaticalmente deben ser consistentes con el encabezamiento, y paralelas en cuanto a la forma.
  3. Eliminar las señales verbales que permiten la respuesta verdadera.
  4. Deben ser plausibles y atrayentes.
  5. Su longitud debe variar para que no sea una "señal".
  6. Tener cuidado con las alternativas: "todas las anteriores" y "ninguna de las anteriores".
  7. Variar al azar la posición de la alternativa verdadera.

2) Apareamiento o también llamadas de correspondencia o casamiento.
Sus elementos son:
a) Las instrucciones: Son el encabezamiento de la pregunta.
b) Tiene dos columnas: La de la derecha contiene las “premisas”; la de la izquierda, contiene las respuestas.

EJEMPLOS
Sobre las líneas que preceden a los números de la Columna A coloque la letra que corresponda a la frase de la columna B
COLUMNA A

.......1   Debe ser convertible
.......2   Es la llegada del logos
.......3  Es una propiedad del hombre
.......4  Es un sentido interno
 COLUMNA B

B. La autoconciencia
C. La fuerza de juicio
D. La definición
E. El paso del mito
F. El concepto del hombre
 

Reglas del apareamiento, que deben observarse:
El material de cada pregunta debe ser homogéneo.
La lista por casar debe ser breve y poner las respuestas más cortas en la columna de la derecha.
Utilizar un número desigual de premisas y respuestas.
La lista de respuestas debe tener un orden lógico.
En la instrucción, debe darse la base para casar las respuestas con las preguntas.
La pregunta de apareamiento debe ir en la misma página.

3) Completamiento o de respuestas breves
Aquí el estudiante tiene que dar una determinada respuesta en lugar de seleccionarla. Se utilizan para evaluar los niveles más elementales de la conducta cognitiva. Este tipo de preguntas se debe reservar para evaluar: a) memorización de información necesaria; b) dominio de problemas computacionales; y c) cuando una pregunta de selección hace la respuesta demasiado obvia.

EJEMPLOS
1. Semánticamente la filosofía es (amor  a la sabiduría)
2. La descripción imaginaria e irracional es (la mitología)

Las reglas que debe tenerse en cuenta son:
Sólo debe haber una única y breve respuesta.
La respuesta debe estar referida al tema principal de la pregunta.
Evitar las “señales” que posibiliten las respuestas.
En las respuestas numerales, debe indicarse el grado de precisión que se exige.

4) Verdadero-falso
Constituyen enunciados que el estudiante debe juzgar como “verdaderos” o “falsos”.
Generalmente no se recomienda este tipo de pregunta ya que:
La mayoría de hechos no son absolutos.
Una alta proporción de respuestas correctas se puede atribuir a intentos de adivinación.
Los profesores elaboran las preguntas tomándolas o copiándolas literalmente del texto o de los apuntes.

Ejemplo:
Léase cada una de las aseveraciones: Si es cierta, márquese la letra V. Si es falsa, márquese la letra F.

V – F  1.  La filosofía es una ciencia positiva
V – F  2.  Los filósofos tratan de analizar los problemas de la ciencia
V – F  3.  El proceso del conocimiento es mecánico.

Reglas:  Para cuando el profesor decida utilizarlas:
Evitar enunciados muy generales o triviales.
Eliminar enunciados negativos o las dobles negaciones.
Evitar en los enunciados dos ideas, a menos que se desee evaluar relaciones de causa o efecto.
Evitar enunciados largos y complejos.
Atribuir las opiniones a la respectiva fuente, a menos que se desee que el estudiante la identifique.
La longitud de los enunciados debe ser igual, tanto para las verdaderas como para las falsas.

2. PRUEBAS PARA EVALUAR CAPACIDADES Y ACTITUDES
Estos instrumentos buscan medir el modo, la determinada forma de hacer algo o el cómo hacer. Es decir, buscan evaluar el uso que debe darse a los contenidos conceptuales en la medida que éstos sean aplicados a las relaciones interpersonales, en los trabajos en equipo o a solucionar problemas Y EL descubrimiento integral de uno mismo como persona autónoma y creadora.
Ello significa que debe considerarse:
La recepción: como toma de conciencia, voluntad de recepcionar y atención controlada o seleccionada.
Capacidad de respuesta: aquiescencia para responder, voluntad para responder y satisfacción en la respuesta.
Valoración: aceptación de un valor, preferencia un valor y entrega.
Organización: conceptualización de un valor y organización de un sistema de valores.
Caracterización: patrón generalizado y caracterización.
Los instrumentos a utilizarse pueden ser: Test estandarizados y no estandarizados. La elaboración, administración e interpretación de las primeras, requiere un cierto grado de sofisticación y entrenamiento especializado. Son conocidos los test de Mooney y de Guilford-Zimmerman, entro otros.
Para los instrumentos no estandarizados, se requiere una correcta planificación de la evaluación sustentada en una estricta concatenación entre contenidos conceptuales, capacidades y actitudes.

a. Escalas de Likert: Son instrumentos para medir capacidades y actitudes de una persona. Se da una escala de 5 puntos, con extremos que van del “total acuerdo” al “total desacuerdo”.
Su procedimiento es:
En la columna de la izquierda se presenta una lista de actividades o enunciados.
En la derecha se ubica la escala de opiniones. Esta escala va del uno al cinco.
a) Al final se multiplica las respuestas de cada columna por el valor correspondiente; así se obtiene una estimación general de todos los
        estudiantes.
 
 

 
 

OPCIONES:

Total acuerdo Mayor acuerdo Equilibrio entre acuerdo y desacuerdo Mayor desacuerdo Total desacuerdo
ENUNCIADOS:
1. La pena capital es una pena necesaria
2. La mayoría de estudiantes universitarios puede manejar un programa de estudios independientes.

ESCALA DE AUTOCONCEPTO
 
Así soy yo   Así me gustaría ser
Casi siempre La mayor parte de veces Muy pocas veces Casi siempre La mayor parte de veces Muy pocas veces
     
FELIZ
     
     
AMISTOSO
     
     
ALEGRE
     

Recomendaciones para elaborar escalas:
- Que los enunciados presenten una idea central, como expresión de la conducta.
- Eliminar las ambigüedades de la idea central.
- Las respuestas de los estudiantes deben ir a la derecha o izquierda de la escala.
- Cada idea central debe incluir una sola actividad, objeto o variable para calificar.
- Debe redactarse los enunciados en presente y no en pasado.

b. Escalas de diferencial semántico: Es el proceso que permite calificar las actividades de los estudiantes referidas a personas, hechos, instituciones, ideas. Emplea una serie de adjetivos contrarios a los que asignan valores (del 1 al 7) según el énfasis que le ponga el que es evaluado.
   Para elaborar una escala de Diferencial Semántico, debe seguirse los siguientes pasos:
- Elegir un hecho, institución, actividad, etc. Que se desee evaluar.
- Ordenar por pares una serie de “adjetivos contrarios”, colocados indistintamente, ya sea a la derecha como  a la izquierda.
- Asignar los valores (del 1 al 7) a cada para de “adjetivos contrarios”.
   Ejemplo: Desea evaluar la actitud de los estudiantes con respecto a la metodología empleada en el curso
 
 
METODOLOGÍA EMPLEADA EN EL CURSO
Buena
1 2 3 4 5 6 7
Mala
Oscura
7 6 5 4 3 2 1
Clara
Agradable
1 2 3 4 5 6 7
Desagradable
Injusta
7 6 5 4 3 2 1
Justa
Activa
1 2 3 4 5 6 7
Pasiva
Difícil
7 6 5 4 3 2 1
Fácil
Profunda
1 2 3 4 5 6 7
Superficial

 

Sobre los adjetivos contrarios, OSGOOD propone tres clases de "adjetivos contrarios":

* Calificativos o evolutivos

* De acción

* De potencia
 
CALIFICATIVOS DE ACCIÓN DE POTENCIA
Lindo - Feo

Bueno – Malo

Agradable – Desagradable

Alegre – Triste

Cordial – Hostil

Hermoso – Horrible

Satisfecho – Insatisfecho

Atrayente – Repulsivo

Justo – Injusto

Joven – Viejo

Amargo – Dulce

Grande – Pequeño 

Limpio - Sucio

Lento – Veloz

Agudo – Romo

Peligroso – Seguro

Activo – Pasivo

Caliente - Frío

Fácil – Difícil

Débil – Fuerte

Profundo – Superficial

Pesado – Liviano

Delicado – Tosco

Brusco –Suave

Rico - Pobre

c. Técnicas sociométricas: Su finalidad es evaluar las relaciones de los estudiantes con sus compañeros.
   Procedimientos:  Existen varias técnicas para evaluar este tipo de conductas. Se dan dos de fácil aplicación:
   a) El sociograma:
    Se elaboran preguntas como: “¿Con cuál de tus compañeros de aula te gustaría realizar un proyecto de aula?” o “¿A cuál de tus compañeros elegirías para realizar una excursión?”
   El estudiante mostrará varias opciones: Primera, segunda o tercera elección.
   Así se podrá constatar qué educandos son más apreciados, quiénes se aíslan y quiénes son marginados.
   b) Técnicas de los roles sociales:
   Se presenta a los estudiantes preguntas como: “¿Quién es el que siempre ayuda a sus compañeros?”, “¿Quién es el que apacigua en los conflictos?”, “¿Quién es el más puntual?”.
   Cada estudiante otorga a otro el rol que, según él, lo describe mejor.
  Así es posible observar la dinámica social del grupo.
  d. Escalas de clasificación: Permiten que el estudiante señale el grado con el cual puede detectar un determinado atributo.

  Modelos:

Trabajos prácticos
Estos requieren:
La presentación clara del problema o trabajo a desarrollar.
Las condiciones que el estudiante debe seguir para la ejecución del trabajo.
La hora de calificación en que se considera cada componente del trabajo. Esta hoja debe ser conocida antes por los alumnos, de tal manera que éstos sepan cuáles son los requisitos exigidos.

3. GRANDES LÍNEAS DE INVESTIGACIÓN EN EVALUACIÓN
A continuación se incluyen algunos instrumentos de las cuatro grandes líneas que pueden servir a los diferentes profesionales, dedicados a la docencia, para evaluar el aprendizaje, desarrollo de los cursos, contenidos... de la formación (en muchos casos aplicable tanto a la formación ocupacional como a la reglada):
     a. CUESTIONARIOS
            Cuestionario para la evaluación de cursos de formación
            Cuestionario sobre aprendizaje
            Modelo de cuestionario inicial para conocer el perfil del grupo
            Ejemplos de cuestionarios
            Cuestionario de análisis de la enseñanza los alumnos

     b. DIFERENCIALES SEMÁNTICOS
            Características del formador
            Lista de rasgos de personalidad
            Diferencial semántico para evaluar cursos impartidos
            Diferencial semántico para la evaluación de medios didácticos
            Diferencial semántico para la evaluación de un curso

       c. ESCALAS
            Escala de autoevaluación para un mejor conocimiento de los alumnos
            Escala de valoración del formador
            Escala para la evaluación de programas

      d. INVENTARIOS
            Inventario de actitudes hacia la evaluación de la formación
            Inventario de ambiente de clase
            Inventario de autoevaluación del formador
            Inventario de evaluación de materiales escritos
            Inventario de evaluación del curso y del formador
            Inventario de necesidades formativas
            Inventario de preocupaciones de los formadores
            Inventario para la evaluación de programas de ordenador
            Inventario sobre aspectos básicos de las actividades de formación
            Inventario sobre preocupaciones del formador de adultos
            Inventario sobre teorías implícitas del formador
              a. Posible ejemplo de cuestionario:
           1) Señala en qué medida el profesor ha tenido en cuenta la opinión de los asistentes para modificar :
 

1) Señala en qué medida el profesor ha tenido en cuenta la opinión de los asistentes para modificar :
  MUCHO ALGO POCO
NADA
Las metas del curso        
El contenido del curso        
Los métodos de trabajo        
Los momentos de evaluación        
La temporalización, calendario        

2. Señala tu opinión respecto a las características de los ponentes que han participado en el curso

MUY ALTA
ALTA
MEDIA
BAJA
MUY BAJA
Claridad expositiva          
Claridad en instrucciones para realizar las tareas          
Capacidad de motivación          
Dominio de una variedad de métodos didácticos          
Dominio del contenido          
Capacidad para propiciar la reflexión          
Facilidad para mantener relaciones interpersonales, apertura, saber escuchar          
Capacidad para fomentar el trabajo en grupo, dar instrucciones claras, facilitar el trabajo          
Capacidad para mediar y resolver situaciones de conflicto          

3. Valora a continuación la calidad de los contenidos que se han abordado en el curso en función de su:

MUY ALTA
ALTA
MEDIA
BAJA
MUY BAJA
Claridad          
Posibilidad de aplicación práctica          
Concreción          
Estructuración          

4. A continuación aparece una relación de contenidos que se han abordado en el curso. Por favor, indica en qué medida consideras que dominas cada uno de ellos:

CONTENIDOS DEL CURSO
MUCHO
BASTANTE
SUFICIENTE
POCO
NADA
CONTENIDO A
         
CONTENIDO B
         
CONTENIDO C
         
CONTENIDO D
         

 

5. A continuación te presentamos una relación de posibles componentes de un curso de formación. Te pedimos que valores la importancia que han tenido en este curso cada uno de los componentes que te adjuntamos:


6. Ahora quisiéramos conocer tu opinión acerca del ambiente que se ha vivido a lo largo del curso. Para ello te pedimos que contestes en qué medida estás de acuerdo o no con cada una de las siguientes afirmaciones:

Total acuerdo
De acuerdo
Inseguro
En desacuerdo
Total desacuerdo
Los participantes se han implicado con interés en el curso          
Los participantes sabían en todo momento lo que se esperaba de ellos          
Los participantes han podido intervenir cuando lo han deseado          
Se ha dado un ambiente de cooperación en las actividades en grupo          
Los participantes han percibido que las actividades del curso eran productivas          
Las tensiones y conflictos en las sesiones se han resuelto favorablemente          
En este curso se han llevado a cabo actividades nuevas e innovadoras          
Los niveles de asistencia al curso se han mantenido equilibrados a lo largo del mismo          

 

b. Posible ejemplo de diferencial semántico:

Te pedimos que marques con una cruz (X) en el espacio que mejor

exprese tu valoración global del curso:

Util 
€‚ƒ„…†‡ˆ‰Š
Inútil
Malo 
€‚ƒ„…†‡ˆ‰Š
Bueno
Fácil 
€‚ƒ„…†‡ˆ‰Š
Difícil
Se disfruta 
€‚ƒ„…†‡ˆ‰Š
Detestable
Fragmentado
€‚ƒ„…†‡ˆ‰Š
Coherente
Satisfactorio 
€‚ƒ„…†‡ˆ‰Š
Insatisfactorio
Confuso 
€‚ƒ„…†‡ˆ‰Š
Claro
Sin valor 
€‚ƒ„…†‡ˆ‰Š
Válido
Muy importante
€‚ƒ„…†‡ˆ‰Š
Innecesario
Estrecho 
€‚ƒ„…†‡ˆ‰Š
Amplio
Consistente 
€‚ƒ„…†‡ˆ‰Š
Inconsistente
Optimista 
€‚ƒ„…†‡ˆ‰Š
Pesimista
Falso 
€‚ƒ„…†‡ˆ‰Š
Cierto
Relevante 
€‚ƒ„…†‡ˆ‰Š
Irrelevante
Débil 
€‚ƒ„…†‡ˆ‰Š
Fuerte
Profundo 
€‚ƒ„…†‡ˆ‰Š
Superficial
Pasivo 
€‚ƒ„…†‡ˆ‰Š
Activo
Reducido 
€‚ƒ„…†‡ˆ‰Š
Prolongado
Informativo 
€‚ƒ„…†‡ˆ‰Š
Desinformativo
Práctico 
€‚ƒ„…†‡ˆ‰Š
Teórico
Aburrido 
€‚ƒ„…†‡ˆ‰Š
Interesante
Rápido 
€‚ƒ„…†‡ˆ‰Š
Lento
Formal 
€‚ƒ„…†‡ˆ‰Š
Informal
Imaginativo 
€‚ƒ„…†‡ˆ‰Š
Convencional
No estimula 
€‚ƒ„…†‡ˆ‰Š
Estimulante

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Diferencial semántico para evaluar los medios didácticos

 

Entretenido

‡ † … „ ƒ ‚ 
Aburrido
Necesario
‡ † … „ ƒ ‚ 
Innecesario
Divertido
‡ † … „ ƒ ‚ 
Fastidioso
Agradable
‡ † … „ ƒ ‚ 
Desagradable
Ineficaz
‡ † … „ ƒ ‚ 
Eficaz
Complicado
‡ † … „ ƒ ‚ 
Simple
Valioso
‡ † … „ ƒ ‚ 
Sin valor
Ahorra tiempo
‡ † … „ ƒ ‚ 
Exige mucho tiempo
Difícil
‡ † … „ ƒ ‚ 
Fácil
Práctico
‡ † … „ ƒ ‚ 
Poco práctico
Negativo
‡ † … „ ƒ ‚ 
Positivo
Útil
‡ † … „ ƒ ‚ 
Inútil
Entorpecedor
‡ † … „ ƒ ‚ 
Facilitador
Educativo
‡ † … „ ƒ ‚ 
Pernicioso
Feo
‡ † … „ ƒ ‚ 
Bonito
Maravilloso
‡ † … „ ƒ ‚ 
Horroroso
Malo
‡ † … „ ƒ ‚ 
Bueno
Importante
‡ † … „ ƒ ‚ 
Trivial
Personal
‡ † … „ ƒ ‚ 
Impersonal
Beneficioso
‡ † … „ ƒ ‚ 
Perjudicial
Inteligente
‡ † … „ ƒ ‚ 
Estúpido
Rápido
‡ † … „ ƒ ‚ 
Lento
Incómodo
‡ † … „ ƒ ‚ 
Cómodo

 
  1. Posible ejemplo de escalas:
Observe a sus estudiantes e identifique sus características motivacionales utilizando las siguientes cuestiones. (Rodee con un círculo el número correspondiente).

La escala resulta interesante, dada la importancia que tiene el hecho de que el formador tome conciencia de la naturaleza e intensidad de las necesidades que motivan a sus educandos.
Indicadores:
Nada
Poco
Mucho
1. ¿Me gusta trabajar en pequeños grupos?      
2. ¿El trabajo en grupos es formal?      
3. ¿Soy sensible a los retos pedagógicos planteados?      
4. ¿Me gusta ayudar y valorar la cooperación?      
5. ¿Respeto las necesidades pedagógicas de los demás?      
6. ¿Asumo riesgos?      
7. ¿Aprecio trabajar individualmente sobre temas personales?      
8. ¿Aliento conflictos de liderazgo entre los miembros del grupo?      
9. ¿Respeto la autoridad del profesor?      
10. ¿Me es fácil la comunicación con los demás estudiantes?      
11. ¿Me siento responsable de su propia formación y de la mía?      
12. ¿Los estudiantes compiten entre sí?      
13. ¿Los estudiantes se esfuerzan por conocerse unos a otros?      
14. ¿Toman iniciativas personales?      
15. ¿Están deseosos de participar como coordinadores?      

En la escala se perciben tres necesidades fundamentales que diseñan un perfil del grupo:

  1. De eficacia: Items 3, 7, 11, 12 y 14 reflejan la necesidad de aprender en las mejores condiciones posibles. Atención por los objetivos y los contenidos de la formación.
  2. De relaciones armoniosas: Los ítems 1, 4, 5, 10 y 13 reflejan esta necesidad, caracterizada por la búsqueda de ayuda mutua y cooperación, concentrándose en el proceso pedagógico o dinámica relacional del aprendizaje.
  3. De poder: Los ítems 2, 6, 8, 9 y 15 manifiestan esta necesidad de las posiciones de control y de influencia. Hay competencia por el liderazgo en el marco de la acción pedagógica.

Escala de Evaluación
12.....13.....14
15.....16.....17
18.....19.....20
Comentarios
Información:
Pertinencia
Información que no es pertinente o es incompleta Información que es suficiente Información que es muy completa y correspondiente
Información:
Evidencia de Investigación
Evidencia de Poca investigación Evidencia Suficiente Investigación Evidencia Extensa Investigación
Información:
Organización y Mecánicas
Está desorgani zada y con muchos errores Organización apropiada, con algunos errores Muy fácil de leer, y sin errores
Es Persuasivo ?
El ensayo no va a convencer a nadie de tu punto de vista Es posible que el ensayo pueda convencer a otra persona El ensayo convencerá a otra persona de tu punto de vista
Los Requisitos:
Han Sido Logrados?
No se logran los requisitos apropiados Se logran algunos de los requisitos apropiados Todos los requisitos han sido superados

 
 
 

d. Posible ejemplo de inventarios

Autoevaluación del profesor
 
CA
A
D
CD
1.Me considero competente profesionalmente        
2.Muestro disposición para aceptar otros puntos de vista        
3.Comento los trabajos y actividades que ordeno realizar        
4.Utilizo unos materiales didácticos actualizados y recientes        
5.Muestro entusiasmo por la materia que imparto        
6.Suelo ser justo en los exámenes        
7.Muestro gran dominio de la materia        
8.Sé crear un buen ambiente de trabajo        
9.Uso diversos métodos y recursos en el aula        
10.Oriento a los alumnos en sus respectivos trabajos        
11.Sé despertar el interés por la materia que conduzco        
12.Los exámenes son representativos de la materia trabajada en los cursos        
13.Trato los temas y capacidades con gran profundidad        
14.Me llevo bien con el grupo de clase        
15.Muestro disposición para el diálogo        
16.Informo a los alumnos de sus desaciertos        
17.Utilizo textos y materiales interesantes        
18.Sé contagiar mi pasión por la profesión        
19.Logro que los estudiantes participen activamente        
20.Explico con claridad        
21.Utilizo medios audiovisuales en mis explicaciones        
22.Me hago entender muy bien        
23.Utilizo ideas que han sugerido los estudiantes        
24.Me muestro cercano al educando        
25.Muestro interés por los problemas y dificultades de los alumnos        
26.Me muestro «duro» (exigente) calificando        
27.Utilizo ejemplos y síntesis para que se me entienda mejor        
28.Atiendo a las consultas individuales de los estudiantes        
29.Evalúo al estudiante, mostrándole sus aspectos positivos y negativos        
30.Intento motivar a los alumnos        

FORMATO DE SEGUIMIENTO DE LA ACTIVIDAD DE

APRENDIZAJE

Docente: ............................

Fecha: ...........

Evaluación para asegurar el impacto: citando a Juan Ignacio Pozo Municio, la Comisión Central del Bachillerato (1999), dice: “dado que nadie puede ofrecernos ya un conocimiento verdadero, socialmente relevante, que debamos repetir ciegamente como aprendices, tendremos que aprender a construir nuestras propias verdades relativas que nos permitan tomar parte activa en la vida social y cultural” (Aprendices y Maestros, 1996), la Comisión Central continúa “ésta es la razón por la cual  es indispensable evaluar constante y permanentemente si los aprendizajes logrados son o no los relevantes para “tomar parte activa” en la vida ciudadana, cultural, económica y política de nuestra época. Que los aprendizajes obtenidos sean útiles y valiosos para el aprendizaje y desempeño futuro, individual y colectivo, y que sus resultados tengan  efectos positivos más allá del ámbito temporal y espacial del centro educativo, es algo que hoy se evalúa constantemente. Lo hacen los padres de familia, los mismos alumnos y es indispensable que también los profesores y cada centro educativo lo haga.
   En la perspectiva anterior tenemos que afirmar que el papel principal del evaluador (sea el “evaluador externo al proceso”, el docente o el mismo alumno) es reafirmar los logros y éxitos alanzados y proponer medidas de apoyo, ajuste y reorientación de los procesos de aprendizaje y no sólo decir quién está cerca o lejos de la meta o resultado previsto, o por qué razones lo está.
   Para una comprensión más amplia del proceso de evaluación de los aprendizajes y para que sea posible diseñar y ejecutarlo, distinguimos dos aspectos a los que se dirige la evaluación de los aprendizajes: (1) el proceso de aprendizaje y (2) los resultados del proceso; y tres fases del proceso de evaluación: (A) obtención de información, (B) análisis de la información y formulación de alternativas y (C) comunicación de conclusiones.”

Evaluación procesal:  Es aquella que se realiza a lo largo de todo el proceso de planificación curricular,  pero muy especialmente durante su aplicación. Esta evaluación incluye reflexionar sobre el papel que cumple el docente y el papel que realiza el estudiante, haciendo insistencia en valorar cómo los estudiantes van aprendiendo. Pues debe valorarse la adquisición de hábitos de aprendizaje, su estructuración, la transferencia, etc., además de la interiorización de los conocimientos.
   Por tal motivo, el docente que se evalúa constantemente estará en posibilidad de entrenar al estudiante, niño y adulto, a inter y autoevaluarse, liberándose de prejuicios y temores. Y ello debe hacerlo desde el primer momento de encuentro docente-estudiante. Pues, cuando el estudiante actúe con sinceridad, sin engañarse ni menos engañar a otra persona, su capacidad moral de autogobernarse será muy excelente. Será entonces cuando se interesará más por sus aprendizajes que por sus calificaciones,  salvo que los errores le obliguen a afrontar otras decisiones.
   La evaluación se centra en los procesos que llevan al estudiante a elaborar sus respuestas. Así, el nuevo enfoque recepciona los errores de los estudiantes sin sanción alguna, entendiendo que ellos son fuente de nuevas elaboraciones y sucesivos aprendizajes. Tales errores deben hacer ver al maestro cómo el estudiante está razonando, cómo está viendo el mundo y qué se requiere para trabajar con  el estudiante a fin de orientarle hacia el descubrimiento de aquel estado de conocimiento que sea más completo y de mayor grado de elaboración.
   La evaluación es un proceso integrador a partir de la determinación inicial y del consecuente logro de los objetivos primordiales que alcanza el estudiante.
   “Este proceso tiene dos objetivos: por una parte, proponer medidas de apoyo, reajuste y reorientación a los procesos de aprendizaje y, por otra parte,  fortalecer el afán de capacidad  de logro, así como el sentido de propósito de los alumnos. Estos dos objetivos permiten afirmar que la evaluación es un factor importante e indispensable del proceso de aprendizaje y hacen posible acercarse a su finalidad última:” (Comisión Central de Bachillerato, 1999)




Además, “la evaluación del proceso supone obtener, analizar y emitir juicios sobre la información proveniente de cada uno de los subsistemas, puesto que, sólo así se podrían formular propuestas de diseño, reajuste y reorientación de éste, o de nuevos procesos de aprendizaje que resulten pertinentes y exitosas.”
Por ello, la evaluación debe incluir:
a. Saberes y aprendizajes previos.
b. Actitudes, intereses, motivaciones y estados de ánimo.
c. Conciencia autorreflexiva del valor del aprendizaje y del proceso seguido para obtenerlo.
d. Ambiente y relaciones interpersonales
e. Espacios y materiales
f. Los saberes del profesor sobre su función en el proceso ( en el diseño, la orientación, el acompañamiento y la evaluación). Las metas esperadas, métodos, estrategias y técnicas. Los contenidos de los aprendizajes a desencadenar

Éxito: “no es grande el que triunfa, sino el que jamás se desalienta”, afirma J. L. Martín Descalzo; pues el secreto del éxito no está tanto en la necesaria motivación por la que nos sentimos impulsados a comenzar, cuanto el desarrollo de hábitos de persistencia y tesón que nos permitan continuar hasta el fin contando con dificultades y fracasos transitorios.
   Si actuamos con entusiasmo, podremos descubrir en cada fallo, en cada error, un nuevo peldaño para subir sin desfallecer la quebrada y difícil escalera que nos acerque al éxito. Por ello debemos inyectar en cada acción el fuego candente de un entusiasmo sin límites. “El optimismo, afirma O. S. Marden, es un elemento vigorosamente constructivo, cuya influencia en el individuo equivale a la del sol en la vegetación”.

Éxito (Perfil de las personas de): “lo que vale no es una victoria ocasional, afirma R. J. Ringer; lo que realmente cuenta son muchos pequeños triunfos”. Consecuentemente, las personas de éxito:
a. Tienen siempre muy claro que en sus manos está la posibilidad de dirigir el curso de sus vidas de manera activa, eficaz y positiva, de construirse dentro y  perfeccionarse día a día.
b. Poseen absoluta certeza de que dentro de sí mismas guardan todos los tesoros, potencialidades y aptitudes, dispuestas a ser activadas por el resorte de una acción entusiasta y esforzada.
c. Gozan de la firme convicción de que son ellas y sólo ellas quienes deben elegir, decidir y dirigir su propia existencia. Saben que el triunfo verdadero exige casi siempre hacer durante bastante tiempo cosas que no gustan, que exigen esfuerzo, sacrificios y tesón.
d. Están prontos a tomar una bien pensada y razonada decisión, siempre pasan a la acción, realizan lo proyectado con verdadero entusiasmo, disfrutando cada momento de la realización.
e. Diseñan objetivos gratificantes para el cuerpo y para el espíritu que den sentido a sus vidas.
f. No pierden inútilmente su tiempo en lamentaciones y jamás olvidan que, por desdichada y calamitosa que haya si su infancia, por negativo que haya sido su pasado, está en sus manos cambiar el curso de sus vidas.
g. Saben esperar buenos resultados sin necesidad de obtener gratificaciones inmediatas. Saben que todo logro importante supone un gran esfuerzo mantenido durante mucho tiempo e incontables equivocaciones y fracasos.
h. Saben que las semillas lanzadas con amor, entusiasmo y tesón sobre los surcos fértiles de cualquier objetivo o proyecto maduran muy lentamente y es necesario prodigarles muchos cuidados, contar con plagas y sequías, sin perder la esperanza del éxito final.
i. Tienen seguridad que avanzarán hacia su objetivo de manera gradual, alternando las decepciones, frustraciones y fracasos con los éxitos, sin perder nunca de vista el objetivo.

Experimentación: es la actividad científica que permite penetrar en la esfera de lo desconocido de las ciencias, pues es la mente humana que manejando fórmulas especulativamente analizadas las somete a la constatación experimental bajo el control de la luz intelectual. Sólo el hombre ha podido y puede realizar experimentos.
 
 

   En el siguiente ejemplo experimentar los cambios que sufre la materia:

Actividades:
1. Echar agua hervida en la taza, agregar azúcar, nescafé y mover con la cucharita.
2. observar el producto: ¿Qué cambios se produjo?
                                             ¿Qué pasó con el azúcar y el nescafé?
                                              ¿Qué sabor tiene el agua ahora?
                                               ¿Puede verse el azúcar en el agua?
3. Anotar cuanto haya  observado.

  Significa todo ello que la experimentación es la actividad dirigida a provocar el fenómeno (materia de estudio), de modo que pueda separarlo y reproducirlo dentro de condiciones fijas y/o variables. Consecuentemente, los elementos de la experimentación son:
a. El sujeto
b. El objetivo o finalidad
c.  El objeto de la experimentación
d. las condiciones naturales o artificiales
e. los medios e instrumentos
f. las acciones sobre el objeto a experimentar.

Exposición: es una técnica de aprendizaje, pues enseñando también se aprende. Para que la exposición sea satisfactoria, debe revisarse oportunamente toda la información posible sobre el tema y seleccionar lo más significativo. Ello conlleva disponer de los materiales educativos necesarios, es decir, pizarra, mapas, gráficos, textos, mapas conceptuales, etc.; la exposición debe ser eminentemente activa; por lo que es indispensable distinguir los siguientes pasos:
a. Presentación: del título, objetivos y contenidos, pudiendo iniciar con una declaración o una anécdota que despierte el interés del auditorio.
b. Desarrollo: enfocar los aspectos centrales del tema,  con el deseo de compatibilizar los intereses, experiencias y necesidades de los participantes. Ello significa que debe trabajarse con ejemplos adecuados, el material necesario, elaborando interrogantes que generen la respuesta de los concurrentes.
c. Recapitulación: a través de resúmenes,  síntesis, esquemas o mapas conceptuales para remarcar las conclusiones y recomendaciones.
e. Evaluación: con interrogantes cerradas o abiertas que estimulen el grado de captación en el auditorio..

Expresión oral: es una de las técnicas naturales de aprendizaje; pues el hombre, al vivir en comunidad, le es exigente comunicar sus pensamientos, sentimientos, problemas, experiencias y otros. De ahí que los elementos de la expresión son:
a. El emisor: es quien emite el mensaje y su participación tiene valor por la calidad del mensaje.
b. El mensaje: es el contenido que puede ser aceptado, rechazado o criticado.
c. El receptor: el o las personas que escuchan el mensaje.
 


Debemos considerar que la expresión oral contribuye a:
a. Mostrarse siempre optimista
b. Saber hablar en la oportunidad debida
c. Estar preparado para la contienda posible
d. Hablar con la mayor naturalidad y espontaneidad
e. Realzar las frases o palabras importantes
f. Variar el tono de voz cuando sea necesario
g. Dar calor e interés a cuanto se dice
h. Realizar las pausas necesarias